El gobierno cubano decretó nuevos precios para la confección de los pasaportes de los cubanos con residencia en el exterior que realicen el trámite en la isla. Tras la unificación monetaria iniciada en enero, el pasaporte pasará a costar 5,625 pesos ($234) en lugar de 225 CUC (cerca de $225).
Cuba tiene uno de los pasaportes más caros del mundo y es un largo anhelo de la diáspora que sea rebajado su precio. Los ciudadanos que residen en el país pueden obtener su pasaporte por el equivalente a $100, mientras que los que residen fuera deben pagar hasta $450 en el caso de Estados Unidos, donde viven poco más de 2,3 millones de cubanoamericanos.
El documento de viaje tiene una validez de seis años, pero hay que prorrogarlo cada dos, por lo que se agregan costos que en el caso de los que viven en Cuba son de $20 mientras que los que viven en EEUU deben pagar $150. Cuba exige a todos los que nacieron en la isla portar un pasaporte oficial para entrar al país, aunque tengan otra ciudadanía.
El nuevo decreto, publicado en la Gaceta Oficial el 15 de febrero, incrementa también ligeramente el costo de las prórrogas para los cubanos residentes en el exterior, de $80 a $83 con respecto a los precios antes de la unificación monetaria.
Ambas tarifas -$234 por el pasaporte y $83 por la prórroga- son únicamente para los cubanos con residencia en el exterior que hagan el trámite en las oficinas de Consultoría Jurídica en la isla durante alguna de sus visitas. Los trámites en la embajada de Washington seguirán costando como hasta ahora, de acuerdo a varias agencias de viaje con las que el Nuevo Herald contactó.
Ni la Embajada de Cuba en Washington ni los funcionarios cubanos encargados de las relaciones con la inmigración respondieron a solicitudes de comentarios de este diario.
“Desde hace años los cubanos que residimos en el exterior le hemos pedido al gobierno por todas las vías posibles una rebaja en el precio de los pasaportes y las prórrogas. Es sencillamente abusivo”, dijo Hugo Lenier Rodríguez, quien reside en Homestead y viaja con regularidad a la isla.
“En Cuba creen que los que trabajamos aquí somos millonarios y tenemos dinero para pagar pasaporte, prórrogas y el costo del viaje, que es muchísimo porque tenemos que llevar desde papel sanitario hasta medicamentos y alimentos para nuestros familiares”, agregó.
El gobernante Miguel Díaz-Canel dijo en 2019 que el régimen sabía que los cubanos en el exterior querían una rebaja en el precio del pasaporte, pero la condicionó a la “actitud del gobierno de Estados Unidos”.
“Nosotros también estamos al tanto de todo un grupo de preocupaciones que hay sobre el precio del pasaporte, sobre la prórroga del pasaporte (…) Le podemos dar la seguridad de que todos los temas los estamos analizando y a todos los temas les iremos buscando una respuesta”, dijo Díaz-Canel durante un encuentro con emigrados cubanos en Dublín, Irlanda. Desde entonces no ha mencionado más el tema.
Cuba actualizó su política migratoria en 2013, cuando eliminó el permiso de salida al exterior impuesto por Fidel Castro y facilitó el éxodo de decenas de miles de cubanos, muchos de los cuales emigraron a EEUU, España y algunos países de América Latina.
El entonces gobierno de Raúl Castro permitió además que los cubanos estuvieran hasta 24 meses en el extranjero sin perder su condición de residentes en el país e instauró la figura del repatriado, aquel cubano que determine reasentarse en la isla.
Los cubanos que permanecen más de 24 meses fuera de la isla pasan a ser categorizados como “emigrados” y pierden el derecho a heredar o participar en las asambleas de barrio. Los emigrados están obligados a pagar además altas sumas de dinero por los productos que llevan a la isla y el Estado se reserva el derecho de dejarlos entrar al país o no.
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” Fuentes www.elnuevoherald.com ”