La emoción y el entusiasmo eran más que evidentes en las miradas de los cientos de empleados a bordo del Explorer of the Seas durante su viaje de prueba efectuado del 29 al 31 de octubre, que zarpó desde San Juan, el cual será su puerto base por los próximos cinco meses a partir del 7 de noviembre.
Si decimos que notamos la alegría de la tripulación en sus miradas es porque todos usaban mascarillas. Aún así podíamos ver sus sonrisas en los botones que cada uno llevaba en su solapa con una foto de su rostro completamente descubierto. Habían pasado 18 meses desde la última vez que recorrieron los pasillos de este crucero de la línea Royal Caribbean. La pandemia los mantuvo detenidos primero en los puertos en donde los tomó el cierre international por la pandemia del COVID-19 y luego, cuando pudieron, llegaron a sus hogares a esperar por que el mundo se asomara a cierta clase de normalidad.
Pero aquí estaban, con todo el deseo de poner en marcha e implementar los estrictos protocolos que sigue Royal Caribbean –como parte de la industria de cruceros- para retomar su actividad.
Vale la pena explicar que, aunque el Explorer of the Seas cuenta con capacidad para 3,114 pasajeros, en este viaje de prueba apenas navegaron unas 200 o 300 personas, en su mayoría, profesionales de la industria del turismo, como representantes de agencias de viaje y sus familiares e invitados que hubiesen cumplido con los requisitos para poder abordar.
El protocolo de seguridad comienza desde antes de abordar. Hay que realizarse una prueba de antígeno o PCR, 48 horas antes de zarpar, para mostrar su resultado negativo en el puerto. Estar completamente vacunado facilita mucho el proceso de entrada, así como el desplazamiento y el entretenimiento a bordo, pues hay eventos y espacios designados solo para vacunados. Una vez adentro el uso de mascarilla es requerido en todo momento y lugar, a menos que el private indique lo contrario.
Una vez dentro del Explorer of the Seas, hay estaciones con “hand sanitizer” colocadas a la entrada y la salida de cada espacio común, sean piscinas, terrazas, tiendas, restaurantes, ascensores y comedores. Y creánme, que no hay cabida para no desinfectarse las manos, pues allí, al lado de cada estación, hay un integrante de la tripulación para recordárselo amablemente.
El Explorer of the Seas se destaca por su amplitud y comodidad, ambientación agradable, por su extensa oferta gastronómica y su variedad en cuanto a opciones de entretenimiento diseñadas para satisfacer desde el pasajero más atlético y dinámico hasta el que simplemente quiere que lo acaricie la brisa sin estrés alguno. Pero hay algo que sobresale y esto es el servicio y la atención de su equipo humano, pendiente siempre al mínimo detalle para que la estadía de cada pasajero resulte placentera.
Para los amantes de la acción y los deportes, el Explorer of the Seas cuenta con Circulate Rider, un simulador de olas, así como con una pared para escalar. Para relajarse, el área de las piscinas cuenta con una pantalla gigante donde cada noche se proyectan películas de reciente estreno. El crucero también tienen un on line casino, lounges y bares para saborear su bebida favorita, una amplia variedad de tiendas con mercancía como ropa, calzado, carteras, relojes, perfumes y licores, así como con dos teatros, uno de dos niveles donde cada noche se ofrece un espectáculo distinto, sea musical o de comedia, y otro donde se presenta la producción de patinaje sobre hielo “Spirits of the Season”.
La variedad en cuanto a ofrecimiento gastronómico es amplia. El Explorer of the Seas ofrece en el comedor Windjammer una variedad de alimentos para satisfacer a cualquier paladar, que incluye platos ideados para personas que no consuman carne, azúcar o gluten. Este lugar funciona como un bufé, pero tal y como se ha impuesto a partir de la pandemia, es el private quien se encarga de servir los alimentos.
Para una experiencia culinaria más exclusiva, están los restaurantes especializados como Izumi Sushi and Sizzling Rocks, de comida oriental; Giovanni’s Desk, de inspiración italiana; Chops Grille, con las carnes de alta calidad como protagonistas y Chef’s Desk, con oferta de cocina internacional.
Para los antojos a cualquier hora está el Café Promenade. También está Johnny Rockets para quienes no pueden vivir sin degustar una gran hamburguesa.
La experiencia en Izumi Sushi and Sizzling Rocks fue encomiable. Excelente carta de vinos y un menú de sushi con opciones como el “Salmon’s Lover” y el rollo de la casa, el Izumi, que combinaba las técnicas de sushi y tempura: inolvidables. Pero igualmente inolvidable fue el diálogo con nuestro mesero, Cifon, proveniente de la India. Cuando rememoró los trece meses que vivió en su país natal, en medio de la pandemia, sin saber si podría volver a trabajar en lo que tanto le gusta, sirviendo a los pasajeros a bordo del Explorer of the Seas, su voz se entrecortó por unos segundos.
La corta travesía de este crucero de prueba incluyó una parada en Sint. Marteen. El Explorer of the Seas ancló en el puerto de Philipsburg, la capital del lado holandés de esta pequeña isla caribeña que comparte en su costa norte, con Saint Martin, el lado francés. Allí también se pudo disfrutar de la amabilidad de los vecinos caribeños. El arribo de los turistas pareció tomar por sorpresa a más de uno en la pequeña ciudad, dado a que más de una persona nos preguntó: “¿Está bajando gente de los cruceros?” Resulta que, aunque a easy vista se podían divisar cuatro barcos en el puerto, por mucho tiempo durante el pasado año, éstos paraban pero nadie bajaba, pues solo llegaban para abastecerse para su tripulación.
Como es de esperar, fueron muchos los pasajeros quienes a su regreso al Explorer of the Seas venían cargando con uno de los apreciados quesos holandeses que allí se venden.
En resumen, este crucero de prueba resultó todo un éxito. A la tripulación del Explorer of the Seas no se les escapó ni un detalle en este gran ensayo para volver a navegar con pasajeros.
La buena noticia es que el Explorer of the Seas tendrá a San Juan como su puerto principal de partida desde el 7 de noviembre de 2021 hasta el 24 de abril de 2022. Durante este periodo realizará viajes de siete días por el Caribe, que incluirá paradas en Saint Thomas, Saint Croix, St. Marteen, St. Lucia, Barbados y St. Kitts.
En este regreso a recorrer los mares, los cruceros navegaran con apenas un 40% a 50% de su capacidad de pasajeros. El por ciento irá en aumento según se siga comprobando que con los protocolos establecidos hasta el momento, no ocurren contagios con COVID-19 a bordo.
El Nuevo Día participó de este viaje de pruebas de la línea de cruceros Royal Caribbean y su barco Explorer of the Seas, mediante una invitación de Travel Planners y Expedia Cruceros.
” Fuentes www.elnuevodia.com ”