Se trata del crucero AIDAbella, que libera 118,3 toneladas de CO2 al ir y venir de la Isla
El crucero AIDAbella es el buque más contaminante que visita Mallorca y emite el equivalente al CO2 que producen 19.000 coches de gasolina. Este barco, con capacidad para 2.050 pasajeros, libera 4.931,24 kilos de dióxido de carbono por milla náutica, según datos de la Autoritat Portuària de les Balears y la Agencia Europea de Seguridad Marítima recopilados por el Observatorio de Turismo Sostenible de Mallorca del Consell. Las cifras expuestas en esta información corresponden a 2021 y, de las disponibles, son las más actualizadas.
Cada vez que este crucero atraca en el puerto de Palma desprende 118,3 toneladas de CO2 durante la ida y la vuelta. Para este cálculo se ha tenido en cuenta el recorrido que hace el navío al entrar y salir de lo que se conoce como mar territorial, es decir, las 12 millas náuticas mar adentro desde la línea de costa. De esta manera, para visitar Mallorca el buque navega durante 44,4 kilómetros dentro de este espacio, que equivalen a 24 millas náuticas.
Respecto a los vehículos de gasolina, aquellos que tienen un consumo medio de seis litros cada cien kilómetros, emiten una media de 140 gramos de CO2 por cada kilómetro que recorre el coche. Así, un vehículo emite 6,2 kilos de dióxido de carbono a lo largo de la misma distancia que recorre el crucero al visitar Mallorca. Dividiendo los kilos de emisiones del navío entre los liberados por un vehículo, se establece la equivalencia de que el buque contamina lo mismo que 19.000 coches. El segundo barco más contaminante es el MSC Preziosa, que cada milla náutica emite 2.657,08 kilos de CO2. Siguiendo el mismo cálculo, esto es igual a lo que liberan 10.200 coches. El tercer buque más pernicioso es otro crucero, el MSC Fantasia, que desprende 2.513,39 kilos.
El impacto de los cruceros
Cabe destacar que los datos tienen en cuenta todas las tipologías de barcos que entran y salen del puerto de Palma, lo que evidencia que los más contaminantes son cruceros. De hecho, los quince primeros buques de los datos, lo son. Los ferris, los navíos que transportan cereales, cemento, fuel o petróleo, no liberan más de 773,73 kilos de CO2, según los mismos datos consultados. Esto evidencia la gran diferencia que hay respecto a los cruceros.
Los resultados del décimo ránking de navieras de cruceros realizado por la organización alemana Nabu reflejó a finales del año pasado que 18 de las 19 empresas analizadas continúan sin tomar medidas suficientes para proteger el medio ambiente, el clima y la salud pública. Del whole, 16 operan con sus cruceros en el puerto de Palma, según informó este diario. Se da el caso de que la única naviera que cumple en un 50 % su progreso en la aplicación de estas medidas es Hurtigruten Norway, que sólo navega en Noruega.
La entidad que publicó el estudio es la Naturschutzbund Deustschland, que, con 120 años de historia, es la asociación ambiental más grande de ese país. La Plataforma contra els Megacreuers recordó que Palma es la segunda ciudad europea en mayor contaminación por cruceros, sólo superada por Barcelona.
El apunte
Semana de actos organizados por los anticruceros
” Fuentes amp.ultimahora.es ”