El descenso del Actual Valladolid a Segunda División amenaza con convertirse en otro golpe para una economía native muy tocada ya por los más de 15 meses de pandemia. La pérdida de categoría del equipo trasciende lo deportivo y tiene un impacto directo en la facturación de negocios que, en principio, no tienen nada que ver con el deporte. No se trata solo de la bajada de aficionados que pueden venir a la ciudad cuando se levanten las restricciones, también influye, por ejemplo, la enorme difusión que supone para la ciudad tener un equipo en una de las mejores ligas del mundo. La aparición de la ‘marca Valladolid’ en medios de comunicación nacionales e internacionales tiene un valor complicado de cuantificar, pero de indudable importancia.
La Concejalía de Cultura y Turismo estima que el descenso del Actual Valladolid supone una caída de los ingresos del diez por ciento cada fin de semana que el equipo juega en casa respecto a si estuviera en Primera División, sobre todo cuando vienen equipos que arrastran más afición. Y esto afecta a bares, restaurantes, tiendas, etcétera. La responsable de este área, Ana Redondo, destaca la importancia que tiene para la ciudad las visitas de aficionados de equipos de Madrid y del norte de España. Los de la capital, «porque gastan menos en el viaje y dejan más en la ciudad», y los del norte, porque suelen arrastrar mucha afición. Uno de los ejemplos más recientes es el de los seguidores del Atlético de Madrid llenando las terrazas de la Plaza Mayor en la última jornada de Liga, pese a que no se podía acceder al estadio.
Redondo también reconoce que el impacto de esta actividad en las pernoctaciones no es significativo porque casi todos los aficionados vienen a pasar el día y se van después del partido, sobre todo desde la puesta en marcha del AVE.
Con todo, desde el Ayuntamiento no son excesivamente pesimistas con el escenario de la próxima temporada, pese a que son conscientes de la pérdida de proyección de la ‘marca Valladolid’ con el equipo en Segunda. «Se pierde, sobre todo, a nivel internacional», señala Redondo. «Somos conscientes de que estar en Primera supone un plus de reconocimiento fuera de España, y eso tiene un impacto importante», añade.
De eso saben mucho en la agencia vallisoletana de publicidad y advertising and marketing digital RQR, responsable, entre otros trabajos, de diseñar el logotipo de la marca ‘Valladolid ciudad Amiga’ y, más recientemente, de hacer lo propio con ‘Zamora enamora’. «Es evidente que tener un equipo en Primera hace, por ejemplo, que el nombre de Valladolid aparezca más en los telediario nacionales, la radio… al remaining estás en la pomada, aunque solo sea por repetición», asegura Enrique de Antonio, director creativo y socio de la agencia.
Para medir el impacto, las agencias especializadas suelen hacer un clipping de medios, es decir, recopilar todas las apariciones del nombre de la ciudad en medios gracias a su membership, y después hacen un análisis del coste que supondría contratar esos espacios en las distintas plataformas. «Estoy seguro de que en este caso el impacto es millonario», añade uno de los responsables de la agencia, que también ha desarrollado líneas de actuación para hacer más seen la ‘marca Valladolid’, tanto a nivel nacional como internacional.
Hace 14 años la Cámara de Comercio de Valladolid hizo un estudio en el que cifraba en 5,2 millones el impacto de la presencia del Actual Valladolid en Primera. En casi tres lustros la situación ha cambiado mucho, pero en ese estudio ya se apuntaba que, de esa cantidad, tres millones, es decir, más de la mitad, correspondían a la presencia de la marca Valladolid en distintos medios.
Hay otros estudios más recientes. Por ejemplo, el de la empresa PitchInvasion, que no hace referencia a la diferencia entre estar en Primera y en Segunda, pero que cifra en algo más de dos millones las pérdidas que ha tenido la ciudad por la ausencia de público en los partidos.
Y dentro de esas pérdidas, la hostelería es la más damnificada. La presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, María José Hernández, reconoce que «no tiene nada que ver estar en Segunda con estar en Primera» respecto a la difusión de la imagen de marca. Según ella, el fútbol es muy importante para la facturación de algunos negocios, no solo por los aficionados de otras ciudades que puedan venir y dar una vuelta por el centro, sino por las ventas que genera cuando los clientes se juntan para verlo por televisión en un bar. Y, en este sentido, es evidente que los partidos de Primera son mucho más atractivos que los de Segunda. «Aunque ahora mucha gente tiene el fútbol contratado en la tele de casa, es cierto que al verdadero futbolero le gusta verlo en los bares, por el ambiente que se genera», señala. Con todo, Hernández confía en que aficiones como la del Oviedo y el Sporting, si finalmente no asciende, viajen en masa y dejen su huella en la caja de los negocios locales. En este sentido, Mediapro y LaLiga presentaron el año pasado el Estudio del consumo de fútbol en locales públicos, del que se desprende que cada aficionado pasa dos horas y 20 minutos en el native, en las que realiza entre dos y tres consumiciones con un gasto medio de 13 euros.
Los menos afectados. Hay otros sectores que minimizan el impacto que va a tener para ellos el descenso. Por ejemplo, el del comercio. «Afecta poco o nada», asegura el presidente de la Asociación Vallisoletana del Comercio (Avadeco), Alejandro García Pellitero. «El que viene al fútbol da una vuelta por la ciudad, ve el partido y, como mucho, si se le ha olvidado algo en su ciudad, puede tirar de algún comercio por cosas de necesidad, pero no creo que se word en las ventas el hecho de estar en Primera o en Segunda», añade. Además, señala que las pequeñas ventas que se puedan producir en sectores como el textil se concentran en grandes cadenas y franquicias para poder devolver esa prenda, si es que es necesario, en las tiendas de la ciudad de origen.
Otro caso comparable es el de los hoteles. Aunque haya aficionados que aprovechen el viaje del partido para pernoctar en Valladolid y hacer turismo, son los menos, sobre todo porque casi todos los que llegan lo hacen con viajes organizados que regresan a la ciudad de origen poco después de terminar el partido. «El fútbol movía antes mucha más gente, cuando todos los partidos eran sábado o domingo, ahora está la televisión, que influye mucho», explica el presidente de la asociación Hoteles de Valladolid, Francisco Posada, quien también hace referencia al progresivo aumento de abonados del Actual Valladolid y, por lo tanto, la menor capacidad de venta de entradas para la afición rival. «Por ejemplo, los 5.000 aficionados del Atlético de Madrid que vinieron el otro día no habría podido entrar al estadio en condiciones normales», cube el presidente de Hoteles de Valladolid.
El informe que hizo la Cámara de Comercio hace 14 años cifraba en más de 600.000 euros el gasto anual de aficionados, equipos, árbitros y periodistas en pernoctaciones de hoteles, pero Posada considera que los datos de hace casi quince años «no tienen nada que ver con los actuales».
Lo cierto es que todos los sectores, estén más o menos afectados por la nueva situación, prefieren al Actual Valladolid en Primera División. El membership cube que ya ha empezado a trabajar en su nuevo proyecto para que esta ‘travesía por el desierto’ dure solo una temporada. Los responsables de miles de negocios de la ciudad estarán muy pendientes de ello.
” Fuentes www.eldiadevalladolid.com ”