TRANSFORMANDO UNA COMUNIDAD: CÓMO UNA IGLESIA DEL ÁREA DE DETROIT TOMÓ ACCIÓN CONTRA LOS PRODUCTOS QUÍMICOS TÓXICOS Y LA ESCASEZ DE ALIMENTOS FRESCOS
En un mundo donde el impacto negativo de los productos químicos tóxicos en nuestra salud se vuelve cada vez más evidente, es inspirador encontrar iniciativas que buscan hacer un cambio real en nuestras comunidades. En el corazón del área de Detroit, una iglesia ha decidido liderar el camino hacia un futuro más saludable y sostenible.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día de Detroit se ha comprometido a convertirse en un faro de esperanza en la comunidad al enfrentar dos desafíos fundamentales: los productos químicos tóxicos y la escasez de alimentos frescos. En un artículo reciente publicado en NAD (North American Division) News, se revela cómo esta iglesia ha tomado medidas audaces para abordar estos problemas de manera integral.
En primer lugar, la iglesia se ha unido a la lucha contra los productos químicos tóxicos que están omnipresentes en nuestra sociedad. Conscientes de los efectos dañinos que estos productos pueden tener en nuestra salud, han tomado medidas para eliminarlos de su entorno y educar a su comunidad sobre alternativas más seguras y naturales. Han adoptado prácticas de limpieza y mantenimiento ecológicas, utilizando productos biodegradables y evitando productos químicos agresivos. Además, han hecho hincapié en la importancia de una alimentación saludable y han fomentado el consumo de productos orgánicos y libres de pesticidas.
En segundo lugar, la iglesia ha respondido a la escasez de alimentos frescos mediante la creación de un huerto comunitario. En un área donde el acceso a alimentos frescos es limitado, la iglesia ha utilizado su terreno para cultivar una variedad de frutas y verduras. No solo esto beneficia a los miembros de la iglesia, sino que también brinda una valiosa oportunidad a la comunidad para obtener alimentos saludables y de calidad. Además, se ha creado un programa de voluntariado en el que miembros de la iglesia y voluntarios de la comunidad se unen para cuidar y cosechar los cultivos, fortaleciendo los lazos entre ellos y fomentando una mayor colaboración.
La historia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Detroit es un testimonio poderoso de cómo el compromiso y la determinación pueden generar un impacto duradero en una comunidad. Su enfoque integral para abordar los problemas de los productos químicos tóxicos y la escasez de alimentos frescos muestra cómo una organización puede realmente marcar la diferencia. El artículo de NAD News sirve como un recordatorio de que no estamos condenados a ser víctimas de las circunstancias, sino que podemos tomar medidas para cambiar nuestras vidas y las de los que nos rodean.
Al leer sobre la valiente iniciativa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Detroit, no solo somos testigos de su éxito en enfrentar estos desafíos, sino que también nos inspiramos a seguir su ejemplo. Es un llamado a la acción para cada uno de nosotros, para que podamos hacer la diferencia en nuestras propias comunidades. Es un recordatorio de que juntos, podemos transformar el mundo en un lugar mejor, uno libre de productos químicos tóxicos y lleno de alimentos frescos y saludables para todos.
” Sources www.nadadventist.org ”