Comienza la cuenta atrás para la puesta en funcionamiento del Royal Hideaway Lodge de Canfranc Estación. De este modo se va a denominar al lujoso alojamiento que ocupará la Estación Internacional y que tiene previsto abrir sus puertas al público el día 24 de enero, estableciendo un hito en la historia del municipio. Para ello, el lodge viene registrando sus primeras reservas desde hace algunas semanas.
El establecimiento de 5 estrellas será gestionado por el Barceló Lodge Group, la división hotelera del Grupo Barceló, que hoy es la segunda cadena de España y una de las 30 más grandes del mundo por su número de habitaciones. Una cifra que se incrementará con la incorporación de este nuevo espacio en Canfranc, que estará dotado con 104 habitaciones repartidas en dos plantas.
Barceló apuesta por el talento oscense, situando en la dirección a María Bellosta, que es pure de Boltaña y cuenta con una notable experiencia en el sector hotelero, habiendo ya dirigido alojamientos en San Sebastián o Granada. Durante los últimos tres años venía dirigiendo el Lodge Monasterio de Boltaña -de la misma cadena- y ahora se embarca con muchas ganas en el proyecto de Canfranc Estación.
“Creo que un trocito de la Estación Internacional de Canfranc está en el corazón de todos los aragoneses”, aseguró, subrayando que “todo el equipo de Barceló Hotel Group estamos viviendo con muchísima ilusión la puesta en marcha de este proyecto por su importancia histórica, el valor patrimonial y la belleza que conserva intacta, así como el papel trascendental que va a jugar a partir de ahora, porque será un motor de desarrollo que nos permitirá seguir apostando por la provincia de Huesca”. “Como altoaragonesa no puedo estar más feliz”, agregó.
Desde el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Canfranc se barajaba dar este mes de diciembre el pistoletazo de salida al lodge, que abrirá durante todo el año. Al closing, sus primeros clientes se alojarán en los últimos días de enero, con lo que se pierde la Navidad, pero se llega a tiempo de sacar partido a la temporada de esquí, confiando en empezar a convertirse en una referencia para los usuarios de las estaciones de Astún y Candanchú.
“Todo el equipo está trabajando al máximo para cuidar hasta el último detalle de cara a la próxima apertura. Un hotel como este implica un proyecto de rehabilitación complejo que tiene por objetivo convertir este icono de Huesca en un hotel emblemático de la región”, comentó María Bellosta, añadiendo que “formar parte de la marca Royal Hideaway conlleva una serie de estándares característicos de un hotel de 5 estrellas que nos lleva a buscar la excelencia para conseguir nuestro objetivo: que Canfranc Estación sea uno de los mejores hoteles de montaña de Europa y que su reputación atraiga al viajero más exigente de cualquier punto del mundo”.
Creación de empleo
Sin duda alguna, el Royal Hideaway Lodge está llamado a marcar un antes y un después en la historia de Canfranc Estación, un municipio de 500 habitantes en el que está a punto de abrir sus puertas un establecimiento hotelero donde pueden llegar a trabajar un centenar de personas -una parte de ellas procedentes del entorno- cuando las instalaciones funcionen a pleno rendimiento.
Actualmente, el grupo Barceló se encuentra inmerso en el proceso de selección del private. De hecho, este pasado viernes seguían abiertas algunas ofertas en la net (barcelo.com). En este sentido, la directora del lodge se muestra “muy satisfecha por la gran acogida que estamos teniendo, habiéndose recibido muchas candidaturas, lo que nos demuestra el entusiasmo que existe por unirse a un proyecto tan especial”.
“Valoramos sobre todo el hecho de poder ofrecer una oportunidad de desarrollo profesional a las personas que ya viven aquí o a quienes están dispuestos a venir. El talento local es muy apreciado porque hará que el huésped perciba de primera mano la hospitalidad que nos define, convirtiéndose los empleados en los mejores embajadores”, señaló María Bellosta, convencida de que “se trata de una gran oportunidad que va a aportar grandes beneficios económicos y sociales a la región”.
La marca Royal Hideaway Lodges & Resorts, en la que se encuadra el lodge de Canfranc Estación, “está formada por hoteles-destino que se encuentran en localizaciones exclusivas y fuertemente vinculados a la cultura y al destino, a través de la creación de experiencias únicas e irrepetibles”.
“Estos hoteles-destino se convierten en puntos de referencia del lugar en el que se ubican y en los que el arte, la música, la gastronomía y la cultura ocupan un espacio preferente en la experiencia del huésped. Toda esta singular y única experiencia atraerá a viajeros nacionales e internacionales, comenzando por los franceses, los cuales tienen un fuerte vínculo histórico con la región y cuentan con el factor de la cercanía”, explicó la directora del lodge.
A su juicio, las expectativas son muy elevadas y “el interés generado desde el comienzo del proyecto ha sido espectacular”. “Contar con un edificio tan icónico, que es un símbolo y emblema de la región, hace que tanto locales como extranjeros tengan deseos de conocer y comprobar qué se ha llevado a cabo en él y quieran disfrutar de la experiencia”, concluyó.
Referente de la alta cocina
Por otro lado, Barceló Lodge Group llegó a un acuerdo con Eduardo Salanova y Ana Acín para que lideren el proyecto gastronómico del lodge. Chef y directora de sala respectivamente, son dos expertos en la alta cocina aragonesa y actualmente se encuentran al frente de La Venta del Sotón (institución de la gastronomía oscense fundada en 1967) y del Espacio N, un restaurante que se sitúa dentro de La Venta, siendo un espacio moderno-minimalista, que en 2021 fue galardonado con una estrella Michelín, en reconocimiento a su authentic cocina aragonesa de vanguardia.
La cadena hotelera aspira a convertir el Royal Hideaway Lodge en un alojamiento de referencia en el Pirineo, tanto a nivel nacional como internacional, convirtiéndose en un importante punto de atracción para el turismo de lujo. Propiedad del Gobierno de Aragón, el establecimiento conservará el valioso patrimonio de un edificio ferroviario con más de 90 años de historia, al tiempo que se abre a la más moderna gastronomía.
Eduardo Salanova ofrece una cocina creativa de inmejorable técnica, a la que añade guiños a antiguas recetas aragonesas y creaciones propias de vanguardia, donde el protagonista es el sabor. “En un lugar que ha significado tanto para la historia de nuestra región, la cocina tiene mucho que contar y aportar”, manifestó el chef, que precisamente es pure de Canfranc Estación.
Su ilusión es “ensalzar la gastronomía de nuestra tierra a través de recetas y propuestas innovadoras en las que la calidad estará por encima de todo”. Por su parte, Ana Acín creará un especial servicio de sala, donde los comensales pueden apreciar la unión entre cocina y sala, además de ofrecer un gran tratamiento y respeto por el vino.
El proyecto gastronómico en el que están trabajando Eduardo Salanova y Ana Acín para el lodge de Canfranc Estación incluye tres restaurantes, dos bares y una biblioteca. Cabe destacar los restaurantes gastronómicos y a la carta que se alojarán en dos vagones que se están rehabilitando, siguiendo el estilo clásico de los trenes del siglo XX.
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