La investigación comenzó cuando los agentes tuvieron conocimiento de la comisión de estafas bancarias a través de la intrusión no autorizada en las cuentas corrientes de los clientes de una entidad bancaria. Concretamente, los policías detectaron que el investigado aprovechaba su condición de empleado para cometer los ilícitos, al disponer de un nivel de acceso suficiente como para modificar datos de las bancas en línea de aquellos clientes que consideraba más idóneos.
Una vez dentro de la banca electrónica del cliente generaba nuevas claves de acceso para, transcurrido un tiempo prudencial y habiéndose asegurado de que esos subterfugios no habían sido detectados ni por sus víctimas ni por la entidad financiera, abrir cuentas bancarias en diferentes bancos virtuales a nombre de la víctima para no levantar sospechas. Paralelamente abría otras cuentas, esta vez a nombre de terceras personas, para poder continuar realizando trasferencias del dinero estafado y ocultar su distribución y localización hasta que, finalmente, conseguía reducir los saldos a cero y se apropiaba del botín.
Para conseguir las documentaciones de identidad necesarias para abrir las diferentes cuentas bancarias con las que dificultaba la trazabilidad del dinero, el detenido contaba con la ayuda de un trabajador de una empresa de verificación de identidades. Estas mercantiles prestan sus servicios a entidades financieras, agencias de viajes, compañías aéreas y el sector del automóvil, entre otros, verificando la identidad de los clientes que contratan sus servicios. De este modo, conseguía de primera mano todos los datos necesarios de las personas a las que suplantaba la identidad (cuentas corrientes, créditos, tarjetas, DNI, NIE o pasaporte), así como las fotografías de los documentos de identidad.
Tras analizar todos los datos obtenidos, los agentes arrestaron al presunto autor y llevaron a cabo dos registros domiciliarios donde intervinieron 41.400 euros, 18.000 yenes y 2.000 dólares USA. Además han sido bloqueadas preventivamente 19 cuentas bancarias.
Los policías han esclarecido una estafa principal sobre cuentas bancarias de una primera víctima por un montante de más de 246.000 euros, otra mediante cheques bancarios por valor de más de 41.000 euros y, por último, una estafa por importe de 16.000 euros cometida sobre la cuenta bancaria de una persona que llevaba 20 años fallecida, y que no había sido cancelada ni reclamada por ningún acquainted.
” Fuentes fuenlabradanoticias.com ”