Es el crucero más moderno del mundo. Se construyó durante tres años hasta 2020 cuando el mundo vivía lo peor de la pandemia, y tuvo que esperar hasta finales de julio pasado para hacer su viaje oficial por el Canal de la Mancha y presentar al mundo cinco murales impactantes del boricua Alexis Diaz. Se trata del Scalert Lady, el buque insignia de Virgin Voyages, la empresa de cruceros del multimillonario Richard Branson.
El muralista puertorriqueño es uno de los mejores del mundo y el mejor, sin dudas, en la técnica de la tinta china. Solo cinco personas en el mundo la dominan: el venezolano Alfalfa, los ucranianos Waone y Aec Interesni Kazki, el argentino Tomás Facio y Alexis al tope del rating con unos trazos surrealistas de fuerte inspiración marina, una musa que nació en Dorado, su pueblo natal, y que lleva consigo a todas partes como lo hizo con este crucero.
Hace unos tres años, Alexis recibió un mensaje por e-mail de la empresa británica de diseño encargada del Scarlet Woman, el crucero que Richard Branson soñaba con construir. El barco aún estaba en papeles y renders cuando murales icónicos del artista como el “Pulpo Elefante” -que se encuentra en Londres- llamaron la atención de los diseñadores Kristian Arens y Adrian Chismell.
Alexis tenía por delante el proyecto más difícil y desafiante de su carrera. Y dijo que sí.
“Era la primera vez que trabajaba en un crucero y creo que ha sido uno de los proyectos más complicados y difíciles que he hecho”, le cuenta a EL VOCERO.
“Habían visto algunos trabajos míos como el Pulpo Elefante y que yo uso mucho elemento marino”, explica este artista cuyos murales decoran calles, museos, malls y hasta latas de cerveza como Medalla o Residente.
El pulpo es el emblema del Scarlet Woman, se lo puede ver a lo largo de los 17 decks que tiene el buque, entre sus 1,330 camarotes de los cuales 1,197 tienen vista al mar, en 20 restaurantes y salas de juegos, gimnasios al aire libre, piscinas y más. Es incluso la mascota del crucero y la han bautizado Ink o tinta en inglés.
Y la tinta fue justamente uno de los desafíos de este proyecto para Alexis que ha pintado murales desde Argentina hasta Brasil, pasando por Canadá, Polonia, Alemania, Corea del Sur y Hong Kong.
“Esto lo aprendí en el proceso. Todos los barcos usan una pintura específica y es bien complicado trabajar con ella porque es una mezcla como de epoxi y la pintura es casi como brea, bien espesa”, lo que dificulta la creación de los murales.
Alexis tuvo que conseguir una tinta china de aceite -la que siempre usa es al agua- lo que hizo que el proceso creativo fuera “mucho más lento” y tuviera que usar acetona para poder trabajar. “Eran diferentes materiales que nunca había utilizado. Fue un reto bastante grande”, explica.
La tinta también tiene su importancia en el Scarlet Woman. Es el primer crucero del mundo en tener un estudio de tatuaje a bordo. Se llama “Squid Ink” o “Tinta de Calamar” y ofrece servicios de tatuaje, maquillaje permanente y piercing. Alexis estuvo a cargo del mural del estudio y de ocho de los diseños creados para tatuar en la piel.
“Ahí tuve más libertad para crear”, confiesa sobre el caballito de mar, la ballena o la tortuga que imaginó para marcar para transformar la piel de pasajeros y tripulantes en “murales” vivientes.
“Tener la oportunidad de trabajar con una compañía tan importante y tan grande como Virgin y tener murales en un crucero para mi fue un sueño. Siempre quiero poder abarcar todos los lugares posibles y si puedo estar en altamar también. No se da todos los días y acepté el reto”, cube.
Alexis analizó los espacios en los decks 6, 7 y 17, el más alto de todos. Tenía por delante la encomienda de enviar bocetos para cinco murales. Los hizo y los aprobaron todos. Todos tienen algo que ver con su tierra natal.
“Puerto Rico es una isla y estamos rodeados de mar y muchos de los elementos [en el Scarlet Lady] tienen que ver con Puerto Rico. En mi trabajo siempre incorporo muchos tentáculos y mucha vida marina porque soy de Dorado y toda mi vida viví frente al mar y son animales que siempre me han inspirado y me ayudaron mucho a la hora de crear”, comparte.
“Fue un proceso extraño porque empecé a crear todo esto cuando el barco no existía como tal. Y una vez que ellos aprobaron los diseños -cuando comenzó la construcción del crucero- viajé a Génova en Italia, donde nos dieron un calendario con tres fechas distintas para pintar”, explica.
El barco estaba en construcción “y era bien difícil porque estaba pintando cuando estaban montando las ventanas, los pisos, como si estuvieras en la construcción de un edificio y uno pintando con GP Hammer al lado, un taladro, con el ruido, cientos y cientos de personas construyendo en la primera fase” en la que trabajó junto a tres ayudantes.
“Casi siempre íbamos cuando los constructores se marchaban, como a las 3 o 4 de la tarde y a veces trabajábamos por las noches. Y cuando llegaban los constructores a las 6 de la mañana nos íbamos”, recuerda a pocos días de haber compartido su trabajo con sus seguidores en Instagram.
