Sin trabajo y con el paro de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados, los dos hombres se ganan la vida dominando el balón en los semáforos
Boca del Río, Ver.- En uno de los cruceros del boulevard Adolfo Ruiz Cortines, en Boca del Río, Daniel Alonso y Roger dominan un balón de futbol frente a una fila de carros que espera que el semáforo cambie de nuevo al verde.
Mientras tanto, los hombres juegan con la pelota y se la pasan el uno al otro pese a que el sol les nubla la vista. Son casi las tres de la tarde y el calor golpea con sus más de 30 grados de temperatura a toda la zona conurbada.
Es el segundo día en la región para los dos hombres, quienes tienen una cosa en común: ambos carecen de una pierna tras perderla en fechas y lugares distintos a causa de accidentes que pronto los reunirían.
Un billete, un puñado de monedas o, a veces, solo unos cuantos centavos es el pago que Daniel Alonso y Roger reciben por dominar el balón con una sola pierna frente a los conductores y transeúntes de las diversas ciudades que recorren por todo el país, en busca de ganarse la vida.
Los amigos se conocieron en la Ciudad de México jugando dentro de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados. Como ellos, hay alrededor de 10 compañeros más que hacen dominadas en los semáforos en distintos sitios de la República mexicana.
Por su discapacidad, Daniel tiene 10 años sin un trabajo
Daniel Alonso García tiene alrededor de una década sin conseguir un empleo formal debido a que nadie quiere darle trabajo por su discapacidad. En algunos lugares lo discriminan ofreciéndole un sueldo menor por hacer la misma labor que el resto del private.
“Es difícil conseguir trabajo, sí hay, pero no te quieren dar por la discapacidad, o si te dan, pero te ponen muchos peros”, dijo.
Debido a la falta de trabajo, el oriundo de Sola de Vega, Oaxaca, sale temporalmente de su pueblo para recorrer el país y llevar a cabo su espectáculo en los cruceros para mantener a su esposa y a su hija de cinco años.
Hace 10 años se dedicaba al campo, hasta que en un accidente se enredó con unas cuerdas entre el cuerpo de un toro que le destrozó la pierna al caer sobre él, por lo que para los médicos no hubo otra alternativa más que amputársela para salvarle la vida.
“Me pisó y todo, me ensartó las venas y tendones de la rodilla y ya no hubo solución, por no acudir al hospital hasta como a los cuatro días”, contó.
El hombre se mantuvo casi un año en depresión hasta que decidió partir de Sola de Vega a la Ciudad de México, donde vendió paletas, dulces, chicles y realizó otras actividades debido a la dificultad de conseguir trabajo.
“Ahí en el pueblo es difícil pa´ mí encontrar un trabajo, es muy pesado sembrar en el campo, lo que yo hacía, ya no pude, se me hizo más fácil irme a la Ciudad de México”, expresó.
Liga de amputados, donde jugaban, lleva un año parada por la covid
Casi cinco años después de su llegada a la Ciudad de México en busca de una nueva vida, Daniel conoció a personas que lo invitaron a participar en el equipo Guerreros Aztecas de la Liga Mexicana de Futbol de Amputados.
En ella aprendió a jugar futbol pese a su discapacidad y a dominar el balón, una actividad que practica desde hace tres años en los semáforos y que le permite ganar alrededor de 400 pesos al día.
Jugando para Guerreros Aztecas conoció a Rodrigo ´Roger´ Fernández, quien, como él, perdió la pierna hace ocho años cuando intentaba cruzar las vías del ferrocarril. El hombre quedó atorado entre las estructuras, por lo que no le dio tiempo de liberarse y el tren le amputó la extremidad.
Aunque su participación en la liga de amputados les permitió a ambos hombres conocer varios estados de la República al enfrentarse con otros equipos, nunca recibieron un pago por jugar, pues la actividad futbolística es por mero gusto.
Tras el inicio de la emergencia sanitaria por la covid-19, la Liga Mexicana de Futbol de Amputados paró por completo sus actividades y hasta la fecha los jugadores siguen en espera de una fecha para volver a las canchas.
Mientras tanto, Daniel, Roger y más compañeros continúan recorriendo el país de este a oeste y de punta a punta para seguir ganando dinero ante los obstáculos que enfrentan para conseguir un empleo formal.
Ganarse la vida haciendo dominadas en los semáforos se volvió un estilo de vida para ellos, pero también una forma de concientizar a la gente sobre las personas con discapacidad.
“Es bonito, hacemos esto para que la gente que sí se puede”, enfatizó Daniel.
6 de cada 10 personas con discapacidad no tienen empleo
Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2018, en el país solo 38.5 por ciento de las personas con discapacidad tienen participación económica, es decir, cuentan con un empleo.
La información fue respaldada en 2019 por la Organización Internacional del Trabajo, que afirma que la población con discapacidad experimenta mayores tasas de desempleo e inactividad económica.
De acuerdo con la Enadid, 31 por ciento de los hombres con discapacidad carecen de empleo, mientras que en el caso de las mujeres con las mismas condiciones la cantidad es menor en 10 puntos porcentuales. Los casos de Daniel y Roger le permiten dar rostro a las estadísticas oficiales.
" Fuentes www.e-veracruz.mx "