Aumentan casos de mujeres embarazadas con COVID-19 que llegan hasta el Hospital San Pablo en estado grave. Son sometidas a los tratamientos para superar la enfermedad que afectan directamente al bebé. El personal de blanco tiene la difícil decisión de priorizar a quién salvarán la vida.
El Dr. Vicente Vega, jefe de terapia intensiva del Hospital San Pablo, manifestó su preocupación debido al incremento de mujeres embarazadas con COVID-19 que llegan hasta el centro asistencial, según detalló, son pacientes jóvenes con un promedio de 30 semanas de gestación.
“Llegan en condiciones sumamente graves a la terapia intensiva. Actualmente tenemos 6 pacientes embarazadas con COVID-19 con cuadros respiratorios severos y pronóstico reservado. También hubo casos que luego del alumbramiento, se complicaron con la enfermedad, tenemos puérperas internadas. Estamos al tope, totalmente rebasados en todas las terapias y ya no podemos recibir más pacientes y tenemos varios pedidos. Estamos en una situación difícil y bastante crítica”, expresó en comunicación con radio UNO.
En cuanto al tratamiento a las embarazadas, el especialista explicó que es similar al que siguen otros pacientes contagiados, sin embargo, son dos vidas las que se deben cuidar: de la madre y del bebé.
Este hecho pone en una situación compleja al personal de blanco, ya que el comportamiento clínico de la madre a veces obliga a realizar la interrupción de la gestación (menos de 30 semanas) y sacar al bebé sin haber cumplido la etapa de maduración dentro del vientre. No obstante, hay casos donde la paciente responde bien al tratamiento, por ende, el bebé evoluciona bien.
“Todas las decisiones se toman en conjunto y tratamos que sean lo mejor para ambos (madre e hijo). En el tratamiento reciben ventilación, las dormimos y las tenemos boca para abajo, se les suministran a veces medicamentos fuertes que por supuesto afectan al bebé pero lastimosamente debemos poner en la balanza ‘riesgo-beneficio’”, agregó.
El doctor Vega, indicó a su vez, que hay madres que ingresan bastante graves y los bebés presentan signos vitales alterados. “Tuvimos casos donde lastimosamente decidimos quién vive, si la madre o el bebé, y priorizamos a la mamá porque tienen 3 o 4 hijos más. El tratamiento que siguen es mucho más agresivo buscando el beneficio para la mujer y es dañino para el ser que lleva dentro”, explicó.
Finalmente, el médico lamentó la situación y mencionó que el virus está ganando. “Estas pacientes son jóvenes y sus familiares ahora entienden la fuerte realidad. Este virus no respeta nada. Lo único que nos queda es cuidarnos todos y cumplir con las medidas sanitarias, evitarse a lo máximo las cosas innecesarias”, aconsejó.
” Fuentes www.hoy.com.py ”