La Inteligencia Synthetic está ofreciendo soluciones para todo tipo de industrias y muchas aplicaciones se aprovechan en la alimentación.
El sector aún tiene margen para emplear estas tecnología. Según el informe Uso de inteligencia artificial y big data en las empresas españolas, de pink.es, solo el 7% de las empresas de este sector utilizan inteligencia synthetic, frente al 41% en tecnologías de comunicación o el 21% de las actividades científicas.
Siguiendo todo este hilo alimentario, hemos seleccionado algunos ejemplos de cómo esta tecnología está aportando innovación en la comida.
Comenzando por el campo, uno de los usos más interesantes es la agricultura de precisión. Un ejemplo conocido es la empresa sudafricana Aerobotics, que proporciona información sobre árboles y frutas mediante imágenes de drones que permiten tomar medidas, verificar el estado de las cosechas y la situación de los frutos o las posibles plagas, daños por heladas y otras inclemencias… Con esta información los agricultores pueden tomar decisiones que favorecen la productividad y limitan las pérdidas. También facilitan el suministro de datos a las aseguradoras, según explica la empresa.
En cuanto a la tecnología agrícola, la estadounidense John Deere ha desarrollado numerosas aplicaciones con Inteligencia Synthetic. Una de ellas se denomina See & Spray: cámaras de alta resolución capturan 20 imágenes por segundo. Con esasimágenes y la inteligencia synthetic, el sistema reconoce la diferencia entre las plantas cultivadas y las malas hierbas para que las plantas individuales puedan ser tratadas específicamente. Con esta nueva generación de management de maleza, el uso de pesticidas se puede reducir considerablemente. También ha creado Command Cab, una cabina de management que combina datos meteorológicos en tiempo actual con información sobre las parcelas y se convierte en un centro de mando de los huertos.
Para seguir la trazabilidad de los productos, en España, Agrofresh ha desarrollado la herramienta Fresh Cloud. Con ella, obtiene datos en tiempo actual de las frutas en el campo y a lo largo de todo el proceso hasta que llegan a los lineales de las tiendas. Toda esa información llega a dispositivos electrónicos que permiten tomar las decisiones adecuadas sobre cosecha, cadena de frío, necesidades de inventory… para reducir el desperdicio, mejorar la calidad y disminuir el consumo energético.
Ejemplos en la industria
La industria fabricante de alimentos emplea los datos y la inteligencia synthetic en numerosas aplicaciones.
Un caso importante es el de la multinacional Unilever. El director de I+D digital, Alberto Prado, ha explicado a EXPANSIÓN que utilizan la inteligencia synthetic para las reformulaciones de productos, se inspiran en las empresas farmacéuticas, empleando modelos de inteligencia synthetic para a gestión de datos, para mejorar los productos a nivel funcional y sensorial, reduciendo el coste y el impacto medioambiental. También disponen de herramientas para entender al consumidor “Hemos parametrizado el gusto, tenemos modelos para simularlo, de manera que podemos juntar ingredientes y poder replicar, saber si tendrá aceptación, otra cosa son las preferencias por regiones, pero solo el hecho de poder crearlo en modelos analíticos, nos permite sustituir ciertos ingredientes si han subido de precio, o porque hay disrupción en la cadena de valor por la guerra, por la sequía, por ejemplo”. Este directivo señala que la inteligencia synthetic determina la capacidad de reacción que tengan las empresas para reformular ante este tipo de situaciones, o incluso anticiparse. “Eso hace que unas empresas sean más competitivas que otras”.
Un ejemplo concreto en esta compañía se está desarrollando en los helados. El reto es trabajar en los congeladores de las tiendas y en toda la cadena para elevar la temperatura: “ahora están a -17º y lo queremos llevar a -12º”, explica Prado. Esto cut back mucho el consumo de energía, pero para eso hay que trabajar sobre la formulación de los helados. Además, la reformulación será sin emplear aditivos. “Todo esto se hace mediante datos de inteligencia artificial, más que pasando por el laboratorio”, y esto cut back el tiempo de formulación.
El management de los procesos de fabricación es otra de las grandes aplicaciones. Un ejemplo es el proyecto Smartbake, desarrollado por Ainia para Vicky Meals, en el que han desarrollado sistemas predictivos para la supervisión y management de los recursos y procesos de producción de panadería y bollería, como puede ser un mejor uso de materias primas o la reducción de las pérdidas de producto.
El secado y curación de embutidos ha encontrado también aplicaciones de inteligencia synthetic. La longaniza, el chorizo o el fuet requieren una maduración en secaderos, una parte crítica del proceso que se puede mejorar si se logra que la humedad sea homogénea en los secaderos. El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (Irta) está desarrollando el proyecto Assec 4.0 con la empresa Embutidos Villamarin, para generar algoritmos de management de proceso que permitirán mejorar la calidad del embutido y la seguridad alimentaria.
Otra aplicación muy novedosa es el empleo de la mimetización computacional de alimentos, que consiste en replicar procesos naturales para crear nuevos alimentos. En esta línea, el instituto Ainia ha creado un algoritmo para elaborar análogos cárnicos y para detectar y corregir aspectos de mejora en los que se están fabricando.
Las tiendas y la despensa
Para la distribución, la inteligencia synthetic permite ajustar aspectos en distintos frentes. Por una parte, adelantarse a las necesidades de inventory mediante herramientas de predicción y , por otra, conocer los gustos de los consumidores, adaptar los espacios y el surtido a las estaciones… “Los modelos de autoaprendizaje se han vuelto esenciales para detectar patrones que evolucionen con los clientes”, explican en la empresa valenciana Solver IA, que ha desarrollado herramientas para empresas de supermercados.
Por último, y en casa de los consumidores, estos pueden elaborar sus dietas personalizadas mediante innumerables aplicaciones que se han puesto en el mercado y que solicitan algunos parámetros para, incorporando algoritmos, señalar cuáles son los alimentos más adecuados, personalizando para cada comensal. El reto, finalmente, es personalizar la fórmula del alimento, algo que ya se está experimentando en varias empresas.
Inflación alimentaria, compras, tendencias… más temas en la Publication
La entrega de hoy de la Newsetter de EXPANSIÓN sobre Alimentación y Distribución recoge también la inflación enquistada en los alimentos y la guerra de ofertas en las cadenas de supermercados. Mientras, Tesco avanza que no puede mejorar sus resultados.
Además, Abanca ya negocia la venta de Nueva Pescanova, mientras Llusar y Torres preparan adquisiciones en el sector venta de fruta, o Danone y Mars adquieren empresas del sector sanitario para crear sinergias.
También la difícil situación de Tupperware, en disaster tras la subida generada en la pandemia, el recorte de compra de soja en China y el nuevo proyecto para el Perte alimentario.
Son solo algunos de los temas que encontrará en la Newsletter sobre Alimentación y Distribución, que puede recibir los miércoles en su correo electrónico.
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