Pure, esa es la palabra perfecta para describir a Tona. Un lugar mágico entre las montañas que deja ver la majestuosidad del ecosistema que lo rodea. Con climas que van desde el bosque de niebla a 2.000 metros sobre el nivel del mar hasta el espectacular de páramo, ubicado a 3.200 msnm. Este lugar encanta a los visitantes que buscan una experiencia de viaje diferente, con contacto pure y descanso.
Ya son más de 40 años durante los cuales los habitantes del municipio de Tona y el corregimiento de Berlín han abierto sus puertas a propios y foráneos para acogerlos y brindarles toda una experiencia ecoturística.
La estrella de este viaje es el Páramo de Berlín, un sitio que se engalana con las diferentes actividades que ofrece para realizar, senderismo, lagunas, gastronomía, clima frío, paseos en bicicleta, noches estrelladas para acampar y las mejores panorámicas para el recuerdo.
Desde hace más de cuatro décadas se empezaron a ver los primeros vestigios de proyectos ecoturísticos en esta zona. Es el caso de Frailejones de la loma, un sitio con cabañas tipo chalet suizo, que ofrece estadía, caminatas y lago para pescar, entre otras.
Además, durante el recorrido para llegar a este sitio se encuentran diferentes restaurantes con una amplia oferta gastronómica que pasa por comida típica de la región hasta llegar a suculentos platos de talla internacional, todos estos preparados por los habitantes de la zona.
“Hay sitios emblemáticos sobre la carretera como por ejemplo el Restaurante Naray, la Tienda de Don Hugo, Restaurante la Trucha, Restaurante la Playa, que son puntos de referencia para los santandereanos en sus recorridos hacia Cúcuta y la frontera. Además de hostales a precios muy cómodos para caminantes y personas que vienen a recorrer el páramo”, asegura uno de los empresarios del ecoturismo en Santander.
Toda una experiencia
Y es que en los últimos años, con el auge del ecoturismo y la promoción del mismo por parte del gobierno nacional, el desarrollo de las vías de comunicación, wifi y confort en los hospedajes, los viajeros que buscan el contacto con la naturaleza han encontrado una innovadora propuesta como el ecoresort de páramo Refugio Piedra Parada, que ofrece servicios de primera clase en hospedaje y restaurante, así como actividades recreativas en lago de pesca, ecospa y otras al aire libre.
Además, se han establecido empresas de operación turística legalmente constituidas como Caminantes de Santander, Bucaraplan y Qué hacer Bucaramanga, entre otras, las cuales ofrecen y promocionan tures ecológicos guiados. “Ellas atraen turistas de diferentes partes del país para que conozcan el páramo, los llevan a hacer caminatas por sitios autorizados y destinados para este fin, como son las lagunas negras, que son sitios avalados para desarrollar la actividad turística”, destaca el empresario.
En Tona, también se han constituido operadores turísticos locales como Ecosanturbán Journey, que de igual modo se dedica a los tures guiados y siempre cuenta con todas las medidas de bioseguridad y protección del medio ambiente. Es de resaltar que los guías de estas empresas son personas oriundas de la zona, que conocen muy bien el territorio.
“En la parte baja de Tona, cerca de la cabecera municipal, se encuentran hoteles como Hostal la Montaña y Posada San Isidro, sobre la vía que conduce al municipio se encuentran Cabaña de Lobos, Gutoque, Hotel Brisas y el hotel de lujo de montaña Casa Tona Hotel Boutique, entre otros, por lo que en esta zona también se viene desarrollando activamente la actividad turística, hotelera y gastronómica”, manifiesta.
Apoyo del municipio
El auge de viajeros ha ido en constante ascendencia en este municipio santandereano, por lo que se ha establecido todo un ecosistema económico y de negocios a su alrededor, el cual ha sido apoyado por la alcaldía, que ha estado al tanto de los proyectos que se desarrollan y ha hecho el acompañamiento y supervisión respectivo para que se realicen conforme a las normas y al uso de suelo permitido.
De este modo, el ecoturismo ha propiciado en Tona y el Páramo de Berlín una industria que ha brindado la posibilidad de dinamizar el empleo a sus habitantes y ha sido muy importante en esta época de reactivación económica. De ahí que en la actualidad contribuya con más de 500 empleos directos y cerca de 250 indirectos, como lo resalta uno de los representantes del gremio ecoturístico.
“Es una industria muy fuerte en el municipio, cuenta con un gran potencial y en estos tiempos de pandemia ha venido en crecimiento debido al incremento del turismo local y de naturaleza. El 90% de la planta de personal son mujeres y habitantes de la zona, por lo que han podido llevar a sus hogares ingresos que reciben de la actividad turística, ayudando de esta forma en la economía del hogar cuando los precios de la cebolla no son buenos”, puntualiza.
” Fuentes www.vanguardia.com ”