Osiris y Lórien, ambas de 6 años, son dos niñas nómades que comenzaron esta aventura cuando se encontraban en el vientre de su mamá. Fue el 20 de julio de 2014 cuando los papás de estas dos pequeñas viajeras decidieron dar inicio a un nuevo estilo de vida: vivir viajando.
Andrea (33), mamá de “las mellis” y Jeremías (32), papá de las niñas, salieron en un Renault 12 y una casilla rodante que ellos mismos habían hecho. A los cuatro meses de haber andado los primeros kilómetros de esta gran travesía nacieron en Rosario, Santa Fe, las pequeñas Osiris y Lórien.
Dos niñas que han han viajado toda su vida sin cesar y que junto a sus padres ya han conocido gran parte de Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, México y Guatemala, en whole 8 países y más de 600 pueblos y ciudades. Lugares que han recorrido en auto, a dedo, en bus, barco, moto y aviones.
Vivir viajando siempre fue el sueño de Andrea y Jeremías, y aunque muchos les decían que period algo imposible, hoy consideran que el mundo es su casa y los cuatros son una familia nómade.
“Viajar con niños es fabuloso, uno aprende muchísimo de viajar con ellos, a sorprenderse de cada cosa que pueda ir pasando y además nos empujan a explorar más y más, ya que la curiosidad de los niños es de lo más infinito, siempre hay un ¿por qué? ¿cómo se hace?”, cuenta Jeremías a MDZ.
El papá de “las mellis” agrega que los beneficios que tiene viajar para sus hijas son muchos, “primero que no hay imposibles, ya que lo que nos proponemos lo conseguimos, después pueden ver la diversidad cultural, religiosa, lingüística que hay, aprenden estando en los lugares viviendo como locales, las hace versátiles, aprendiendo a adaptarse a distintos entornos todo el tiempo, aprenden a relacionarse ya que lugar nuevo, amigos nuevos, o mejores amigos como dicen ellas”.
“Familia Nómade: de viaje por el mundo”
Esta familia argentina comparte todas sus vivencias en sus redes sociales y en un sitio net llamado “Familia Nómade: de viaje por el mundo”. Desde allí brindan recomendaciones de viajes, especialmente a familias, también consejos para quienes quieran llevar este estilo de vida y dejan registradas todas sus aventuras.
Los cuatro van moviéndose de un lado a otro y confiesan que no suelen tener rutas fijas, “siempre decimos: vamos más o menos por acá. El viaje nos enseñó a que no sirve de mucho planear a futuro y vivir más el aquí y el ahora”.
Ser nómades los lleva a tener un estilo de vida que probablemente sea muy diferente a la mayoría de las personas y esto suele llamar la atención de aquellos que los cruzan en el camino o quienes los conocen a través de sus canales de comunicación, quienes muchas veces se preguntan: ¿las niñas van a la escuela?
“Las nenas no están escolarizadas formalmente, hacen homeschooling con nosotros desde los 2 años, hacemos pruebas de nivelación cada tanto y la última nos dio que estaban adelantadas 1 año respecto a niñes de su edad”, responde Jeremías.
Además, la pareja comparte que siempre encuentran en el camino instituciones educativas acordes al tipo de educación que les gusta para sus hijas, aquellas que siguen la pedagogía Waldorf, Montessori, entre otras. “Escribir, leer, los números, hacer cuentas lo aprenden con sus profesores preferidos: nosotros. Somos quienes les enseñamos con ayuda de guías escolares”.
Osiris y Lórien tienen como escuela al mundo, a este tipo de educación se lo conoce como worldscholin. “Ellas van viajando y entendiendo de una manera vivencial cosas que quizás estando en una institución educativa, no podrían”, aclaran en su cuenta de instagram sus padres y agregan que las mellis pudieron experimentarlo, por ejemplo, al viajar por las ciudades Mayas, en donde vivieron, entendieron y absorbieron esta cultura al visitar los diferentes países.
Si bien ellos llevan más de 7 años de vida nómade en familia, a la hora de recomendar esta experiencia a otras parejas con hijos Andrea y Jeremías se sinceran y expresan: “Solo lo recomendamos a familias que realmente lo deseen, porque la verdad que, como muchas otras cosas, no todo es para todos. Hay gente que le gusta tener sus cosas, comodidades, rutinas con las mismas personas, que se sienten seguros en un solo entorno y eso está bien”.
La pareja comparte que la vida que llevan los saca totalmente de las rutinas y que les da una sensación de libertad muy grande. Pero también, por momentos, ser nómade da inestabilidad, aunque para ellos “esas son pruebas y creemos que aparecen para empujar nuestros límites un poco más allá. Nosotros sin duda elegimos este tipo de vida a vivir en un solo lugar”.
” Fuentes www.mdzol.com ”