Los empresarios del sector señalan que el ritmo de reservas para el último mes del verano se sitúa en niveles similares a los registrados en 2019
Las principales zonas turísticas prevén ocupaciones hoteleras de entre el 70% y el 90%
Las perspectivas para las próximas semanas están mejorando pero persiste la incertidumbre sobre la evolución durante el cuarto trimestre
Ni los elevados niveles de inflación que restan poder adquisitivo a las familias ni las sombrías perspectivas económicas por el impacto de la disaster energética parecen estar pasando factura aun a la actividad turística. El sector, que va camino de completar un gran verano, con ocupaciones por encima de las estimadas a comienzo de la temporada, asegura que no hay señales de una caída de la actividad respecto a los niveles habituales previstos para un mes de septiembre.
“El ritmo fuerte de ventas se ha mantenido desde la primavera hasta el mes de agosto con cifras muy interesantes y muy similares a las de 2019. Había ganas de viajar y se ha hecho tan pronto como se ha podido. El nivel de las reservas sigue siendo bueno a día de hoy”, señala Carlos Garrido, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viaje (CEAV). Y aunque, asegura, cuentan con que la coyuntura económica acabará incidiendo en algún momento en el ritmo de reservas “de momento, no está pasando”.
Buenas perspectivas para el próximo mes
Septiembre sigue siendo para el sector un mes de temporada alta y que deja unos volúmenes muy importantes de ventas, sobre todo en la primera quincena. Este este año también se espera que sea bueno, dicen desde CEAV. Así al menos lo anticipan ahora los datos disponibles de reservas de algunas de las principales zonas turísticas.
- Desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca ya destacan la mejora reciente de las perspectivas para el próximo mes. “La tendencia de reservas de último minuto no nos ha abandonado y centramos nuestros esfuerzos en aumentar las ventas. Con datos actuales, la previsión de ocupación oscila entre un 69 y un 73%”, señalaba María Frontera, presidenta de la FEHM.
- También en la Costa del Sol el ritmo de reservas es de momento, dicen, el ordinary para finales de agosto y estiman que la ocupación supere el 78% durante el mes que viene.
- Más optimistas se muestran aun en la Comunidad Valenciana, donde aseguran que la actividad turística está aguantando y esperan acabar septiembre rozando el lleno técnico. “Contamos con terminar septiembre con un 90% de ocupación media. Acompaña el tiempo, los precios son más competitivos y cambia el perfil de los visitantes: más parejas, familias sin hijos que no están condicionadas por el calendario escolar. En ocupación hotelera es mejor mes que julio desde hace muchos años. En 2019 superó incluso los datos de agosto”, explica Nuria Montes, secretaria normal de la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC).
La demanda turística, ¿a salvo de la desaceleración?
Lo que señalan los datos actualmente es que la actividad turística mantendrá los ritmos habituales de un septiembre prepandémico. “Los mercados emisores están tirando todos, no notamos señales de alarma en ninguno de ellos. Tampoco entre los británicos a pesar del incremento de la inflación, de los precios energéticos y las dificultades añadidas para los viajes que ha supuesto el Brexit. En Benidorm, el único destino que permanece abierto todo el año -junto a Canarias y algunos puntos de la Costa del Sol- no observamos signos de que la demanda esté retraída a pesar de las noticias que llegan sobre los problemas del próximo invierno”, señala Montes.
Considera que esta fortaleza del sector, independientemente de las perspectivas económicas, se explica porque desde hace ya años los viajes y las vacaciones se han convertido en una prioridad de gasto para españoles y europeos. “Esta tendencia difícilmente va a cambiar, ni siquiera en un escenario tan difícil como el que se espera este invierno, como tampoco ocurrió en la crisis financiera de 2008”. No solo eso, destaca que las compañías aéreas están manteniendo los asientos programados vinculados a estancias vacacionales.
Preocupación por el otoño
A pesar de las cifras positivas que maneja el sector, la incertidumbre sobre las ventas durante el otoño no deja de estar presente en los cálculos de los empresarios turísticos, que aseguran que la evolución a partir de la semana que viene será la que dé la clave de cómo va a ir el remaining de año.
“Creemos que a partir de octubre se va a producir una ralentización en el buen ritmo de reservas que hemos alcanzado en estos seis meses. La situación económica no está afectando a la estructura de las vacaciones que, en gran medida, estaban contratadas previamente y que no han sufrido tanto el incremento de los precios fijados por las agencias de años anteriores. Hasta septiembre todo irá igual, pero todo apunta a que, si a partir de entonces los viajes muestran un incremento medio del 20% por la subida de todos los precios, las consecuencias negativas empezarán a ser visibles en el último trimestre”, pronostica Carlos Garrido.
Con todo, los cambios de hábitos, el aumento de las contrataciones de ultimísima hora, hacen cada vez más difícil prever el comportamiento de los viajeros. Pero son precisamente esas, las reservas de última hora, las que están yendo muy bien y dan esperanzas de que se pueda “salvar” el remaining del ejercicio, dicen desde la Confederación Española de Agencias de Viajes.
Este sector, el que resultó más castigado por los efectos de la pandemia, constata también el buen comportamiento de la actividad turística durante el verano, que le ha permitido recuperar ya la mitad del empleo perdido. Además, su responsable confía en que a pesar de los nubarrones económicos en el horizonte, las perspectivas sigan siendo positivas. “Nos estamos recuperando con muchísima fuerza y si la situación lo permite vamos a volver a tener la totalidad del empleo en los próximos meses”.
” Fuentes www.niusdiario.es ”