Si eres de los que le gusta viajar, solo o acompañado, la Navidad es una de las mejores fechas ya que las ciudades que de por sí son asombrosas ganan más puntos al closing de cada año. De hecho, el mundo es genial porque hay ciudades para todos los gustos.
Hay quienes adoran los mercadillos navideños, el vino caliente y la artesanía típica native, quienes no ven la hora de calzarse los esquís y descender por pistas impresionantes, y quienes prefieren una escapada cálida con vistas al mar. Y no olvidemos a los amantes de las luces navideñas y a los que, en cambio, solo esperan las fiestas para divertirse por fin sin preocupaciones.
De hecho, sea cual sea tu viaje best de vacaciones de Navidad a lo largo y ancho de Europa encontrarás tu lugar best tanto si redescubres alguna ciudad como si empiezas de cero, sin olvidar nunca la mítica Nueva York. En Libertad Digital os dejamos una lista de las ciudades más bonitas, pero hay muchas más.
Nueva York: unas navidades de película
Las navidades en Nueva York son de cuento, de película de Navidad que ponen todos los años por la tele… algo que hay que vivir al menos una vez en la vida. ¿Por qué son tan especiales? Porque a finales de noviembre ya comienzas a sentir la Navidad con los escaparates con postales invernales, los patinadores en las pistas de hielo, las aceras llenas de abetos….
Nueva York en Navidad está plagado de mercados navideños donde comprar artesanía, decoración, algo de comer, and so on. mientras bebes una apple cider hirviendo (sidra de manzana) para entrar en calor. Los más destacados y que no deben faltar en la ruta principal por los mercados neoyorkinos son los de Vacation Truthful, ubicado en la Estación Central, el Vacation Market en Columbus Circus o el Union Sq. Vacation Market.
Otra de las cosas que, al igual que en las películas navideñas, no puedes dejar de hacer si visitas Nueva York en las fiestas es patinar sobre alguna de sus muchas pistas de patinaje sobre hielo. Las que no te puedes perder, aunque solo sea para hacer fotos, son las de Rockefeller Middle y la de Central Park.
Estrasburgo y la magia de Alsacia
Cada año uno de los destinos europeos que más demanda tiene para pasar las vacaciones navideñas es Alsacia. Y no es de extrañar. ¿Por qué? Porque en pocos kilómetros cuadrados se encuentran gran número de pueblos con un encanto especial, entre los que destaca Colmar. Estos pueblos son especiales ya que les envuelve un halo de cuento con casas entramadas y bastones de caramelo. ¿Cómo mejorarlo? Simplemente dando un paseo por Estrasburgo, una cuidad a la altura de los pueblos alsacianos que pone la guinda al sueño navideño. Pocos lugares de Europa se toman la Navidad tan en serio y son capaces de transmitir un ambiente tan cálido y poético como esta región de Francia.
Por supuesto, es imprescindible visitar los mercados navideños de Estrasburgo. El más antiguo de Francia que knowledge de 1570 y cuenta con 300 casetas todos los años a lo largo del casco antiguo de la capital. También debes visitar Colmar, una de las ciudades más famosas de Alsacia por sus características casas de madera con paredes de colores, con calles estrechas de piedra y numerosos canales.
Sin duda, la Ruta de los vinos de Alsacia, imprescindible para los amantes del vino y de las degustaciones, está repleta de pintorescos pueblos que rivalizan con escenarios de Disney ¿algunos ejemplos? Eguisheim, Kaysersberg y Riquewihr.
Budapest: despedir al año en un balneario
La capital húngara es una de las ciudades con más historia de Europa, y es perfecta para visitar en cualquier época del año. Por supuesto, si es en invierno hay que ir bien abrigado. Si la capital de Hungría es espectacular siempre, el mejor momento para descubrirla solo puede ser en diciembre, cuando hace tanto frío fuera que disfrutar de sus majestuosos balnearios es un verdadero placer.
Budapest es un lugar muy dickensiano. Sus grandes y elegantes avenidas de aristocráticos edificios engalanadas con luces y adornos de Navidad, dan un toque de calidez a las gélidas temperaturas que marcan el termómetro y despiertan en uno un no se qué que lo traslada a las aceras del Cuento de Navidad.
Hay muchísimos planes que hacer en Budapest en Navidad, desde pistas de patinaje a especiadas bebidas calientes, espectáculos mágicos o simplemente puestecillos navideños en mercadillos llenos de encanto. De hecho, uno sale de Szechenyi renovado, listo para pasear entre los coquetos mercadillos navideños de Budapest 2021 y ver el mapping en la Basílica de San Esteban.
Berlín: entre el bratwurst y el vino caliente
Al menos una vez en la vida hay que ir a Alemania en época navideña y, por supuesto, nada mejor que visitar su capital para ello. La ciudad más monumental e histórica del país ofrece unas fiestas donde las luces de colores rivalizan con el manto blanco de la nieve en las calles. Para combatir el frío, no hay nada mejor que pedir unas típicas bratwurst acompañadas de vino caliente en un puesto callejero.
Para los adictos a los regalos navideños, hay más de medio centenar de mercados navideños repartidos por toda la ciudad. Los mejores mercados son los que se encuentran en Spandau, Gendarmenmarkt, Charlottenburg, Alexanderplatz y el de Potsdamer Platz.
Además, hay que señalar que la fiesta de Nochevieja, la Silvesterparty, es sin duda un plan best para tu viaje navideño. ¿Por qué? Porque Berlín acoge la más grande de Alemania, la de la Puerta de Brandeburgo. ¿Cómo es esta fiesta? Ocupa dos kilómetros, hasta la Columna de la Victoria del parque Tiergarten, cosa que se conoce como “la milla de la fiesta”. Hay actuaciones, fuegos artificiales, una noria… y la entrada es gratuita.
