Un cubano afincado en Miami ha recibido nada más ni menos que el reconocimiento de ser el hombre más feliz del mundo, distinción que logró por su explicit estilo de vida. Se trata de Mario Salcedo, un hombre que lleva más de 20 años viviendo en el mar y no es marinero, ni capitán de barco, sino que decidió no vivir en tierra firme e instalarse en cruceros que recorren distintas partes del mundo.
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El hombre saltó a la fama internacional cuando hace un tiempo atrás, la periodista del New York Occasions Lace Oppenheim grabó un documental de Salcedo en el que narraba su vida a bordo del Enchantment of the Seas, uno de los cruceros de la compañía Royal Caribbean en el que pasó un largo periodo.
Allí Mario contaba que después de trabajar toda la vida en el mundo de las finanzas y contar con una cierta estabilidad económica, tomó una determinante decisión. Es que el hombre veía que su vida se reducía a trabajar y trabajar, por lo que en 1997 decidió embarcarse en un crucero por primera vez en su vida. La experiencia fue la más gratificante de su vida y dos años después dejó todo para embarcarse en un viaje de no retorno.
“La gente viene aquí para pasar unas vacaciones. Yo no, yo estoy aquí para vivir mi vida. Vivir la vida en un crucero es básicamente escapar de la realidad: sales del mundo que conoces y dices, no quiero ser parte de ese mundo nunca más. Quiero crear mi propio mundo, mi propia realidad”, explicó en declaraciones a la prensa Mario tras más de dos décadas viajando.
La vida en un crucero
De esta manera, Mario Salcedo ha decidido alejarse de tierra firme y vivir en alta mar el resto de su vida. “No tengo hipoteca, no tengo que sacar la basura, no tengo que limpiar…”, confiesa Salcedo y añade que “ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer lo que quiero hacer”, comentó el ‘hombre más feliz del mundo’.
“Si hubiera querido hacer una vida en tierra, la habría hecho. Si hubiese querido tener hijos y una familia, no estaría aquí”, ha explicado Mario sobre los cuestionamientos que ha recibido más de una vez por vivir en un crucero.
Luego, de forma rotunda Mario explicó su felicidad: “Mi familia está aquí”, mientras pasea por la cubierta de los cruceros, se relaja tomando su whisky favorito, disfruta de los espectáculos nocturnos y sigue atento lo que pasa en el mundo a través de la televisión e web.
” Fuentes tn.com.ar ”