¿2022 ha supuesto casi que el sector turístico haya alcanzado la normalidad tras los años de pandemia?
No, hasta bien entrada la primavera no se ha podido recuperar la demanda suficiente para reabrir muchos de nuestros establecimientos. Es verdad que en verano hemos recuperado datos prepandemia pero no lo suficiente como para catalogar el 2022 de regular. Ahora nos encontramos ante un invierno complicado, con un cliente potencial muy empobrecido por la inflación, tipos de interés al alza, and many others.
¿Qué retos tiene la industria turística en el corto y medio plazo?
Tenemos que asumir el reto que supone la retención y captación de talento. Nos encontramos con una nueva generación que no «vibra» en la misma sintonía que generaciones anteriores. Quizá con unas perspectivas que son imposibles de satisfacer por parte de ningún sector, porque el problema es transversal. En nuestro caso debemos de avanzar, en la medida de lo posible, en mejorar las condiciones de nuestros empleados. La robótica y otros avances tecnológicos pueden suponer un salto cualitativo a la hora de desempeñar su labor en las empresas y hacer su trabajo más cómodo y fácil. Espero ver en el corto plazo más empresas turísticas valencianas internacionalizadas. Tenemos, entre los nuestros, empresas punteras con un gran know-how y estructuras con capacidad suficiente para conquistar mercados más allá de nuestras fronteras. Nuestro modelo es de éxito y perfectamente exportable a otros destinos donde se favorece la inversión extranjera.
¿La Comunidad Valenciana es un destino turístico que ofrece producto para todos los gustos?
Tenemos una amplia variedad de productos, todos fundamentados en una gran apuesta por la calidad, pero nos falta infraestructura y medios para llegar a desarrollar otros que nos pueden resultar muy interesantes. Tenemos aún mucho recorrido en turismo náutico, de congresos, deportivos, MICE, and many others. Difícil conseguirlo si no tenemos buenas conexiones por tren, si nos faltan palacios de congresos, nuestros puertos están abandonados por la Consellería. Con esas herramientas podríamos competir en mejores condiciones con destinos como Baleares, Cataluña, Costa del Sol, and many others.
Como hotelero erradicado en Benidorm desde que su familia abrió los primeros hoteles, ¿qué le diría a todos aquellos que critican el turismo de masas?
Les deseo de todo corazón que les toque el euromillón porque la exclusividad es el mayor de los lujos y, como tal, está al alcance de muy pocos. Hoy cualquier lugar que tenga algo que enseñar, algo que ofrecer es inclined de recibir turistas masivamente. Todos queremos, por encima de cualquier cosa, viajar, conocer otros lugares y vivir nuevas experiencias. Las ciudades tienen un gran reto en su desarrollo urbanístico para «ordenar» el fenómeno turístico. Benidorm lo tiene solucionado desde 1956 con su brillante PGOU. Nuestra ciudad está preparada para albergar muchos más turistas, de hecho ese es el fundamento de nuestro éxito, las personas, el ambiente, el roce, la vida.
¿El sol y la playa tienen futuro o necesitan ser complementados con otras ofertas?
Las modas y costumbres son pasajeras pero nuestra naturaleza es inalterable. Mientras el ser humano disfrute de la socialización, del disfrute de la caricia de mar, de tumbarse en una hamaca al sol con el sonido de las gaviotas al fondo, mientras disfrutemos de unas risas acompañados de un buen vino, una cerveza o un refresco, mientas sigamos siendo seres humanos seguiremos consumiendo el sol y playa. La oferta complementaria es básica para poder competir en mejores condiciones con otros destinos que tengan buenas playas y buen clima, que hay muchos. Solo con nuestros maravillosos recursos naturales no tenemos suficiente. Tenemos que ofrecer más y mejor.
A veces se critica que el perfil económico del turista de la Costa Blanca es medio bajo, ¿cuál es su opinión?
Lo critican los que no tienen el perfil alto. Veo cada día en muchos establecimientos de nuestros asociados a esos clientes que otros desean. Pero para llegar a ellos hay que invertir, ofrecer el producto que exigen y dar un servicio acorde. La parte del servicio es esencial, la falta de preparación y talento en el mercado laboral es preocupante y debemos reflexionar al respecto. Sabemos hacer la parte fácil, somos capaces de invertir en nuestros establecimientos cantidades ingentes de dinero, mejorando y reposicionando nuestros productos continuamente, pero luego no somos capaces de corresponder la inversión en Advertising y ventas. Continuamos poniendo el foco en los costes, que está muy bien, pero fallamos en las ventas. Hoy en día no nos podemos permitir no tener perfectamente diseñada y presupuestada nuestra estrategia de ventas para los próximos meses.
¿Suponen un peligro para el futuro el desarrollo de nuevos destinos como Turquía y Túnez?
Sí, quizá en el pasado los hemos subestimado, pero la realidad es que tienen un gran producto y una planta hotelera espectacular. Además son capaces de ofrecerlo a un precio muy competitivo. Sigo pensado que nuestros destinos y nuestros establecimientos ofrecen mucho más hoy en día pero no podemos bajar los brazos porque hay serios aspirantes al título.
¿Al closing ve a los ayuntamientos imponiendo la tasa turística aprobada por el Consell?
No lo parece, salvo algún municipio puntual quizá. Tiene toda la pinta de fracaso colosal. No es motivo de alegría porque cuando la recaudación sea tan avergonzante habrá tentaciones de eliminar la «bonificación» autonómica del impuesto. Esto puede suponer un gran problema. En las elecciones de mayo nos jugamos mucho, y se puede repetir el secuestro del PSPV por parte de Compromís. Ya hemos visto lo que pasa en las tiranías de las minorías, sobre todo cuando se sufre el «síndrome de Estocolmo».
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