El impacto de la pandemia en materia económica sigue provocando efectos no deseados. En el mercado aerocomercial, hay consecuencias claras y se mide en dólares. Desde hace diecisiete meses, volar no es una tarea fácil en el mundo. Las cancelaciones de servicios aéreos afectan a todos los países y, en la Argentina, la situación es más delicada por dos motivos.
Por un lado, las restricciones de vuelos son mayores que en otras regiones, lo que provocó la salida de algunas compañías aéreas. Por el otro, la realidad económica agrava el panorama.
Eso es lo que sucede, por ejemplo, con Alitalia. La compañía italiana es una de las más golpeadas, generada por el covid, que la llevó a una disaster terminal. El estado de ese país decidió hacerse cargo de la empresa, lo que implicará el cierre de la precise compañía y la creación de una nueva, de nombre ITA, que tendrá una menor estructura.
En ese contexto, la semana pasada, el representante de la aerolínea en la Argentina le comunicó a las agencias de viajes la política que implementará en el país con quienes compraron pasajes de esa compañía.
Alitalia suspendió la ruta Buenos Aires-Roma desde el inicio de la pandemia y nunca la retomó. Ahora, decidió que no se endosarán, a la nueva ITA, los pasajes ya comprados y realizará una devolución compulsiva del valor de los tickets.
En este punto es donde empieza a jugar el “factor argentino”, como consecuencia de su disaster económica.
La compañía comunicó a los agentes de viajes que esa devolución se hará en la moneda de origen de la operación al tipo de cambio que regía en el momento de la compra.
Es decir, para el caso de la Argentina, se devolverán pesos al valor del dólar oficial del momento.
Hacia fines del 2019, ante la inminencia de un cambio de Gobierno y la expectativas de devaluación, más el desdoblamiento cambiario, se produjo un pico de demanda debido a que muchos argentinos aprovecharon para comprar pasajes con el propósito de viajar en 2020. Alitalia fue una de las compañías elegidas.
La llegada de la pandemia frustró los planes de todas esas personas que pensaban viajar y que, ahora, deberán aceptar la devolución forzada de lo pagado. En octubre del 2019, el dólar cotizaba a $60. Quien compró un pasaje a Roma a unos U$S1.000, tuvo que disponer de $60.000.
Con ese dinero, hoy podría comprar unos U$S350, si puede acceder al cupo mensual del tipo de cambio oficial, con los recargos del Impuesto PAIS y el adelanto de Ganancias, o U$S330 si lo hace en el mercado del “blue”.
La pérdida por pasaje es de más de U$S650 o casi el 70% del capital unique. Ese será el dinero que recibirá por el reintegro compulsivo del pasaje.
Si decidiera, en cambio, comprar un nuevo pasaje en otra aerolínea, o en la nueva ITA, para viajar Italia, a un valor de U$S1.000, tomando la cotización del tipo de cambio con el Impuesto PAIS y el recargo de adelanto de Ganancias, debería $168.000.
Distinta es la situación de otras economías, con estabilidad y normalidad cambiaria. En países vecinos, por ejemplo, la pérdida que pueden sufrir es mínima. En Europa, 1.000 euros del 2019, son 1,000 euros de hoy.
Ante esta arbitrariedad, la federación que agrupa a las agencias de viajes, (FAEVYT), envió una carta documento a la compañía aérea para que ratifique o rectifiquen la información que trascendió, ante la posibilidad de iniciar acciones legales. Una copia de ese reclamo fue remitido a la ANAC y a IATA.
También algunos particulares están analizando acudir a la Justicia ante lo que consideran una estafa ya que ITA seguirá siendo la línea de bandera italiana, como una continuidad de Alitalia
La intención de la entidad es que se acepte que los pasajes y vouchers, en manos de pasajeros, se puedan endosar a la nueva ITA.
” Fuentes www.mdzol.com ”