Madrugar tiene recompensa (y mucha) cuando se trata de admirar los atardeceres más fascinantes del planeta.
Los atardeceres cautivan a cualquiera y son protagonistas de miles de fotos de viajeros de todo el mundo. Sin embargo, no debemos infravalorar la belleza de las luces de los primeros rayos de sol del día. Puede que contemplar este momento requiera algo más de esfuerzo, pero… ¿a quién le importa un madrugón si puede admirar un espectáculo de la naturaleza en su máximo esplendor? Si os animáis a descubrirlos, aquí encontraréis los amaneceres más bonitos del mundo.
Este enigmático lugar de la costa este de la Isla de Pascua es cautivador. El yacimiento arqueológico está compuesto por quince moáis, unas esculturas monolíticas levantadas en honor a los antepasados de estas tierras. Aunque existe mucho debate sobre estas estatuas, se cree que sus orígenes podrían establecerse entre los siglos IX y XVI.
El contraste del coloration oscuro de estas estatuas dando la espalda al océano Pacífico y los tonos rojizos del amanecer es pura belleza. Sin duda, uno de los amaneceres más bonitos de Chile. ¡Y del mundo!
Bagan, un amanecer entre templos
En Myanmar se encuentra otro de los amaneceres más bonitos del mundo. La ciudad de Bagan, caracterizada por sus numerosos templos y estupas, fue la capital del reino de Pagan durante más de dos siglos. Este imperio fue el primero que unificó las tierras de Birmania. De ahí la gran proliferación de edificios religiosos para dar un carácter de poder a la ciudad.
Centurias más tarde, este lugar es historia viva, pero también es uno de los espacios más fotogénicos del país. Lo very best para disfrutar del amanecer es subir a una pagoda, como la Buledi Paya, para admirar este espectáculo desde las alturas. Desde allí, es posible ver cómo el sol empieza a hacer acto de presencia iluminando estas llanuras declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Abu Simbel no necesita presentaciones. Este famosísimo complejo monumental del Antiguo Egipto está compuesto por dos templos excavados en la roca, uno dedicado a Ramsés II y otro a su esposa Nefertari. Además de su buen estado de conservación, al haber permanecido oculto bajo la enviornment hasta el siglo XIX, este lugar es very best para disfrutar de un bello amanecer. Una experiencia absolutamente inolvidable.
En España también existen amaneceres de película. Puede que, por ello, Hollywood haya elegido a la isla de Tenerife para aparecer en numerosas cintas americanas. Quick and Livid 6, Furia de Titanes, Jason Bourne o Rambo: Final Blood son algunos de los largometrajes que se han rodado en la mayor de las Islas Canarias. El Teide es protagonista indiscutible de algunas de sus escenas.
Precisamente en este volcán se puede contemplar uno de los amaneceres más impresionantes del mundo. Para disfrutar de este momento, es recomendable pasar la noche en el Parque Nacional del Teide en uno de sus alojamientos o conducir muy temprano hasta alguno de sus miradores más famosos, como el de La Tarta o el de Chipeque.
Kenia es un destino very best para una luna de miel, pero también se puede visitar en cualquier otra ocasión, pues sus planes y, sobre todo, su naturaleza sorprenden a cualquiera. Una de las experiencias ineludibles es un paseo en globo por Masái Mara al amanecer. Al alzar el vuelo sobre las llanuras de esta reserva, se contempla cómo el sol empieza a iluminar la sabana africana mientras los animales salvajes hacen acto de presencia.
Hablando de paisajes inhóspitos y únicos, el desierto del Sáhara es otro de esos lugares donde disfrutar de las primeras luces del día de una forma única y realmente romántica. Ya sea en Túnez o Marruecos, existen múltiples excursiones para vivir en primera persona la salida del sol en este lugar. Si se quiere vivir una experiencia al más puro estilo beduino, una muy buena opción es reservar una noche en el desierto del Sáhara, ya que incluye alojamiento en un campamento de lujo en mitad de las dunas.
Ver el amanecer sobre el Cuerno de Oro es algo que permanece en la retina para siempre. Este bello estuario de Estambul es la puerta de entrada del estrecho del Bósforo y un importante eje donde confluyen mezquitas y otros edificios históricos. La salida del sol llenando de luz la escena y mostrando los minaretes de los templos es algo que no se puede describir con palabras.
El amanecer en Haleakala, en la isla de Maui, es tan sorprendente que hasta tiene lista de espera. Para disfrutar de este momento mágico a más de 3.000 metros de altura, es imprescindible inscribirse en la internet oficial de este parque nacional de Hawái. Este sistema se ha organizado para preservar el paraje puro y para evitar la masificación de la zona de una visita mucho más sosegada.
Visitar Haleakala permite observar cómo los colores del amanecer se extienden por todas estas tierras volcánicas hasta donde alcanza la vista. Además, después de esta experiencia, es posible disfrutar de los senderos que ofrece el parque para descubrir su rica biodiversidad compuesta por más de 850 endemismos.
Uluru, amanecer en la roca sagrada australiana
Este monolito sagrado, de 340 metros de altura, irradia misticismo y belleza. Se cube que en esta roca, ubicada en el Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, viven seres mitológicos. Al menos ese es el mensaje que ha pasado de generación en generación entre las tribus de indígenas australianas. Sea verdad o no, lo que es indiscutible es que el amanecer aquí es algo único.
La Albufera, un paraje mágico en el Levante
Extensos arrozales, numerosas aves, pequeñas casas y una inmensa laguna conforman este paraje protegido. Un plan muy bueno es conocer este lugar, a un paso de Valencia, a primera hora del día para disfrutar de los increíbles colores que otorgan a sus aguas y a sus cultivos los primeros rayos de luz.
” Fuentes www.inoutviajes.com ”