LEVEL, la aerolínea de bajo coste y largo radio de IAG, proporciona algunas recomendaciones para hacer más placenteros los viajes transatlánticos.
La alimentación, la hidratación, el descanso o pequeños ejercicios a bordo pueden ayudar a que el largo vuelo de regreso a casa sea más cómodo.
Se acerca el puente de diciembre y las Navidades y con ello, el momento en el que se multiplican los viajes a destinos al otro lado del Atlántico. Por esta razón, LEVEL, aporta cinco consejos para hacer que los vuelos transatlánticos sean más placenteros.
Mantener la hidratación
Durante el vuelo, el avión cuenta con una humedad muy controlada. Por ello, es muy importante para la hidratación del organismo y piel, beber agua durante todo el trayecto, no solo en los tiempos de servicio de comida. Según la Asociación Médica Aeroespacial (ASMA), lo recomendable es beber un cuarto de litro de agua cada hora de vuelo.
Una alimentación ligera
En los vuelos de largo radio, la gastronomía es parte basic de la experiencia del viaje. Por ello, se recomienda elegir de forma previa el menú que pueda ser, no solo el más apetecible, sino el que permita digestiones sencillas. Por ejemplo, la digestión será más fácil si el menú contiene proteínas (como carnes bajas en grasas) o algunos carbohidratos, verduras o frutas. Por ello, opciones ideales para almorzar o cenar durante el vuelo son aquellos que contienen pollo, pasta, ensaladas o incluso pokes.
Vestimenta idónea
Durante los vuelos transatlánticos, se recomienda llevar ropa cómoda, preferiblemente de algodón, holgada, que facilite la circulación y zapatos planos. También es buena concept llevar alguna chaqueta o manga larga (o solicitar la opción de manta a bordo), ya que la temperatura de la cabina puede variar durante el vuelo, del mismo modo que también nuestro cuerpo experimenta cambios de temperatura en determinados momentos, como durante el sueño o la digestión.
Realizar pequeños ejercicios durante el vuelo
En estos vuelos hacia otro continente, el pasaje está sentado durante varias horas. Por ello, es importante estimular la circulación sanguínea del cuerpo con sencillos ejercicios. Desde realizar pequeños paseos por el pasillo de la cabina, estirar la espalda, brazos y piernas, o tener en cuenta determinadas posturas en el asiento, como no pasar mucho tiempo con las piernas cruzadas. Todo ello favorecerá la circulación y, además, ayudará a minimizar el jet-lag que se puede experimentar en trayectos con diferentes husos horarios entre destinos.
Combinar entretenimiento y descanso
En un vuelo de larga duración es importante el equilibrio entre el descanso y el entretenimiento a bordo, especialmente en aquellos en los que transcurre un tramo nocturno o existe una gran diferencia horaria con respecto al destino. Para ello, se recomienda intentar dormir en algún momento del viaje. Para caer en los brazos de Morfeo, hay pequeñas pautas que son de gran ayuda, como evitar tomar bebidas con cafeína o teína justo antes o durante el vuelo y usar elementos como un antifaz, tapones para los oídos o una almohada. Al dormir a bordo, es importante hacerlo con el cinturón abrochado para evitar interrupciones.
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