Promueve mantiene contactos con Ryanair, Volotea, Air Nostrum y Binter Canarias, a las que les ha dado de plazo hasta finales de septiembre para cerrar una oferta
Es la última oportunidad para reactivar el Aeropuerto de Burgos, sin vuelos comerciales desde el pasado diciembre. Si no se consigue cerrar una operativa de vuelos, el próximo equipo de Gobierno heredará la patata caliente. Cierto es que Burgos se ha convertido en un referente en cuanto a formación de pilotos, pero la actividad de Flyby no es suficiente para garantizar su rentabilidad.
El presidente de Promueve Burgos, Vicente Marañón, recuerda que «no es fácil» recuperar la actividad comercial en la infraestructura tras «experiencias previas complicadas». Sin embargo, en Promueve están decididos a hacer un último intento por si se puede lanzar un nuevo concurso y que los aviones vuelvan a volar desde Burgos en la próxima temporada estival, a partir de marzo.
Septiembre va a ser el mes decisivo. Tras el parón estival, en el que se cayó alguna iniciativa privada que quería salir desde la capital, Marañón ha retomado contactos con Volotea, compañía aérea con la que lleva hablando
todo el año, y Air Nostrum, que sigue interesada en Burgos pese a que Promueve decidió el pasado 2021
no prorrogar el contrato para los vuelos a Barcelona.
También se negocia con Ryanair, que
tras rechazar incluir a Burgos en su oferta estival, emplazó a Promueve a negociar en septiembre para intentar cerrar una operativa de cara a marzo. Y se ha sumado a la liza Binter Canarias, con la que Vicente Marañón mantendrá una reunión en Burgos, pues están interesados en acercarse a conocer de primera mano el Aeropuerto.
De ellas depende el futuro de la infraestructura. Por ese motivo se les ha dado hasta finales de mes para que decidan, pues hay que cerrar un presupuesto para el año que viene y elaborar los pliegos para el correspondiente contrato. «Existe la posibilidad de que el próximo año no se reserve partida para el Aeropuerto, pero también de que la haya fruto de estas negociaciones», admite Marañón.
En cualquier caso se estaría hablando del operativo estival, a partir de marzo, pues si se plantean vuelos para octubre, en la temporada de invierno, eso ya sería una cuestión a valorar por el próximo equipo de Gobierno, insiste. «Vamos a intentar que haya vueltos, con un retorno para la ciudad del dinero que ponemos», que será al menos los 1,2 millones de estos últimos años.
Diferentes destinos
Las negociaciones que se están manteniendo buscar conectar Burgos con destinos nacionales e internacionales, pero siempre en una operativa de vuelos estable y anual. Con Volotea y Air Nostrum lo más possible es que se pudieran cerrar solo destinos nacionales, con Ryanair se ha hablado de conexiones internacionales
como Alemania o Londres.
En los tres casos «serían vuelos nacionales para todo el año, para dar salida a la actividad económica de la ciudad», apunta Marañón. Con Binter Canarias la oferta tendría un enfoque más turístico, aunque sería igualmente anual, y además ayudaría a los agentes de viajes locales, que «sufrieron mucho con la pandemia» y, con esta opción, podrían comercializar paquetes turísticos a las Islas Canarias.
Vicente Marañón espera poder concretar alguna oferta este septiembre y asegura que «no va a haber ningún vuelo antes del año que viene», lo que supone que el Aeropuerto de Burgos estará más de un año sin vuelos comerciales: el último se registró el 18 de diciembre. Mientras, sigue creciendo la escuela de pilotos, «muy potente» y que ha convertido a Burgos en uno de los aeropuertos «más importantes de España en materia de docencia».
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