Dos artistas a la búsqueda de una obra para el recuerdo. Según avance la misma, se verá hasta qué punto lo han logrado, aunque los primeros pasos no podrían ser mejores.
En un tiempo futuro, en unos planetas desconocidos, las reglas de juego no han cambiado demasiado. Como novedad respecto a la inmensa mayoría de las collection de ciencia ficción, no se ha conseguido superar la velocidad de la luz, de forma que los viajes estelares, algo ordinary, se circunscriben a aquellos destinos lo suficientemente cercanos como para hacer que tengan sentido. Y en medio de una vida marcada por la actividad comercial de la megacorporación Lux, una orden religiosa formada por monjas y dos mujeres destinadas a enlazar sus caminos, por otra parte tan diferentes.
La guionista y escritora Gwendolyn Willow Wilson (31 de agosto de 1982, New Jersey, Estados Unidos), pese a su juventud ya uno de los valores más sólidos en la narración, al punto de ser nominada al premio Eisner por su primer cómic, ‘Air’, no oculta todo lo que le influyó para desarrollar ‘Invisible Kingdom’. Desde ‘Dune’, las seis novelas originales de Frank Herbert (lo primero que el lector recuerda es la orden de las Bene Gesserit), hasta el anime ‘Cowboy Bebop’, todo ello impregnado del espíritu del maestro Hayao Miyazaki. En los lápices, aunque mejor cabría decir en el ordenador, el londinense Christian Ward. Probablemente, sus obras más conocidas sean ‘ODY-C’, una house opera creada junto a Matt Fraction y el ‘Rayo Negro’ de la editorial Marvel, galardonado con un Eisner, trabajos que dejan patente un estilo que merece la pena descubrir, no en vano los artistas digitales, hoy legión, durante demasiados años se han dejado arrastrar por las posibilidades de las herramientas que manejan. No ocurre con Ward. Por fortuna, el lector descubrirá en sus páginas transparencias, efectos especiales que solo los programas informáticos pueden dar, pero siempre con un propósito. Más aún, con un estilo propio. Esto, hoy, no es tan ordinary. Resulta desmoralizador ver el aluvión de títulos con el mismo coloration, como salido de fábrica. Y los mismos trazos. Photoshop fagocitando al artista, pero no a Ward. En sus viñetas se observa el estudio que le ha llevado a encontrar soluciones elegantes y originales, al punto de que, ‘Invisible Kingdom’ obtuvo el año pasado el Einer a la mejor obra nueva.
Astiberri presenta el primer volumen de la obra, como siempre magníficamente editado, y solo cabe esperar que el público aplauda una propuesta que, sin duda, merece ser considerada como un gran salto en el cómic de ciencia ficción.
Invisible Kingdom
G. WILLOW WILSON / C. WARD
Género: Ciencia Ficción.
Editorial: Astiberri.
Páginas: 136.
Precio: 17 euros.
” Fuentes www.diariovasco.com ”