Delicias a la Parrilla: Cómo Asar Carnes de Forma Segura
Con la llegada del buen tiempo y la prolongación de los días, muchos de nosotros nos preparamos para una de las actividades al aire libre más disfrutadas: ¡asados y barbacoas! Sin embargo, además del disfrute que nos ofrece el sabor ahumado y la jugosidad de la carne, es crucial recordar la importancia de la manipulación y preparación adecuada para evitar cualquier inconveniente. Aquí te compartimos algunos consejos esenciales para asegurarte de que tus parrilladas sean seguras y deliciosas.
La Preparación es Clave
Antes de encender la parrilla, es fundamental tener en cuenta la manera en que manejamos los alimentos. El cruce de contaminantes puede ser uno de los mayores riesgos al asar carne, por lo que es vital separar los alimentos crudos de los cocidos. Utiliza tablas de cortar diferentes y mantén el utensilio de la carne cruda alejado de aquellas superficies que estarán en contacto con la comida lista para servir.
Además, asegúrate de que la carne que vas a asar esté bien refrigerada hasta que estés listo para cocinarla. Las bacterias pueden proliferar rápidamente a temperaturas adecuadas para su crecimiento, así que evita dejar los ingredientes al aire libre durante mucho tiempo.
Conociendo las Temperaturas
Un aspecto fundamental para una barbacoa exitosa es saber a qué temperatura cocinar cada tipo de carne. Por ejemplo, las carnes rojas como el cerdo, res y cordero deben alcanzar una temperatura interna mínima de 63 °C para garantizar su seguridad al momento de ser consumidas. Por otro lado, las carnes de ave, como el pollo y el pavo, requieren llegar a los 74 °C.
Utilizar un termómetro de cocina es una excelente manera de asegurarte de que las carnes estén cocidas correctamente. Aunque la carne pueda lucir dorada por fuera, la única forma de comprobar la seguridad es midiendo su temperatura interna.
La Magia del Marinado
Marinar la carne no solo agrega un delicioso sabor, sino que también puede contribuir a su seguridad. Usar marinadas a base de ácido, como vinagre o jugo de limón, ayuda a inhibir el crecimiento de ciertas bacterias. Sin embargo, es esencial recordar que las marinadas que se han utilizado en carne cruda no deben mezclarse con la carne cocida. Si deseas agregar un toque extra de sabor, reserva una parte de la marinada antes de que entre en contacto con la carne cruda.
La Hora de Cocinar
Cuando estés listo para asar, asegúrate de precalentar la parrilla y de limpiar las rejillas adecuadamente. Una parrilla limpia ayuda a prevenir muchas de las contaminaciones cruzadas, además de proporcionar un mejor sabor a tus cortes de carne.
Al asar, es recomendable usar métodos de cocina indirecta e incluir el uso de una tapa, ya que esto ayudará a mantener una temperatura constante. No te olvides de girar la carne solo una o dos veces, lo que permite que se cocine de manera más uniforme y conserve sus jugos.
Servir y Disfrutar
Finalmente, al momento de servir, recuerda usar platos limpios y utensilios que no hayan estado en contacto con la carne cruda. Al igual que en la preparación, la presentación de los alimentos también cuenta, así que toma un tiempo para emplatar de manera atractiva y ofrecer una experiencia culinaria memorable.
Un asado puede ser una de las mejores maneras de compartir momentos con amigos y familiares. Siguiendo estas sencillas pautas, no solo disfrutarás de deliciosas carnes al grill, sino que también podrás hacerlo con la tranquilidad de haber tomado las precauciones necesarias para asegurar la salud de todos los comensales. ¡Bon appétit y feliz parrillada!
” Sources www.fsis.usda.gov ”