La voz de alarma lanzada desde Menorca por sectores como el turismo, la construcción y las inmobiliarias tras la aprobación del decreto ley de modificación de la Ley Turística y la moratoria de cuatro años para la creación de nuevas plazas de alojamiento no parece inquietar al Govern. El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, negó este viernes rotundamente que se vaya a producir una merma de inversiones y afirmó justo lo contrario, que las transformaciones para la modernización y sostenibilidad de las instalaciones que incluye la nueva normativa –y las ayudas públicas anunciadas para ello– serán capaces de mover más economía.
«No habrá ningún freno a la inversión, sino todo lo contrario. Habrá más de 60 millones de euros en ayudas directas que facilitarán inversiones muy importantes», defendió el conseller en la presentación de la nueva normativa que, junto a la presidenta del Govern, Francina Armengol, y la del Consell, Susana Mora, protagonizó este viernes en Maó. «Estamos hablando de cofinanciaciones, por lo tanto 60 millones generarán muchos más millones de euros de inversión en las cuatro islas y aquí de forma especial. La modernización en hoteles debe seguir generando inversiones».
En cuanta a las amplias críticas a la moratoria –este mismo viernes la Federación Hotelera de Mallorca cargó con dureza contra el Ejecutivo autonómico– desde el Govern defienden la necesidad de «parar para repensar si queremos seguir creciendo en volumen o hay que hacerlo en calidad, que es nuestra apuesta». La presidenta Armengol recordó que el decreto ley será tramitado como proyecto de ley para fomentar la participación y poner en valor los acuerdos alcanzados con patronales y sindicatos en materia de sostenibilidad, condiciones de trabajo, mejora medioambiental, modernización y simplificación administrativa. Tiró de memoria para recordar que «la Ley Turística del PP (2012) se aprobó sin ningún tipo de consenso y con tres decretos ley para subir alturas y aumentar plazas».
Trabajadores
La presidenta balear defendió un texto que calificó de «valiente y comprometido y subrayó que «por primera vez una norma turística pone en el centro a los trabajadores», en alusión a las medidas pactadas para mejorar el bienestar de los empleados. «Hasta ahora las leyes turísticas se centraban en el bienestar de los turistas, ahora buscamos garantizar la del trabajador».
En el ámbito medioambiental Armengol no solamente negó que la norma se haya hecho mirando a Mallorca, sino que aseguró que «Menorca se puede sentir orgullosa de su modelo territorial y turístico, el decreto tiene muy en cuenta el planteamiento turístico de Menorca porque es un modelo de éxito». Ambos destacaron que no solo hay que gobernar para el día a día «sino pensando en el futuro con el objetivo de hacer sostenible la principal industria de Balears, el turismo, de la que nos sentimos orgullosos».
Por su parte, la presidenta del Consell Susana Mora, reconoció que la ley «no está exenta de polémica» porque es «valiente, decidida y pionera, se avanza a nuestro tiempo». La socialista recordó que Menorca «siempre se ha visto obligada a frenar con el PTI medidas tomadas desde Mallorca» y defendió que «hay que hablar sin complejos de límites y es importante que la ley plantee límites. La normativa respeta nuestro modelo territorial».
La thought de Mora es que con esta nueva normativa «Balears se menorquiniza» y destacó que la moratoria permitirá el crecimiento en las llamadas Áreas de Reconversión Territorial (ART) de Menorca, las zonas que se diseñaron en 2003 para reubicar allí los crecimientos turísticos.
En cuanto a la duración de la moratoria (algunos entienden excesivo ese tiempo de cuatro años para definir los límites), Mora aseguró que «trabajaremos para reducir esos plazos».