Rosarito BC.- El peligro de que ocurra un accidente en el crucero del Corredor 2000 y bulevar Popotla es constante, pues poco se ha hecho a un año del terrible accidente cuando se volcó un autobús de pasajeros que dejó siete muertos y varias personas mutiladas.
En el lugar, una cruz de madera tiene escritos los nombres de las víctimas y algunos ramos de flores acompañan una pequeña capilla construida a pie de carretera en memoria de aquellos que murieron en la trágica noche del 9 de junio, cuando el autobús en que viajaban se volcó tras intentar integrarse al bulevar Popotla.
Blanca Elvira Valenzuela, residente de la zona, dijo que los accidentes en ese cruce se siguen presentando, sobre todo, camiones cargados de mercancía que no alcanzan a dar la vuelta y terminan volcándose.
Realizan obras
Dijo que a raíz del accidente, las autoridades realizaron algunas obras, pero que no son suficientes para resolver el problema en este crucero y otro punto sobre el Corredor 2000, que ya es conocido como la “curva de la muerte”, por la cantidad de accidentes que ahí ocurren.
La también comerciante de artesanías, recordó que hace más de 15 años que se construyó el Corredor 2000, mismo que no cuenta con iluminación y suficientes señalamientos y a estas alturas, la carretera presenta grietas importantes que ponen en peligro a los conductores.
La velocidad
El problema de tantos accidentes es el exceso de velocidad con que viajan los conductores, pues a ella le ha tocado ver a lo largo de los años accidentes fatales por esta causa.
El más reciente dijo, ocurrió hace algunas semanas cuando un conductor atropelló a Francisco Cázares, un trabajador de la zona, tras pasarse el alto de disco, pero logró huir ya que la presencia de la policía en ese punto es esporádica y no hay quién responda.
Los deudos buscan justicia y aunque hay un expediente abierto de investigación, hasta el momento no hay resultados que lleven a la captura del responsable.
Sin semáforos
En ese crucero no hay un semáforo que paute el tráfico, por lo que no son pocos los conductores que se pasan los altos de disco sin problema, pero son quienes ocasionan parte de los accidentes que ahí ocurren.
Sus ojos han visto el dolor de los deudos que llegan luego de un accidente deadly, pero también la indiferencia de las autoridades, que no han podido realizar las obras necesarias para disminuir el riesgo de un accidente.
El temor de que ocurra un accidente que pueda incluso poner en riesgo la vida de quienes viven en ese tramo carretero se vive a diario y lo único que les queda cube es encomendarse a dios, para que nada les ocurra.
” Fuentes www.elimparcial.com ”