Ebro Meals inicia su ejercicio 2023 con fuerza, aunque cediendo márgenes. El dueño de SOS, Tilda o Garofalo registró un crecimiento de facturación del 11,6% entre enero y marzo, hasta alcanzar los 810 millones de euros, a pesar de comparar con un mismo periodo del año anterior en el que el inicio de la guerra en Ucrania y la huelga del transporte en España generó un efecto de acaparamiento en las compras de los consumidores.
La empresa, que se ha visto impulsada por las tres subidas de precios ejecutadas por el grupo para paliar la inflación de costes, asegura que el escenario de incertidumbre provocado por los altos costes no ha cambiado en 2023. De hecho, su estimación es que la inflación le genere un sobrecoste de 225 millones de euros en el ejercicio, pese a la relajación de los costes energéticos y de transporte.
La clave son las materias primas, que siguen registrando unos precios muy altos, una circunstancia que puede agravarse por la climatología. “Las materias primas, como consecuencia de las sequias en España y Sudamérica y las inundaciones en la zona de producción del Basmati, permanecerán tensionadas durante todo el ejercicio”, afirma Ebro.
La empresa se puede ver amenazada también por el crecimiento de la marca de distribución y por una caída de ventas de los productos premium, uno de los segmentos por los que la empresa ha apostado más en los últimos tiempos.
Arroz y pasta muestran evoluciones diferentes
El grupo está manteniendo el tipo con soltura, a pesar de este difícil contexto, a través de su división de arroz, que facturó 642,7 millones, un 14,3% más. La compañía señala que ha logrado trasladar a precio la mayoría del incremento de costes en este segmento y, además, ha crecido en volumen, lo que le ha permitido mantener su cuota de mercado pese al alza de la marca blanca.
El ebitda de esta división creció un 11,1%, hasta 81,2 millones de euros, mientras que el resultado operativo avanzó un 10,6%, hasta 62,7 millones. El grupo ha perdido casi dos puntos de margen (del 14,4 al 12,6%) en apenas dos años en esta división. La compra de InHarvest aportó 11,5 millones a las ventas y 1,7 millones al ebitda en el periodo.
La situación de Ebro en la división de pasta es la contraria. Este negocio sólo incrementó un 1,5% sus ventas durante el trimestre, hasta 168,6 millones, mientras que su ebitda creció un 6,2%, hasta 18,4 millones. El margen ebitda en pasta es más bajo que en arroz, un 10,9%, y se sitúa por debajo del logrado en el mismo periodo de 2021, pero se ha incrementado en medio punto en el último año.
Baja los márgenes
El mayor peso del arroz sobre la pasta en la cuenta de resultados de Ebro ha provocado que la tendencia de bajada de márgenes en esta división se haya trasladado a las cuentas consolidadas del grupo. Frente a un incremento del 11,6% en los ingresos, el ebitda de la empresa creció casi un punto menos, un 10,7%, hasta 96,3 millones.
Por su parte, el beneficio neto de la compañía creció un 5,5%, hasta 43,8 millones. Si se compara con 2021, el resultado sería un 9% inferior.
Ebro explica en sus cuentas que ha realizado importantes inversiones que se materializarán en nuevos lanzamientos desde last de año. A pesar de ello, la deuda neta de la compañía se redujo en 18,5 millones en el trimestre, hasta un complete de 744 millones.
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