Escapadas familiares: los encantadores pueblos de Cundinamarca
Si estás buscando una escapada perfecta para disfrutar en familia, Cundinamarca, con su mezcla de historia, naturaleza y cultura, se presenta como un destino ideal para disfrutar de un merecido descanso con los más pequeños. En esta región, hay pueblos que no solo ofrecen paisajes hermosos, sino también actividades que fascinarán a los niños y crearán recuerdos imborrables. A continuación, te mostramos tres de estos encantadores lugares que deberías considerar en tu próximo recorrido familiar.
1. Zipaquirá, la ciudad de la sal
Comenzamos nuestro recorrido en Zipaquirá, famosa por su impresionante Catedral de Sal, una maravilla arquitectónica construida en el interior de una mina. Este lugar mágico es un deleite para los sentidos y un punto educativo ideal para los niños, donde pueden aprender sobre la historia de la minería y la sal. Además, el recorrido por los túneles y las capillas iluminadas ofrece un ambiente casi místico.
Fuera de la catedral, Zipaquirá ofrece un encantador centro histórico donde se puede pasear, disfrutar de la gastronomía local y comprar artesanías. Las plazas y parques son perfectos para que los niños jueguen y disfruten en un ambiente seguro y amigable.
2. Guatavita, naturaleza y leyenda
A poca distancia de Bogotá, Guatavita es conocida por su hermosa laguna, que es el escenario de la leyenda de El Dorado. Este lugar es ideal para disfrutar de una caminata en familia y conectar con la naturaleza. La ruta hasta la laguna es accesible y ofrece vistas espectaculares, una experiencia que seguramente cautivará a los más pequeños.
Una vez en Guatavita, no te puedes perder la visita al pueblo, con su arquitectura colonial y calles empedradas. Las actividades al aire libre, como paseos en bicicleta o exploraciones, son una excelente manera de mantener a los niños activos y emocionados, mientras descubren la historia y la cultura de la región.
3. Nemocón, un viaje al pasado
Finalmente, Nemocón es un pequeño pueblo que parece haberse detenido en el tiempo. Este lugar es famoso por su mina de sal, que también se puede visitar. La experiencia es similar a la de Zipaquirá, pero con un ambiente más intimo y acogedor. En la mina, los niños pueden explorar los pasadizos y aprender sobre la extracción de sal de una manera divertida y emocionante.
El pueblo en sí es encantador, con una arquitectura que refleja su rica historia. Las plazas y los parques son perfectos para disfrutar de un picnic en familia y degustar unas deliciosas empanadas en uno de los restaurantes locales.
Preparativos para la aventura
Al planear tu visita a estos pueblos, es importante tener en cuenta algunos consejos. Asegúrate de llevar ropa cómoda, calzado adecuado para caminar y, por supuesto, mucha energía. Las actividades al aire libre son una parte fundamental de la experiencia, así que prepárate para explorar cada rincón. No olvides incluir en tu itinerario momentos de relax para que todos puedan disfrutar al máximo.
Cundinamarca, con sus maravillas naturales y su rico patrimonio cultural, ofrece un sinfín de oportunidades para compartir momentos inolvidables en familia. Ya sea explorando minas impresionantes, paseando por antiguos pueblos o disfrutando de la belleza de sus paisajes, estos destinos son garantía de diversión y aprendizaje. Así que empaca las maletas y prepárate para una aventura que no olvidarán. ¡Cundinamarca te espera!
” Fuentes caracol.com.co ”
