Aunque las tiendas de barrio suelen ser optimistas ante ?una nueva temporada, la de primavera-verano cuentan que no acaba de arrancar entre la disaster energtica, el covid y la prioridad de muchos de gastar ahora en bares o vacaciones
La esperanza es lo último que se pierde y a ella es a la que se aferra el comercio native de Vitoria para poder seguir tras sus mostradores en esta campaña de primavera-verano. Patricia García, gerente de Gasteiz On, la plataforma para la promoción del comercio urbano, recuerda que antes de Semana Santa la situación period “un poco de desaliento porque al final todo lo relacionado con el encarecimiento de la materia prima, con la huelga del transporte, más todas las noticias vinculadas a la guerra de Ucrania paralizaron el consumo”.
Los clientes, por tanto, por marzo no se animaban a entrar tanto a los establecimientos o a sacar tanto la cartera cuando estaban frente a su caja registradora. “No habían ventas, no entraba la gente, porque más bien pensaban cuánto iban a pagar de calefacción el mes que viene y cuánto iba a suponer esa derrama. De hecho, hicimos un pequeño informe que enviamos a instituciones, como el Gobierno Vasco, porque así nos lo pidieron, donde venía la propuesta de adelantar los bonos de comercio a junio-julio (una iniciativa que finalmente se hará hasta el 3 de julio ya que el nuevo Euskadi Bono Denda inyectará más de cinco millones de euros para reforzar la reactivación de ventas), y creemos que eso va a ser muy positivo”.
Con el fin de conocer de primera mano cuáles son las perspectivas del comercio native ante como se les presenta esta campaña de primavera-verano, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha consultado a varios establecimiento asociados de Gasteiz On, de diferentes sectores. Y la respuesta es que la temporada, de momento, no acaba de arrancar.
En tiendas de alimentación como las de Charcutería Frutería Mari Mar(calle Adurza, 10), Javier Legarda, su responsable junto a su esposa Mari Mar, cuenta que “la verdad es que en cuanto a ventas, no hay mucha alegría. La gente no está por consumir”.
Al closing, como cube, es por “la suma de todo”, como la subida de precios, “que no se ha visto otra desde hace muchos años, es semana a semana, sea del producto que sea”, más el de la energía, la guerra, “porque quieras o no, ha incidido de manera directa”. En consecuencia, han subido mucho los precios, “entonces, la gente se retrae al comprar o no lo hace con la alegría de antes”.
Subida de precios Y para muestra, toda la fruta y charcutería que se pueden adquirir en sus locales. “Yo creo que no hay artículo que no haya subido el precio. Al final, se ha tocado absolutamente todo: da igual un jamón, que un chorizo, que lo que sea”. Y ellos, como comerciantes, tampoco pueden hacer mucho más para contener los precios porque de lo contrario, entrarían en pérdidas, “sí que es cierto que nosotros alguna subida la hemos aguantado porque ya se estaba disparando el producto, pero al final tienes que aplicar el porcentaje de subida porque de lo contrario, no haces nada. Por eso no te queda al final más remedio que subir sí o sí”.
En consecuencia, en comparación con la primavera-verano de 2021, cree que la precise “se presenta peor porque el año pasado, como todavía estábamos en pandemia, la gente se ‘ha sujetado’ bastante a la hora de salir, sobre todo, con las vacaciones, pero ahora, como hay carta libre, creo que, al menos en alimentación, va a ser una temporada mala porque la gente está deseando salir. En cuando ven un rayo de sol, vuelan. Considero que prima más el ocio y el estar por ahí, que quedarte en casa para comer”.
Como medidas, para paliar esta situación, Legarda, además de desear que acabe el conflicto bélico, propone “que intenten bajar los precios que hacen que la inflación esté tan disparada para intentar que con el paso del tiempo, vuelva un poco todo a la normalidad. La gente cuando compra, se da cuenta de que tiene que pagar más dinero y se lleva menos, con lo cual, evitas ciertos productos”.
En Susana Armas Decoración(Adriano VI, 8) su gerente, Susana Armas, declara que respecto a esta temporada andan “con un poco de miedo porque como la gente ha empezado a viajar y a hacer sus planes de vacaciones, parece que solo piensan en eso y en marzo, por ejemplo, se notó un bajón, que ya esperábamos, y que ha sido general por lo que he estado escuchando”.
Y todo influye, como cube, “si en las casas hay más gasto fijo por temas de calefacción o gasolina, la gente guarda menos dinero para decoración y cosas que se pueden considerar más superfluas. También ha influido que después del covid la gente prioriza el salir y en irse a la playa y gasta el dinero en eso, por lo menos en el área de decoración, donde los dos años anteriores notamos un subidón tremendo porque como la gente pasaba más tiempo en casa y tenía dinero, no se lo gastaba en otras cosas. Fuimos beneficiados por una vez porque la decoración siempre suele ser lo último en un presupuesto familiar”.
