Carriola.Redacción.20.05.23
Durante muchos meses vimos en Marín un enorme barco en las gradas de la antigua Factoría Naval que se dedicaba casi en exclusiva a la construcción de veleros de lujo. Aquella estructura, con la consecuencia de la quiebra de la empresa del astillero, parecía destinada a convertirse en “ferruxe” pero alguien tomó la decisión de acabar su construcción en Vigo
Al puerto de la ciudad olívica fue trasladado semejante construcción que ya contaba en su interior con gran parte de la que era su infraestructura incluidos motores y demás, según decían por entonces pero le faltaba mucho por hacer para convertirlo en lo que se había anunciado como uno de los mayores veleros del mundo destinado a ser un crucero de superlujo que había sido encargado en el año 2007 al astillero marinense.
El Sea Cloud Spirit mientras estuvo en la grada de Factoría Naval antes de ser trasladado a Vigo
En Marín nunca más supimos de aquel mastodonde marino que fue remolcado rumbo a Vigo donde finalizaron su construcción y puesta a punto, habiendo sido entregado a sus propietarios en el año 2021, con cierto retraso respecto a la fecha prevista, a consecuencia de la pandemia.
Regreso a Galicia
Pues al “Sea Cloud Spirit” le ocurrió como al patito feo del cuento de Andersen y ya navega por los mares del mundo con la elegancia que le da el despliegue majestuoso de sus velas, como el pato del mencionado cuento que se convirtió en un bello cisne. Y con esa planta regresa a Galicia para recalar mañana en Vigo a donde arribará sobre la una de la tarde. Después. Si as informaciones que llegan a carfriola son exacta, se trasladará al puerto de Vilagarecía.
El cuarto mayor velero del mundo en la actualidad cuenta con tres mástiles de impresionante altura aunque creemos recordar que, con respecto al primitivo diseño, hubo de ser rebajada dicha envergadura para que el velero pudiera pasar bajo ciertos puentes del mundo. Tiene una eslora de 125,7 metros y 17,20 de manga con un calado de 5,56 metros. Además de las velas dispone de una propulsión diésel-eléctrica que le proporcionan dos motores Siemens de 1.700 kw cada uno. A vela puede alcanzar los doce nudos de velocidad.
El lujoso crucero lleva a bordo una tripulación de ochenta y cinco personas además de los clientes que tengan la suerte de poder surcar los mares con la magia de la propulsión a vela.
” Fuentes carriola.es ”