Durante la segunda fase del proyecto, llegó la pandemia, y estando en Italia, uno de los mayores centros de contagio del covid-19, Alexis y dos de sus ayudantes tuvieron que marcharse. Uno de los murales quedó sin terminar.
“No sabíamos qué tan grande iba a ser la situación con el covid y después de un año es que nos llaman para que pudiéramos regresar”, recuerda. Lo hizo semanas atrás, para dejar el barco listo para un viaje de “friends and family” que la empresa organizó a modo de bautizo interno y del que Alexis participó tras completar la tercera fase del proyecto junto a un ayudante.
En aquel viaje a Londres restauró el mural que quedó a medio camino y que se dañó por el sol, el salitre y el sereno. “Se suponía que le dieran un clear coat pero como todo se paró de momento”, eso no ocurrió.
Además de dejar sus trazos en forma de tentáculos gigantes en el “Richard’s Rooftop“ en el piso 17, pintó un mural -el más largo de todos- en el game room o zona de juegos, al que le dio vida con una morena de dos cabezas entrelazada. Sus pinceladas se transformaron en un barquillo-pulpito que decora la tienda de mantecados. Y un faro-pulpo le pone alma al convenience store del crucero, además del tattoo shop en el que dejó su “tinta de calamar”.
“No necesariamente porque el mural sea más pequeño tiene menos líneas, sino que uso un pincel mucho más pequeño y quizás un mural pequeño puede tener muchas más líneas que uno grande. Son cientos, cientos, miles y miles de líneas en cada uno de los murales”, explica el artista que se ha dedicado a los murales desde 2008.
El mural del deck 17, el de los tentáculos gigantes, tiene más de un millón de líneas, calcula Alexis. “Lo que me intriga es eso, entre más detalle le pueda dar para atraer la vista del público más me motiva”, cube.
Aunque no conoció a Richard Branson, los diseñadores del barco, le dijeron que el magnate quedó fascinado con sus murales. En uno de sus tales de Instagram, se lo puede ver junto al mural de la morena.
“Para mí fue sorprendente estar viendo un story de Richard Branson y verlo frente a mi mural y compartiendo con él e interactuando con el muro y para mi fue genial y fue una grata sorpresa”, cuenta Alexis.
La tinta, la pintura y el salitre no fueron el único desafío que tuvo que enfrentar. “Todos los días había algo distinto o rayaban el mural y teníamos que arreglarlo o perdíamos mucho tiempo porque de momento estábamos bien concentrados y teníamos que parar todo porque tenían que montar algo, bregar con una ventana o con diferentes situaciones en la construcción del barco”.
El crucero, además, siempre estuvo en pruebas. Desde blackouts hasta constantes inspecciones de empresas y autoridades, lo que le impedía al artista pasar largas horas trabajando como suele hacer cuando viene a la Isla a pintar murales.
“No es como cuando uno pinta en la calle que nos gusta estar largas horas como inspirados en la musa y uno no quiere parar hasta que termine lo que tenía en mente”, reconoce.
Además, durante las pintadas a los materiales no los podían dejar solos ni un momento porque eran inflamables. Cada vez que bajaban al baño -a veces 17 pisos por escalera- salían a comer o hacer un cease, debían recoger todo, guardar los materiales en un almacén y al regresar pasaban por un estricto protocolo de inspección y seguridad para volver a buscar los materiales, subirlos y empezar a trabajar otra vez.
Cuando vio el barco terminado -que mide 909 pies de eslora y 135 pies de manga- Alexis quedó impactado. “No me imaginaba que iba a ser tan impresionante y verlo ya con todas sus partes y listo para recibir a la gente fue sorprendente. Nos dimos un viajecito y fue super chulo, ver los shows del barco, y de pronto regresar y ver mis piezas allí -las había visto sin el piso terminado, sin las ventanas- y verlo todo con su decoración, dijewao de verdad que se ven bien los murales. Fue una sorpresa bonita”.
Alexis espera que los puertorriqueños puedan apreciar sus obras en persona. Aunque aún no se sabe cuando ocurrirá debido a la pandemia, el Scarlet Woman tiene planeado ofrecer un itinerario al que Virgin Voyages bautizó “Islas resilientes” y que saldrá de San Juan, para recorrer Tortola (Islas Vírgenes Británicas), Pointe-à-Pitre (Guadalupe), Bridgetown (Barbados), St. John’s (Islas Vírgenes Americanas) y regresar de nuevo a Puerto Rico.
En tanto, Alexis se entusiasma con tener cualquier excusa para volver a Puerto Rico. “Toda mi familia está allá, yo no tengo familia aquí [por Miami, donde vive], así que siempre acepto proyectos cuando me llamen la atención y sean buenos”.
En septiembre, el rey de la tinta china llegará a Puerto Rico para pintar un mural en el Physician’s Heart Hospital y en noviembre dejará sus trazos en Dorado para crear el primer proyecto en su ciudad natal.
Mientras negocia con Virgin Voyages su participación en otros proyectos, Alexis no para de soñar a lo grande. “Virgin para mi es una compañía bien visionaria. Ahora tiene sus viajes al espacio. Sería brutal poder pintar un cohete de esos, pero eso lo veremos en el futuro”, se emociona. De seguro, no faltará oportunidad de que sus trazos lleguen a la luna.
” Fuentes www.elvocero.com ”