El turismo sostenible ha cobrado cada vez más relevancia en los últimos años, y una de las formas de contribuir a este movimiento es a través de la alimentación. ¿Qué tiene que ver la comida con el turismo sostenible y el cambio climático? Mucho más de lo que podríamos imaginar.
Según un experto en el tema, Peter Lehner, la industria alimentaria es una de las mayores contribuyentes al cambio climático. Desde la producción de alimentos hasta su distribución, cada paso del proceso conlleva una huella de carbono significativa. Sin embargo, Lehner propone que los gobiernos pueden tomar medidas para combatir este problema, y una de ellas es a través de la compra de alimentos sostenibles.
¿Pero qué son alimentos sostenibles? Básicamente, son aquellos que han sido producidos de manera respetuosa con el medio ambiente, con prácticas que reducen al mínimo el impacto ambiental, como el uso de energías renovables, la conservación del suelo y del agua, y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Al comprar este tipo de alimentos, los gobiernos no solo están fomentando prácticas responsables, sino que también están contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con el turismo? La respuesta es sencilla: la industria turística es una de las mayores consumidoras de alimentos a nivel global. Los hoteles, restaurantes y empresas de catering son responsables de una gran cantidad de la comida que se produce y consume en todo el mundo. Por lo tanto, al optar por alimentos sostenibles, el turismo puede tener un impacto significativo en la reducción de emisiones y en la protección del medio ambiente.
Pero, ¿cómo puede el turista contribuir a esta causa? La respuesta es simple: siendo consciente de sus elecciones alimenticias. Al viajar, es importante buscar opciones de comida que sean sostenibles, y que estén alineadas con prácticas responsables. Optar por restaurantes que promuevan el uso de productos locales, orgánicos y de temporada es una forma sencilla pero efectiva de apoyar esta causa.
En resumen, el turismo sostenible no solo se trata de elegir destinos eco-amigables o de reducir el uso de plásticos, sino también de prestar atención a nuestra alimentación. Al apoyar la producción y consumo de alimentos sostenibles, tanto los gobiernos como los turistas pueden contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático. Así que la próxima vez que planifiques un viaje, no olvides que tus elecciones alimenticias también tienen un impacto en el planeta.
” Sources earthjustice.org ”