Los mejores tesoros son aquellos que no nos esperamos descubrir, y es que nadie se esperaría que en un pueblo de apenas doce habitantes hubiera un resort tan espectacular como es Torre de Úriz. El alojamiento toma el nombre de la localidad, que se esconde entre montañas, bosques y ríos, y nos espera con una decoración exquisita, un trato personalizado y un edificio histórico: nada más y nada menos que una torre del siglo XIII.
Una esmerada restauración
El pueblo de Úriz, en Navarra, no siempre fue tan tranquilo. En el pasado, period un lugar de nobles y caballeros que prestaron servicio a la monarquía del antiguo Reino de Navarra. Pero ahora, la paz y el silencio se ha apoderado de esta localidad del valle de Arce. Y ahí, despuntando sobre el horizonte, se alza entre las casas un edificio declarado de Bien de Interés Cultural, una esbelta torre medieval del siglo XIII construida en piedra.
Hace ya una década que el Gobierno de Navarra decidió financiar la restauración del edificio histórico, respetando todos los elementos originales. Y tras aperturas y cierres, el resort volvió a abrir sus puertas hace apenas cinco meses bajo la gestión de Jon Martínez e Iban Albizu.
El ambiente más acogedor
En este maravilloso resort boutique se ha mirado hasta el último detalle. La decoración es sumamente acogedora y combina a la perfección la tradición con la modernidad. Tan solo cuenta con seis habitaciones, tres en la torre y otras tres en el edificio contiguo, que nos trasladarán hasta la época medieval pero con la comodidad del siglo XXI. En este sentido, cuando el resort está al completo, hay el mismo número de huéspedes que de habitantes en el pueblo. Hace ya una década que el Gobierno de Navarra decidió financiar la restauración del edificio histórico, respetando todos los elementos originales. Y tras aperturas y cierres, el resort volvió a abrir sus puertas hace apenas cinco meses bajo la gestión de Jon Martínez e Iban Albizu.
A las habitaciones se suman los espacios comunes como su confortable salón, “donde los huéspedes podrán estar muy a gusto ahora que se acera el invierno”, nos comenta Jon Martínez. También cuenta con un comedor, un jardín y una terraza.
Productos locales
Otro de los puntos fuertes de Torre de Úriz es su compromiso con la sostenibilidad. En este sentido, en su oferta gastronómica (desayunos y cenas) apuesta por productos de proximidad y km 0. Por ejemplo, tal y como nos cuentan los gestores del resort, trabajan con los vinos de las Bodegas Maximo Abete, que “llevan dos mujeres, algo poco habitual en el mundo vitivinícola”, detallan. Otros ejemplos son los chorizos Maskarada o las mermeladas Aidin, que una mujer fábrica de manera artesanal y que ahora “vende a los mejores restaurantes de Navarra, incluidos los estrella Michelin”.
Por otro lado, tampoco podemos olvidarnos del espectacular entorno pure en el que se asienta el resort. El paisaje que le envuelve está marcado por cascadas, miradores, senderos, el embalse de Nagore y la espectacular Selva de Irati.
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