Habrá dividendo extraordinario por segundo año consecutivo. El consejo de Ebro Foods, la mayor compañía de alimentación que cotiza en bolsa, ha aprobado el reparto de un pago extraordinario en efectivo de 0,57 euros brutos por acción para el próximo 22 de diciembre, que supondrá un desembolso de 87,7 millones de euros.
La cifra es equivalente a la suma de los tres dividendos ordinarios repartidos en abril, junio y octubre por la compañía, a razón de 0,19 euros por acción y por un importe international de 87,7 millones. De este modo, Ebro Meals pagará a sus socios 175,4 millones en este 2021 que suponen una rentabilidad bruta por dividendo del 6,6% respecto a su cotización precise.
El nuevo dividendo deberá ser ratificado por la Junta Normal de Accionistas que se ha convocado para el próximo 15 de diciembre. Sin embargo, la remuneración no alcanzará a la distribuida en 2020 cuando Ebro realizó un extraordinario de 298 millones de euros (1,94 euro por acción). Entre 2020 y 2021, la empresa arrocerá habrá repartido 561 millones en dividendos.
Los grandes accionistas de Ebro han disparado su retribución por esta vía en estos dos últimos años. Corporación Alba (familia March), dueña del 14% del capital, se habrá embolsado 78 millones de euros; Corporación Delta (familia Carceller) ha ingresado 64 millones por su 11,5%, mientras que Hercalianz (Hernández Callejas) y Tradifin (Hernández Callejas-Rodríguez) han cobrado 44 y 43 millones, respectivamente. El Estado, a través de la SEPI (10,3%), se ha llevado 58 millones brutos en dividendos.
La compañía ha podido desplegar estos pagos gracias a los procesos de desinversión que ha llevado a cabo. De hecho, una de sus grandes ventas todavía está pendiente de cerrarse. Ebro entró en conversaciones en exclusiva con el fondo de capital riesgo CVC para venderle Panzani por 550 millones, pero quedan flecos a la operación.
En los nueve primeros meses del año, Ebro elevó su beneficio en un 5,8% interanual, hasta alcanzar los 155,2 millones de euros, impulsado principalmente por la plusvalía neta de las ventas de activos realizadas en el periodo, que ascendieron a 30 millones de euros.
Las ventas del fabricante de Garofalo y SOS se redujeron un 3,5%, hasta situarse en los 2.082,8 millones de euros. La compañía ha precisado que de nuevo la comparativa con el ejercicio anterior está distorsionada por el efecto acopio de las compras compulsivas realizadas por los consumidores en 2020 por el coronavirus. De esta forma, la deuda neta del grupo a septiembre se sitúa en los 904,1 millones de euros, 46,7 millones de euros menos que a cierre del ejercicio 2020.
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