El turismo y la dieta libre de gluten: ¿qué debes saber?
Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras que podemos tener en la vida, pero para las personas con enfermedad celíaca, hacer turismo puede presentar algunos desafíos adicionales. La enfermedad celíaca es una condición autoinmune que afecta a alrededor del 1% de la población mundial y se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en el trigo, la cebada y el centeno. Esto significa que las personas con enfermedad celíaca deben seguir una estricta dieta libre de gluten para mantenerse saludables.
Afortunadamente, en los últimos años, la conciencia sobre la enfermedad celíaca y la dieta libre de gluten ha aumentado, lo que ha llevado a una mayor disponibilidad de alimentos libres de gluten en restaurantes, hoteles y destinos turísticos de todo el mundo. Sin embargo, viajar sigue siendo un desafío para muchas personas con enfermedad celíaca, ya que deben ser muy cuidadosas con lo que comen para evitar enfermarse.
Si eres celíaco o viajas con alguien que lo es, hay algunas cosas importantes que debes tener en cuenta. En primer lugar, es importante investigar y planificar con anticipación. Antes de viajar a un nuevo destino, tómate el tiempo para investigar los restaurantes que ofrecen opciones sin gluten y haz reservas en aquellos que sean seguros para ti. Además, si te hospedas en un hotel, asegúrate de informar al personal sobre tus restricciones dietéticas para que puedan prepararse adecuadamente.
Además, considera llevar contigo algunos alimentos sin gluten en caso de que no encuentres opciones seguras durante tu viaje. Barritas de granola, frutas frescas, frutos secos y bocadillos sin gluten son excelentes opciones para mantener el hambre a raya mientras estás fuera de casa.
Otra cosa importante a tener en cuenta es la comunicación. Aprender algunas frases básicas en el idioma local para explicar tu situación puede ser de gran ayuda. Además, lleva contigo una tarjeta o documento que explique claramente tus restricciones dietéticas en el idioma local, para poder mostrarlo en los restaurantes donde la comunicación pueda ser más difícil.
Finalmente, no tengas miedo de preguntar. Cuando comas fuera, no dudes en preguntar al personal sobre los ingredientes y la preparación de los platos. Es importante ser firme en tus necesidades y no tener miedo de rechazar un plato si no estás seguro de que sea seguro para ti.
Viajar con enfermedad celíaca puede ser desafiante, pero con la planificación adecuada y un poco de precaución, es posible disfrutar de experiencias turísticas increíbles en cualquier parte del mundo. Con la creciente conciencia sobre la enfermedad celíaca, la oferta de alimentos sin gluten continúa expandiéndose, lo que hace que viajar con esta condición sea cada vez más accesible. Así que no dejes que la enfermedad celíaca te detenga: ¡sal a explorar el mundo y disfruta de la maravillosa aventura del viaje!
” Sources www.refinery29.com ”