En las dos ciudades esperan tener una gran temporada y afirman que ya hay reservas. Todo lo que tenés que saber para planificar tus vacaciones en la Costa.
Según un estudio que analiza el comportamiento del consumidor en la post-pandemia, realizado por Bain & Firm, una vez que el Covid “ya no sea un riesgo” la mayoría (un 76%) de los argentinos encuestados anticipó que planea gastar dinero en viajes.
Ese deseo, con el avance de la vacunación y las respectivas flexibilizaciones de las medidas sanitarias, parece estar más cerca de cumplirse. Y, con el verano cada vez más cerca, en los principales destinos de la Costa Atlántica se ilusionan con una temporada exitosa.
De hecho, según remarcaron especialistas del sector turístico de Mar del Plata y Pinamar, se percibe un alto nivel de reservas para el fin de semana largo de octubre, que suele ser un termómetro de lo que ocurrirá en el período estival.
“Con respecto al fin de semana del 12 de octubre, vemos un alto nivel de reservas. Mucho interés por pasar unos días en Mar del Plata. Y es un anticipo de la temporada de verano, por lo que esperamos una gran afluencia de turismo“, señaló a iProfesional Rodrigo Sanz, presidente de la Comisión de Turismo del Colegio de Martilleros de Mar del Plata y titular de la inmobiliaria Sanz y Ordoqui Propiedades, quien agregó: “Los últimos fines de semana largos batieron récord en comparación con los mismos fines de semana de 2019″.
En Mar del Plata esperan una buena temporada de verano
En Pinamar las expectativas son similares. Así lo reconoció a este medio Alfredo Baldini, presidente de la cámara de turismo de esa ciudad: “El nivel de reservas es muy importante. No es habitual en esta época del año. Por el lado de alojamiento tradicionales, tracciona mucho el previaje, que está generando gran demanda en los hoteles. Es algo que está funcionando muy bien. En cuanto al alquiler de viviendas, la imposibilidad o la falta de certezas para viajar al exterior, hace que tenga una demanda muy fuerte. Hoy el panorama es una temporada de verano muy fuerte. Por ejemplo, ya hay un 70% de reservas para el fin de semana largo de octubre. Creemos que se va a llenar. Para el verano hay que esperar, pero las reservas son superiores a años previos a la pandemia”.
En ese contexto, los especialistas destacan a los turistas “reservar con tiempo para reservar mejor”. Con algunas tarifas que aún restan definirse, una familia que desee viajar a la Costa puede proyectar sus gastos en base a las actualizaciones de precios que se estiman en los principales destinos. Aunque dependerá, lógicamente, de las comodidades y los gustos que deseen darse, como así también del tipo de alojamiento.
Cuánto saldrá viajar a Mar del Plata
El primer paso a considerar, es el viaje propiamente dicho. Por caso, para recorrer los poco más de 400 kilómetros que separan Mar del Plata de la Ciudad de Buenos Aires, se necesitarán unos 32 litros de nafta (si se calcula, en promedio, 8 litros cada 100km) que a $90,40 (la nafta súper en CABA), da un whole de $2.890. A eso, hay que sumarle los cuatro peajes (dos en la Autopista Bs.As.-La Plata y dos en la Autovía 2, cuyos precios varían según la hora) por un whole de $366. Es decir, que para recorrer ese trayecto se gastará unos $3.256 por tramo ($6.512 ida y vuelta).
En cuanto al alojamiento, el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata “sugirió” a los propietarios aplicar una suba de precios del 40% en el alquiler de los inmuebles. Así, según la lista que difundió la entidad, el alquiler de un monoambiente (para dos o tres personas) debería partir de $33.000 por quincena en enero; los dos ambientes (para tres o cuatro), en $42.000; y los de tres ambientes (para cinco o seis), desde los $50.000. En tanto que para los chalés de tres ambientes, el costo será a partir de $60.000.
“Los precios que publicamos son de referencia, una orientación para marcar el ritmo de actualización y que los valores no se vayan muy arriba. En Mar del Plata, como hay tanta oferta, los valores se van acomodando en base a la oferta y demanda”, remarcó Sanz.
De todas formas, y más allá de que en muchas inmobiliarias todavía no se publicaron los precios, en algunas plataformas webs es posible encontrar opciones muy por sobre esos valores. Por ejemplo, piden $290.000 la primera quincena de enero por un departamento frente a la playa para cuatro personas. Una casa, a poco más de un kilómetro de la playa, sale unos $180.000 la quincena. En tanto, un lodge de tres estrellas, cerca de la playa, cuesta unos $280.000 la quincena.
Por su parte, si una familia desea alquilar una carpa en la playa, debe calcular unos $3.500 por día en las playas del centro y a partir de $4.500 en Playa Grande. Lógicamente, el valor se cut back si la reserva es por quincena, mes o temporada completa. Además, destacan que existe la posibilidad de aplicar el Previaje y pagarlas con el plan Ahora 12.
Para comer, el monto que puede llegar a gastar una familia dependerá lógicamente de sus hábitos y costumbres. Pero, por ejemplo, una hamburguesa completa en uno de sus restaurantes más famosos, cuesta $620; mientras que una porción de rabas sale $900, una milanesa completa para compartir, $950 y doce churros rellenos, $500.
