La Revolución Turística que Colombia Puede Estar Cerca de Vivir
Colombia, con sus paisajes de ensueño, desde el azul profundo de sus costas hasta el verde vibrante de sus montañas y valles, siempre ha sido un destino anhelado por viajeros de todo el mundo. Sin embargo, más allá de su belleza natural y diversidad cultural, el turismo en el país sudamericano enfrenta un reto significativo que podría estar a punto de cambiar.
En una movida que podría revolucionar la experiencia turística en Colombia, agencias y operadores del sector están alzando la voz en un llamado unísono para una reforma crucial: la reducción del Impuesto al Valor Añadido (IVA) aplicado tanto a tiquetes aéreos como a servicios hoteleros. Este impuesto, que actualmente se encuentra en tasas consideradas elevadas comparadas con estándares globales, ha sido identificado como un freno potencial para el florecimiento total del turismo en el país.
Este ferviente llamado no es meramente una petición en beneficio de las propias agencias y operadores turísticos, sino que se proyecta como una vía para incrementar la competitividad del destino Colombia en el mercado internacional de viajes. Al reducir el IVA sobre estos servicios esenciales, el país podría atraer a un mayor número de visitantes internacionales, a la vez que hace más accesible el turismo interno para los colombianos. Es una estrategia donde todos ganan, potenciando la economía local y expandiendo el mercado laboral en sectores relacionados con el turismo.
Las voces que lideran esta campaña argumentan que países con una robusta industria turística han encontrado en políticas fiscales amigables para el sector una herramienta invaluable para impulsar el crecimiento. Para Colombia, cuyo potencial turístico ha sido elogiado en innumerables ocasiones pero aún no explotado en su totalidad, la reducción del IVA representa una oportunidad para diferenciarse y escalar posiciones como destino favorito a nivel global.
Imaginemos, por un momento, la Colombia que podría emerger de esta transformación: más viajeros experimentando el encanto de Cartagena, la majestuosidad de los Andes, la vibrante vida de las ciudades y la extraordinaria oferta de naturaleza y aventura. Además, los colombianos tendrían mayor incentivo para explorar la riqueza de su propio país, fomentando un sentido de orgullo y pertenencia, así como una comprensión más profunda de la diversidad cultural y natural que poseen.
La propuesta también incluye un horizonte de oportunidades para la innovación en servicios turísticos, alentando a las empresas a mejorar y diversificar sus ofertas, desde alojamientos hasta experiencias únicas para los visitantes. Así, Colombia no solo ampliaría su mercado turístico, sino que también elevaría la calidad y variedad de su oferta, colocándose a la vanguardia de la industria a nivel latinoamericano y mundial.
En definitiva, este llamado para la reducción del IVA en tiquetes aéreos y servicios hoteleros es más que una petición económica; es una visión para el futuro del turismo en Colombia. Con esta medida, el país no solo aseguraría un aumento en el flujo de viajeros, sino que además consolidaría su posición como un destino turístico de clase mundial, rico en cultura, aventura y oportunidades para todos.
Este es un momento decisivo para Colombia. La posibilidad de una revolución turística está a la vuelta de la esquina, esperando la luz verde que podría llegar a transformar fundamentalmente la manera en que el país es percibido y vivido por viajeros de todas partes del mundo. La pregunta que queda es: ¿Estará Colombia lista para dar ese paso y abrazar su potencial como nunca antes?
” Sources www.reportur.com ”
” Sources www.reportur.com ”