En los próximos días, Málaga será el escenario del bautizo de dos buques de crucero. Con la significación que esto implica, las instalaciones cruceristas del puerto malacitano pasarán a la historia de estos dos barcos y, en todo el mundo, los medios dedicados a la industria de los buques de turistas reflejarán este importante hecho.
Atendiendo a estos importantes eventos y con el recuerdo de los dos bautismos cruceristas que se efectuaron en aguas malagueñas en 2017 y 2019, hoy les referiré uno que pasó sin pena ni gloria por los muelles del puerto de Málaga.
Corría el último trimestre del año 2017 cuando la compañía Thomson Cruises decidía cambiar de nombre. Renombrada como Marella Cruises, esta naviera dedicada casi en exclusividad al mercado crucerista británico, ante su nueva denominación, comenzó a modificar los nombres de los buques que componían su flota.
Construido en los astilleros franceses Chantiers de l’Atlantique en 1984, nuestro protagonista de hoy iniciaba su carrera siendo bautizado como Noordam para la compañía Holland America Line. Tras realizar varias escalas malagueñas, en 2005, este barco era rebautizado como Thomson Celebration y un año después se estrenaba en el puerto malacitano. Efectuadas varias escalas desde aquella fecha, en octubre de 2017 el Thomson Celebration comenzó una temporada de atraques en Málaga; una pequeña campaña que se resumiría en tres rutas de una semana con inicio y final en aguas malagueñas. Concluidos aquellos viajes el 21 de octubre, fecha en la que desembarcaron los 1.378 pasajeros que habían disfrutado de la última navegación del Thomson Celebration, sobre nuestro protagonista de hoy se iniciaban los trabajos para su cambio de nombre.
Atracado en el muelle de levante, este buque afrontó su tercer bautismo; un hecho que se limitó a borrar su antiguo nombre y escribir sobre él su nueva denominación. Renombrado como Marella Celebration, este barco que durante 15 días vivió las labores de su tercer bautizo, el 5 de noviembre de 2017 salía del puerto malacitano para afrontar su primera singladura; un viaje trasatlántico de 17 noches mostrando su recién estrenado nombre. Un bautizo en el que no hubo fiestas.
” Fuentes www.malagahoy.es ”