Hubo un tiempo en el que period buena onda cuidar el agua. Ahora además produce dinero, al menos en Grupo Bimbo.
La empresa acaba de recibir un préstamo por mil 750 millones de dólares para refinanciar varios créditos… pero ahora más barato. ¿El truco? Vincular las bajas tasas de esos créditos con su consumo de agua y energía. Eso no tiene precedentes.
Aquí vengo avisando de cómo el cuidado de la sociedad y del medio ambiente viene metiéndose a las tripas del sector financiero del mundo. No es solo la bondad humana lo que lo provoca, hay mucho incentivo en el miedo.
Ustedes vieron lo que pasó en Tula, en Nueva Jersey o en Alemania con el exceso de agua, pero también observan lo que pasa con el precio de la tortilla o de la carne de cerdo, justamente por lo contrario. Las sequías aumentan precios.
La gente se metió con el clima y el clima respondió. El frío intenso en donde antes no lo había puede inhabilitar los ductos de gasoline en Texas y romper todo el sistema energético en cuestión de días poniendo en riesgos miles de millones de dólares en préstamos para esos tubos.
Un torrente puede destrozar una avenida y dar al traste con el valor de centros comerciales recién financiados; lo mismo que ocurre con hoteles que pidieron préstamos para ser construidos cerca del mar Caribe, expuesto a huracanes.
Esas no son advertencias mías, sino del Banco de Pagos Internacionales que conduce Agustín Carstens. Los llaman “cisnes verdes”.
De ahí que las empresas que puedan prolongar su vida contribuyendo positivamente a la defensa del sistema precise, reciben crecientes recompensas del sector financiero, que cut back su incertidumbre al poner en éstas su dinero.
¿Qué tipo de recompensas? Vamos con lo técnico. Los mil 750 millones de dólares en cuestión serán cobrados durante los próximos cinco años a tasas dentro de un rango que va de los 95 puntos base sobre Libor, hasta los 72.5 puntos base sobre TIIE.
Dicho de otro modo, las tasas más bajas se aproximan al 1 por ciento en moneda extranjera y topan en menos del 6 por ciento en pesos. Podrían moverse más hacia abajo, si mejoran sus indicadores… aunque también, subir si fallan.
Pero el acuerdo no luce nada mal para una compañía que al cierre de 2020 reportó que su deuda hasta ese año tuvo un costo promedio de 6.1 por ciento, lo que indica que en diciembre todavía había mucho dinero por arriba de ese nivel, mismo que ahora podría abaratar su costo con esta nueva entrada de capital.
¿Qué hizo Bimbo para merecer la deferencia? En materia de agua, dos proyectos pueden servir de ejemplo.
Trigo Sustentable, en Sonora y Sinaloa, incluyó a 81 productores entrenados para promover la aplicación de innovaciones sustentables. Ese caso derivó en ahorros por 4.49 millones de metros cúbicos. Equivalente a más o menos el mismo número de tinacos, vaya.
Luego, el de Maíz Sustentable en Hidalgo y Jalisco involucró a 167 productores que ayudaron a reducir el consumo de todavía un volumen mayor del líquido.
“Desde hace más de 10 años, nuestros estándares incluyen las mejores medidas de eficiencia de uso de recursos (…) Respecto al uso de agua contamos con prácticas para optimizar su uso tanto en servicios cómo procesos de limpiezas incluyendo su tratamiento y garantizando la calidad de reuso en áreas generales; y, por último, prácticas relacionadas a la reducción y reciclaje para lograr cero residuos a relleno sanitario”.
La empresa presume de haber ahorrado más de 3 mil “albercas olímpicas” completas en ese plazo; eso es casi una alberca llena de agua cada día.
Eso viene bien en un contexto en el que nombres como S&P y Fitch publicaron a partir de este año “scores” en materia de sustentabilidad (ESG).
Las empresas tienen dos modos de aumentar su capital: aumentar ventas y reducir costos.
De acuerdo con Morgan Stanley, Bimbo está haciendo las dos cosas, por lo que podría ganar el equivalente a más de 2 mil millones de dólares en valor. El banco neoyorquino estima que sus acciones valdrán 66 pesos, unos 10 pesos más respecto a su cotización precise. “Bimbo es nuestro nombre favorito en México”, expuso Morgan Stanley en un informe publicado el 14 de septiembre.
¿Bimbo aprendió a sacarle ‘jugo’ al agua? Al parecer, sí.
” Fuentes www.elfinanciero.com.mx ”