En una parrilla en una de las zonas comerciales del momento, un ojo de bife sale $950, una tira de asado banderita $1400 y la porción de fritas $430. Un menú para chicos (milanesa de pollo con papas o ensalada), cuesta $600. Un agua mineral y una botella de gaseosa sale $140 cada una; mientras que una pinta de cerveza tirada, $280 y una botella de vino, en promedio, $900.
Si bien esos son los valores actuales, de cara al verano “no se actualizarían muy por encima de la inflación de ese período”. “Podría llegar a subir un 15%, por ejemplo. No hay una diferencia por estacionalidad en los valores de gastronomía como en otros momentos. Quizá en el invierno se quedan más estancados, pero no existe lo de querer aprovechar el verano para sacar un rédito mayor. Porque eso lo marca la oferta, va a trabajar más el que tenga mejores precios”, aseguró Sanz.
Con esos parámetros, por ejemplo, una familia de cuatro integrantes gastaría unos $3.200 para almorzar unas hamburguesas y unos $5.400 para cenar en una parrilla. Si se le suma el alquiler de la carpa en la playa, gastará unos $13.000 por día. Por supuesto, ese presupuesto puede ser más versatile y contemplar otro tipo de comidas, por ejemplo.
Es decir que una familia que viaje la primera quincena de enero a Mar del Plata, se hospede en un departamento de los más económicos disponibles por el momento, con el alquiler de carpa en una playa céntrica para toda su estadía, y con dos salidas a comer por semana (cuatro en whole), gastará desde $260.000 con el viaje en auto incluido. Deberá sumarle, lógicamente, las otras comidas y gastos generales.
En tanto, para una familia que busque hospedarse en un departamento algo más costoso (por ejemplo, frente a la playa), alquile carpa en una de las playas del sur y salga a comer afuera ocho veces en whole durante toda su estadía, gastará a partir unos $400.000.
Cuánto costará viajar a Pinamar
Para recorrer los 350 kilómetros que separan Pinamar de la ciudad de Buenos Aires en auto, se estima un gasto de $2.900 ($5.800 ida y vuelta), contemplando el gasto en nafta (unos 28 litros) y los cuatro peajes.
En Pinamar, muchos de los inmuebles en alquiler se cotizan en dólares
Los precios de los hospedajes también varían y es posible encontrar casas por encima de los u$s10.000 el mes. Sin embargo, en distintas plataformas también se ofrece, por ejemplo, un dúplex a un kilómetro de la playa a $200.000 (la primera quincena de enero) o un departamento frente a la playa por $400.000 la quincena. Un lodge de tres estrellas, frente a la playa, con pileta y desayuno, cuesta $835.000 la quincena. En algunas inmobiliarias, en tanto, los precios se encuentran en dólares (se pagan en esta moneda) y cuestan unos u$s2.500 la quincena.
El costo de alquiler de carpas en esta ciudad balnearia dependerá, como todo, del lugar elegido. Sin embargo, los empresarios del sector estiman que su valor se ubicará un 40% por encima de los precios del año pasado: es decir que rondarán entre los $4.500 y los $5.000 por día.
En tanto, para comer, en un restaurante “económico” cerca de la playa, una milanesa napolitana XL con papas fritas, para compartir, sale unos $970. Un combo de hamburguesa, $900. Rabas con una lata de cerveza, $950. Papas fritas con cheddar, $630 y bastones de muzzarella, $690. Un sándwich de salmón ahumado cuesta $890 y una pizza napolitana, $850. El menú infantil (milanesa con papas fritas), sale $690.
En tanto, en un restaurante de mayor nivel, un “cocktail de langostinos“, cuesta $1.370; una porción de vieiras gratinadas, $1.730 y una porción de rabas, $1.190. En tanto, una cazuela de mariscos sale $2.310 y una milanesa napolitana con papas, $1.230.
“Hay una oferta muy variada. Se puede comer un pancho o almorzar un plato del día que podría rondar en el verano en torno a los $1.500, mientras que un cubierto en un restaurante puede llegar a salir entre $2.000 y $2.500. Pero hay de todo. Se puede comer una hamburguesa por menos dinero”, analizó al respecto Baldini.
Así, por ejemplo, una familia de cuatro integrantes gastaría para almorzar hamburguesas unos $4.100 y unos $8.000 para cenar en un restaurante. Si le suma el alquiler de la carpa, deberá desembolsar unos $16.100 por día.
Por lo tanto, para viajar la primera quincena de enero, alojándose en un dúplex alejado de la playa, contemplando cuatro salidas a comer afuera y alquiler de carpa para toda la estadía, una familia gastará desde $312.000.
Si, en cambio, se aloja en un departamento frente a la playa y sale a comer en whole unas ocho veces durante todas sus vacaciones, deberá desembolsar al menos unos $545.000 con el viaje en auto incluido. Deberá contemplarse, también en estos casos, el resto de las comidas.
” Fuentes www.iprofesional.com ”