Se asegura de que la medida afectaría a los puestos de trabajo y el bienestar tanto de usuarios como de chóferes
De cara a septiembre, la Empresa Municipal de Transportes Públicos de Tarragona (EMT) implantará el horario de invierno para sus líneas de autobuses. Como cada año. El comité de empresa advierte, sin embargo, que la mayoría de actuaciones que últimamente está llevando a cabo la compañía se dirige hacia un mismo destino: reducir viajes. La problemática se remonta al pasado mes de abril, cuando se convocó una huelga con el objetivo de mejorar la estructuración de la plantilla. Fuentes del comité aseguran que en la temporada de invierno que se acerca habrá dos servicios de autobuses menos que en el ejercicio anterior, fenómeno que se traduce en un decalaje de 14 horas de producción por día. Además, se explica que, desde el pasado abril, ya se han eliminado una media de dos viajes por cada autobús que circulaba los fines de semana. «Con todo eso, se evidencian tres cosas», comentan fuentes del comité: un descenso de la frecuencia de paso de los vehículos, que los autobuses irán más llenos y que estas medidas afectarán a los chóferes y los puestos de trabajo actuales. «Todo eso, en la calle, se está notando o se notará», se avisa.
En un momento en que el número de pasajes vuelve a acercarse a los datos prepandemia, se considera que una reducción de los servicios tendría un efecto nefasto en los usuarios, que serían los principales damnificados por la situación. «Es evidente que la covid todavía existe. No sería la primera vez ni la última que se quejan de que van embutidos como sardinas y es evidente que se correrá el riesgo, por no decir que sucederá, que los usuarios y las usuarias se quedarán sin poder subir en muchos viajes», critica al comité. Con todo, desde el EMT se informa de que los reajustes horarios no implicarán reducciones de viajes. «Cada año se hace un estudio de las líneas que van más vacías y se hará un reajuste para maximizar el servicio, pero reducciones como tal, no», se comenta. En la misma línea, se explica que «se está trabajando técnicamente» para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, tal como se aceptó al desconvocar la huelga.
A pesar de todo, desde el comité se apunta que, en estos momentos, la situación está «igual o peor». «Desde que firmamos el acuerdo el 12 de abril, se dio un mes y medio para ver cuál period la solución. Vamos hacia cuatro meses», se señala. No obstante, se prefiere ser optimista «hasta que alguien nos diga que eso no se hará». «Hoy por hoy, la palabra imposible no la hemos oído», concluyen fuentes del comité.
La anulación de la parada Instituto reaviva el caso del accidente de una anciana
El día de Sant Magí de 2021, la vida de Maria Pilar Cuchí cambió para siempre. La mujer, de 89 años, se cayó al bajar del autobús en la parada Instituto, ante el centro de exámenes de la DGT, un accidente que le provocó la fractura de tres costillas y de la clavícula. La rampa que da acceso al centro coincidía con la puerta del autobús, motivo por el cual la distancia entre vehículo y acera period superior del routine. El seguro de la EMT indemnizó a la familia con 4.400 euros, pero Jordi Durró, hijo de Cuchí, recrimina que la compañía no aceptó considerar el caso como un accidente de tráfico. «Nos dieron negativas siempre», critica. Desde la empresa de transportes, se argumenta que el autobús no estaba circulando, sino que estaba parado, motivo por el cual se ajustó la reclamación «al tipo de accidente». Con todo, la anulación de la parada Instituto hace unas semanas hizo reavivar el caso en casa Durró Cuchí. «No puedo entender cómo la EMT reconoce su error al anular la parada , pero no quiere hacerse cargo del accidente», lamenta Durró. Desde la empresa, se asegura de que el caso se cerró al pagar la indemnización, ya que la familia no hubiera cobrado el dinero si no hubiera estado de acuerdo con la suma. «No entendemos que digan que la EMT no se hace cargo de eso, porque sí que se ha hecho», se concluye.
” Fuentes www.diarimes.com ”