Las millas aéreas son uno de los botines más preciados para los que les gusta viajar. Acumularlas, ya sea a través de los gastos con tarjeta, cargando flamable en determinadas estaciones de servicio o anotándose en un gimnasio, es todo un desafío, sobre todo desde que el peso argentino se devaluó tanto, que parece una misión imposible sacar un pasaje al destino deseado antes de que les llegue la fecha de vencimiento.
En ese contexto, muchos argentinos prefieren vender sus millas y sacar algún un rédito económico antes que perderlas. Lo hacen a través de empresas (generalmente vinculadas a la industria turística) que luego canjean por pasajes para otros viajeros. En Argentina hay dos jugadores principales: Capo Millas (asociada a la agencia de turismo Capo Viajes) y MercoMillas (una startup tecnológica que trajo el modelo a Argentina). Ambas pelean palmo a palmo por aquel tesoro que no se va a usar.
Millas aéreas: cuánto se pagan
Las dos empresas tienen en su página un cotizador net para que la persona pueda saber, ingresando la cantidad de millas que posee, cuánto valen. Pero ese número es solo el piso: luego de ese primer contacto ofrecen vía mail o whatsapp más dinero por hacer el canje ese mismo día e incluso Mercomillas paga diferenciado de acuerdo al momento que la persona quiere tener a disposición el dinero: si es tres días luego de la cesión es un valor, si es en 10 ese valor aumenta y su es en 20 se paga mejor.
La tendencia es nueva –empezó un año antes de la pandemia y se paró durante gran parte de 2020- y todavía es poca la gente que vende sus millas, pero es una práctica que va a en aumento. “Hacemos entre 100 y 120 operaciones por mes, que representan unas 6 o 7 millones de millas. Las de mayor demanda son las de Latam y United. Pagamos alrededor de 1 o 1,20 pesos por milla, depende la cantidad. Si tenés 10 mil es un precio, si tenés 50 mil es otro y si tenés más de 100 mil es otro valor. Cuanto menos cantidad vendés, menos se paga por unidad”, cuenta Roberto Tello, gerente de compras de Capo Millas. Por efecto de la devaluación, lo que antes period considerado un buen intercambio (a partir de 10.000 millas) hoy hay que pensar en a partir de 50 mil.
De hecho, en MercoMillas el piso mínimo es necesario que tener un saldo a partir de 20.000 millas en Aerolíneas Argentinas, 15.000 en Latampass y 20.000 de Smiles. En Capo Millas ese mínimo es más bajo.
¿Vender millas aéreas es siempre un negocio?
Cuando se compara lo que ofrecen con, por ejemplo, el costo actual de un pasaje a Miami, no parece muy tentador. Ni hablar si uno saca la cuenta de lo que gastó para acumular esas millas. Un viaje a esa ciudad norteamericana demanda en Aerolíneas Argentinas unas 90.000 millas (o 45.000 por tramo), por las que podrían obtenerse unos 100.000 pesos. Si tomamos como referencia que el costo del pasaje es de 1000 dólares (320.000 pesos a dólar Qatar) quien determine venderlas obtiene menos de un tercio del valor actual del ticket aéreo. Sin embargo, Tello asegura que para algunos es negocio.
Empresas como Aerolíneas Argentinas permiten el canje de millas por pasajes, pero no entregan dinero a cambio.
“Tener un pasaje gratis no significa que vayas a poder viajar, más ahora que se ha hecho muy costoso. Hay gente que te dice que acumuló para dos pasajes a Disney. Ok, pero ¿podés pagarte la estadía, la entrada a los parques y todos los gastos que demanda estar allá? Esta es la alternativa para los que acumularon millas pero no pueden afrontar el viaje –plantea-. Tal vez con dos pasajes a Disney podés cambiar las cuatro cubiertas del auto. Son 180 mil millas, te damos 200 mil pesos y le ponés ruedas al auto”.
Millas aéreas: ¿una inversión lícita o ilícita?
Sin embargo, hay muchas dudas en torno a estas operaciones. La primera y principal es si es authorized, teniendo en cuenta que las aerolíneas no permiten hacerlo. Santiago Torre Walsh, más conocido como Sir Chandler, un reconocido influencer de viajes, considera que es ilícito. “Comprar y vender millas es ilegal dentro de estos programas. Si salta de alguna manera te pueden cerrar la cuenta. Pero independientemente de esto, vos para venderlas tenés que darle tu password, es decir, acceso a tu cuenta. Es algo turbio que ni lo considero”.
Quienes se dedican a este negocio se defienden amparándose en la Constitución, que asegura a las personas el goce de los derechos de usar y disponer de lo que es de su propiedad. “Las millas acumuladas son tuyas, las juntaste gastando tu plata. ¿Cómo no vas a poder? No hay forma de que no puedas vender un patrimonio tuyo –sostiene Tello-. Igual como nosotros no transferimos las millas a otra cuenta, la compañía aérea no se entera, no queda ni registrado quién es el pasajero. El cliente nos da la contraseña del programa de fidelidad y esas millas se canjean por pasajes para clientes de la agencia. En ningún caso las revendemos”.
En MercoMillas sostienen que el uso es el mismo: “Las millas se proporcionan a las agencias de turismo registradas en nuestra plataforma –aseguran-. Trabajamos sólo con agencias argentinas con legajo del ministerio de Turismo. Con la demanda de estas agencias las millas se pueden utilizar en cualquier momento. Por eso, necesitamos tener acceso al programa de millas”, dicen en la empresa, que por contrato se compromete a utilizar sólo la cantidad de millas de la cesión, aunque en la cuenta puede haber más. Sólo después de que Mercomillas haga uso de las millas vendidas o o pasados los 180 días, se puede cambiar la contraseña del programa de fidelidad.
Justamente, tener que dar la clave private para que accedan a las millas es lo que genera más dudas entre quienes buscan sacar un rédito económico. Porque el pago es posterior a dar el password y hay que confiar en que las empresas hagan el depósito del dinero días después. “Al principio pagábamos antes pero nos pasó que la gente luego cambiaba el password y no podíamos ingresar. Por eso lo empezamos a hacer así y funciona perfectamente”, asegura Tello, que desafía a quien desconfía de hacer la operación a que lo investiguen.
“A todos yo les digo ‘fijáte los comentarios en Google, en Facebook… buscá quiénes somos. Hace tres años que hacemos esto. Si fuera una estafa ya hubiera saltado, el mercado mismo te cancela, te expulsa y tenés que dejar de operar”, asegura Tello y explica por qué a las aerolíneas no les conviene que la gente venda sus millas: “No quieren que las uses para obtener el 100% de lucro por ellas. Los bancos, las estaciones de servicio, las tarjetas de crédito, les pagan un precio por las millas que vos acumulás con tus consumos. Si no se usan, es ciento por ciento ganancia para las aerolíneas. Ellos apuestan a que se te venzan y las pierdas. En términos absolutos, son poquísimos los pasajeros que viajan por millas”.
Algunas firmas y agencias de turismo acceden a vender las millas. El proceso es sencillo.
Sir Chandler asegura estar atravesando un proceso de cambio regional en estos programas. “Está cambiando el sistema que conocemos. Ya no está la lógica de cambiar un ida y vuelta a Miami. Hay programas disruptivos como Smiles en el que se cambia la ida y la vuelta la hacés por otra aerolínea o canjeando puntos en otro programa. Latampass está yendo por ese camino. Aerolíneas también te permite el canje por tramo. Está raro todo porque hay un exceso de demanda y la oferta que hay no llega a satisfacer esa demanda”, concluye.
” Fuentes news.google.com ”