Camilo Soares, quien por más de una década chicaneó su proceso por lesión de confianza cuando era titular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) en el 2009 y que ahora fue beneficiado por un “favor” que le hizo la Corte Suprema de Justicia, en redes sociales se escandalizó por una publicación donde se acusa al ministro del Interior Arnaldo Giuzzio por una supuesta sobresaturación en la compra de pistolas para la Policía Nacional.
Soares trató a Giuzzio, de: “inescrupuloso, vedettista, mentiroso, inoperante, agente al servicio de una potencia extranjera, no tiene límites con tal de satisfacer sus apetencias personales, lastimosamente es protegido por una parte importante de la prensa y por el Pdte del Congreso”. Alfredo Guachiré co procesado, en el caso de los “coquitos de oro” fue el que lanzó una “investigación” en la que acusa al ministro de sobrefacturar G. 1.200 millones en la compra de armas para la Policía.
Entonces en concordancia con su cómplice en el caso de sobrefacturación en la SEN Soares, se unió al repudio, pero viendo un poco más allá encontramos que el caso que se le atribuye a Giuzzio tiene grandes similitudes con el caso de los “coquitos de oro”.
Por ejemplo en ambos casos se habla de una sobrefacturación, en uno por la compra de coquitos y en la otro de armas. Además el monto sobrefacturado en la SEN fue de G. 1.200 millones, igual monto del que ahora Soares y Guachiré apuntan que se desvió en el Ministerio del Interior.
Inescrupuloso, vedettista, mentiroso, inoperante, agente al servicio de una potencia extrajera, no tiene límites con tal de satisfacer sus apetencias personales, lastimosamente es protegido por una parte importante de la prensa y por el Pdte del Congreso! #QueSeVayaGiuzzio https://t.co/242ft5pjRi
— Camilo Soares (@CamiloSoaresM) October 19, 2021
La única diferencia entre ambos casos, es que uno fue investigado por la fiscalía, llevado a juicio y donde se obtuvieron en dos instancias condenas para Camilo Soares y Alfredo Guachiré, pero gracias a que la ministra Carolina Llanes y la camarista Gloria Benítez, se unieron para matar el proceso ambos se salvaron de ir presos.
Guachiré en su publicación hace un relato de cómo supuestamente Giuzzio eliminó un proveedor que ofrecía un menor precio y como optó por el precio más elevado. También muestra como en una compra se tiene un precio y en la segunda ya se eleva el costo. Tal como en juicio oral se demostró que Soares y Guachiré, cuando hicieron compras de alimentos en diciembre de 2009, adquirieron mercaderías a un precio y cuatro días después compraron los mismos alimentos pero a un precio totalmente sobrefacturado, dejando de lado las ofertas más baratas, coincidencia total. En pocas palabras el muerto se asusta del degollado.
” Fuentes www.hoy.com.py ”