En el obrador La Canela de Brenes no se conforman con meter un haba y una figurita en sus roscones de Reyes. Aquí, los regalos son a lo grande, tanto como una televisión LED de 32 pulgadas, una bicicleta, una freidora de aire o un robotic limpiador. Medio centenar de sorpresas escondidas entre sus roscones que han desatado la locura de los clientes. “Ya el año pasado lo hicimos y llegamos a vender 2.300 unidades”, cuenta a NIUS Rufi Mendoza, su propietaria.
Por eso, este año han aumentado el número de premios y la cuantía. “Están valorados en más de 4.000 euros y hemos incluido regalos en metálico”, señala. Porque a los drones, relojes inteligentes, videoconsola, viajes y tratamientos de belleza, se suman 300 euros contantes y sonantes. “Este año, con la que está cayendo, hace falta el dinero”, reconoce. Y pan que llevarse a la boca. Por eso, tampoco viene mal, un año de pan free of charge o 20 roscones para aquellos que se queden con ganas de más.
Desde hace un mes, ya apuntan los pedidos y la lista es cada vez más larga. “A este paso, duplicaremos los del año pasado y alcanzaremos fácilmente las 5.000 unidades”, señala. Rellenos de nata, trufa, crema, cabello de ángel, nocilla o Kinder, estarán a la venta entre el 3 y el 6 de enero, en el propio obrador de Brenes, así como en los establecimientos que tienen repartidos en Los Rosales, Villaverde y Cantillana.
Triplican la plantilla para dar abasto
Desde cinco días antes, empiezan a elaborarlos. Un trabajo a contrarreloj para que el dulce estrella de la Navidad esté a punto en los días clave. “Durante esa fecha, triplicamos la plantilla y trabajamos sin parar noche y día”, explica Rufi, que lleva más de dos décadas dedicada al sector pastelero. “Todo lo que sé lo aprendí de mi maestro José Eduardo Díaz, de Cantillana, con 40 años de experiencia”, reconoce.
De él aprendió la técnica y que el secreto de este dulce navideño está en los ingredientes naturales y una gran dosis de cariño. “Al roscón le tenemos mucha fe por lo que significa. Une a las familias y despierta al niño que todos llevamos dentro”, asegura Rufi.
Eso, y la ilusión de dar un bocado a la suerte. “Los más jóvenes preguntan, sobre todo, por la Nintendo Switch. Los mayores, por los electrodomésticos”, apunta. Cualquier regalo será bienvenido y si no, siempre queda el placer de disfrutar de este manjar aunque no sea uno de los premiados.
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