Uno de los grandes avances podría ser la sustitución del pasaporte tradicional por uno biométrico
Según el informe ‘easyJet 2070: los viajes del futuro’, los viajes dentro de 50 años serán muy diferentes a cómo son hoy en día. Los avances tecnológicos podrían revolucionar los aeropuertos y la experiencia de viajar en avión. Por ejemplo, al igual que ocurre con las huellas dactilares y el iris, cada persona también tiene una firma cardíaca única. Esto podría hacer que se sustituyera el pasaporte tradicional por uno biométrico o que funcione con el latido del corazón, algo que agilizaría la seguridad aeroportuaria.
Los asientos ergonómicos y biomiméticos de los aviones serían otros de los grandes avances y es que estos podrían convertirse en la nueva norma, no sólo en vuelos de lujo. Estos incluirían materiales inteligentes que se adaptan a la forma del cuerpo, altura, peso y temperatura del pasajero, haciendo más cómoda la experiencia de vuelo. Por su parte, el entretenimiento a bordo podría transmitirse directamente a los ojos del pasajero a través de dispositivos optoelectrónicos, eliminando la necesidad de pantallas a bordo o de descargar películas antes de volar.
Cabe destacar que, en las próximas décadas, los taxis aéreos e-VTOL (siglas con las que se conocen las aeronaves eléctricas de despeje y aterrizaje vertical) podrían acabar con el servicio de aparcamiento del aeropuerto. Se estima que un 85% de pasajeros llegarían en e-VTOL desde sus casas hasta la terminal, haciendo este trayecto más rápido y cómodo que nunca.
La experiencia de alojamiento
Más allá del viaje en sí, las mejores tecnológicas pueden derivar en avances significativos en la experiencia de alojamiento. La posibilidad de imprimir comida en 3D en los bufés de los hoteles permitiría que los viajeros imprimiesen lo que quisieran comer en cada momento, reduciendo así el desperdicio de alimentos. Los hoteles subterráneos serían otros de los posibles avances, los cuales serían muy eficientes energéticamente, además de respetuosos con el medio ambiente.
Las habitaciones de lodge podrían ser inteligentes, con camas prefabricadas con la firmeza exacta deseada, temperatura ambiente y las preferencias musicales. También podrían existir asistentes personales en forma de holograma para acompañar a los turistas y proporcionarles información actualizada sobre el destino y asistencia durante la estancia. El mundo 3D no se quedaría ahí, la opción de imprimir ropa de vacaciones y reciclable a la llegada al lodge conseguiría eliminar la necesidad de llevar las maletas. Junto a esto, cada persona podría crear su propia ropa, adaptada a su estilo y necesidades, reciclando así el materials para el próximo huésped.
Por último, podrían existir las experiencias de viaje en el tiempo, en las cuales los turistas serían capaces de viajar al pasado llevando trajes táctiles con los que podrían sumergirse en acontecimientos que ya forman parte de la historia. Por ejemplo, podrían revivir lo que sentía un atleta al estar entre la multitud de los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia.
” Fuentes www.nexotur.com ”