Aunque, como matiza, también preveía que luego las ventas se iban a ralentizar “porque todas las que hemos hecho estos años ya están hechas y ahora la gente necesita ocio”.
Entre las peticiones que les hacen los clientes para proyectos de hogar, “se nota que quieren cosas más alegres en cuanto a que el estado de ánimo necesita un poco de alegría, de luz en la casa”. Las alfombras y cojines vienen, por ejemplo, con más coloration, “aunque las piezas más grandes como sofás y paredes, siguen tendiendo a ser neutras. También se hace cada vez más poner un papel pintado o un fotomural, que en vez de con paisajes, vienen más con dibujo figurativo”.
En la tienda de moda Dor&Dor (Comandante Izarduy, 24) las ventas no están mucho mejor, como lamenta su responsable Dorleta Ogueta: “Esta temporada de primavera-verano se presenta muy dura, como está siendo todo, aunque ahora mismo hacer previsiones de cómo se presentan las cosas es muy difícil porque hay días de mucho y demasiados días de poco”.
“A cero” Incluso el tiempo, el gran aliado para animar la entrada a las tiendas, ya no parece serlo tanto. “Algo de influencia tiene, pero como antes ya no. El sábado pasado, por ejemplo, hizo un día maravilloso pero yo me marché a casa a cero. Y el lunes, en cambio, fue un día en el que apeteció comprar más”, ilustra.
El mes de marzo, “fue fatal. Antes de que empezara la guerra de Ucrania, la sensación era diferente y se les veía más animados. Hubo una semana como que todo era más acorde, pero tras la subida de la energía, la gente se ha asustado, ya sea por miedo o porque no quiere comprar. Son facturas que al final las tenemos todos y ya no solo de casa, sino la de tu comercio”.
Y las ventas de abril le han ido “peor que en el confinamiento. Entre marzo y abril a mí me hace replantearme si seguir adelante porque no sé lo que va a pasar”.
Al igual que el resto de tiendas consultadas, Ogueta también cree que la gente ahora prefiere ahorrar para gastarlo luego en vacaciones o en ocio. “De hecho, estoy convencida de que este año toca vacaciones. ¿Qué prefieres: comprarte ropa o irte de vacaciones? Otros años abro en Semana Santa y este, ni me lo he planteado”.
Tampoco ha notado la reactivación del sector de bodas o comuniones. “Este año ni siquiera he vendido un traje para una comunión, un bautizo o boda. Nada. He hablado con otros compañeros del textil y de otros gremios y su situación es parecida. Se está notando en todo. En mi opinión, la hostelería es la que mejor está saliendo ahora junto con las agencias de viaje, pero en textil está siendo muy difícil, los precios incluso hay que ponerlos a los de costo. Es una pasada”.
Así que en comparación con la campaña primavera-verano de 2021 “está mucho peor”. Por eso, como medidas para revertir esta situación plantea la bajada de impuestos “para ayudar al comerciante porque se paga muchísimo. Al final de un beneficio que te sacas, te quedas con un sueldo miserable porque todo se lo lleva Hacienda, la Seguridad Social… La gasolina tampoco ayuda nada. Lo que se necesita es que la gente tenga más dinero para poder solucionar estas cosas. Conozco a gente que sigue en ERTE y la situación de los camioneros. Ojalá que esto se pase y que la gente cobre bien sus nóminas para que esto se normalice un poco porque esto está siendo muy duro”, desea esta comerciante de San Cristóbal. l
Al detalle
l Temporada primavera-verano. Minoristas asociados a Gasteiz On consultados por DNA lamentan que tras la guerra de Ucrania el consumo en sus negocios se ha ralentizado y que en estos momentos la gente prefiere dedicar su dinero a ocio o a vacaciones. Pese a ello, no pierden la esperanza de que sus ventas remonten.
Las frases
Patricia García “Creemos que será positivo que se adelanten los bonos denda a junio”
La gerente de Gasteiz On explica que su plataforma de promoción del comercio urbano envió una propuesta para adelantar estos bonos. Una iniciativa que finalmente el Gobierno Vasco ha decidido hacer así hasta el 3 de julio.
Charcutería Frutería Mari Mar “La verdad es que en cuanto a ventas no hay mucha alegría. La gente no está por consumir”
Así lo afirman sus propietarios, Mari Mar y su marido Javier.
Susana Armas Decoración “Si en las casas hay más gasto fijo para calefacción o gasolina, la gente guarda menos dinero para decoración”
Susana Armas es la gerente de este comercio de Adriano VI.
Tienda de moda Dor&Dor “La hostelería y las agencias de viajes son las que mejor están saliendo ahora, pero en textil está siendo muy difícil”
Dorleta Ogueta está tras el mostrador de este establecimiento de la calle Comandante Izarduy.
” Fuentes www.noticiasdealava.eus ”