Bruselas: música, luz y shade
Bruselas es otro sitio que es clave para las semanas previas a Nochebuena, una de las mejores ciudades para viajar en Navidad. Tiene un montón de mercadillos repartidos por el centro, el mejor sin duda es el Marché aux Possions, en el que es imprescindible subir a la noria para tomar las fotos más chulas, sobre todo de noche.
En la Grand Place preparan un espectáculo de luces de colores y música cada año y las fachadas de sus famosas casas parece que cobran vida. Tampoco se puede dejar de visitar el gran árbol de Navidad que colocan en la Grand Place. Pero lo que de verdad os dejará boquiabierto es su chocolate caliente, nunca más apetecible que en Adviento en Bélgica.
París: para los más románticos 365 días al año
París, la Ciudad del Amor, un viaje clásico para enamorados… su elegancia en diciembre no tiene rival. Esa Avenida de los Campos Elíseos iluminada y llena de puestecitos, el mercado de abetos en el Arco de La Défénse, los escaparates de Lafayette, la cúpula decorada a los pies de la Torre Eiffel, los puestos de castañas frente a Notre Dame… levanta los suspiros de cualquiera.
Las calles de la capital francesa se llenan de mercados navideños, el de la avenida de los Campos Elíseos es sin duda el mejor, también tenemos otro bajo el Arco de la Defensa y, por supuesto, a los pies de la Torre Eiffel.
Viena: de los mercados navideños más grandes
El mercado que se emplaza ante el Ayuntamiento es enorme, espectacular, con su pista de patinaje sobre hielo y miles de puestos de madera con adornos, comidas navideñas como el gulash dentro de un pan redondo… además, algunos de sus tranvías se decoran con motivos navideños incluso con personajes ataviados de Papá Noel, elfos, and so on. una absoluta monada. Este mercado navideño cuenta con más de 150 puestos.
También hay otro, de menor envergadura pero igualmente hermoso, situado a los pies de la catedral, es el mercado navideño Stephansplatz, que se monta todos los años desde 1999. La única excepción ha sido el 2020 debido a la pandemia del coronavirus.
Praga: ambiente de cuento de hadas
Praga es una de esas ciudades cuya atmósfera mágica te cautiva desde el primer momento en que cruzas el Puente Carlos, paseas por el barrio judío o por las estrechas calles de Malastrana y admiras la vista del castillo encaramado en lo alto de la colina: te sentirás como el protagonista de un cuento de hadas de otra época.
En Navidad, la magia inherente a Praga se multiplica de forma exponencial: la hermosa iluminación, los mercados típicos, las pistas de patinaje sobre hielo y los belenes conforman una imagen de postal irresistible para los amantes de esta época del año.
Si viajas a Praga en Navidad no debes dejar de visitar los mercados navideños, hay muchísimos a lo largo de la ciudad, pero los más destacados son el ubicado en la Plaza de Wenceslao y el de la Plaza de la Ciudad Vieja. En ellos, además de recuerdos de todo tipo, también se pueden degustar especialidades locales como klobása (salchichas a la parrilla) o perníčky (pan de jengibre con especias) y calentarse con un vigorizante svařák, la versión native del vino caliente.
Madrid: Una Navidad de tapeo y churros
Madrid es otra ciudad que empapa sus calles de un gran espíritu navideño. La Puerta del Sol con su gran árbol de Navidad iluminado es una cita obligatoria para despedir el año por todo lo alto. Hasta entonces, la fiesta está en el tradicional mercado de la Plaza Mayor, donde las pelucas, los disfraces y los artículos de broma convierten el lugar en un verdadero Carnaval.
Si eres de los que te gusta pasear y visitar todo tipo de decoración navideña no puedes perderte el Belén del Ayuntamiento, y el de la Comunidad al igual que las calles del centro con sus iluminaciones navideñas. Por supuesto, de lo más bonito de la capital es el Actual Jardín Botánico iluminado cada año para la ocasión, aquí debes reservar previamente sino no podrás verlo. Para terminar bien la noche, lo mejor es llenar el estómago con una buena ruta de tapeo o calentarnos disfrutando de un buen chocolate con churros en la cafetería de San Ginés.
Barcelona: la ciudad de los caganers
Cuando pensamos en la Navidad y en Barcelona nos viene a la mente un simpático personaje de la tradición catalana: el caganer. Ningún personaje se libra de enseñar su trasero: desde Mick Jagger a Superman, pasando por Darth Vader o el Papa Francisco. En la Ciudad Condal es posible encontrar cualquier caganer que queramos para colocarlo en nuestro belén. Veremos algún caganer posando en el tradicional pesebre de la Plaza Sant Jaume o expuestos en el mercadillo navideño de la Plaza de la Catedral.
Pero no solo de caganers vive la Navidad de Barcelona. También cuentan con numerosos mercadillos navideños que no deberán faltar en tu recorrido como el ubicado en la Sagrada Familia, el pesebre de la Plaza de Sant Jaume y toda la iluminación de la ciudad.
Londres: toda la ciudad brilla literalmente
Londres es de esas capitales europeas que merecen la pena como viaje navideño. Toda la ciudad se ilumina con miles de guirnaldas y juegos de luces en los parques, calles y centros comerciales. Sin duda, el más famoso de la capital británica es el Harrods, cuya fachada es un espectáculo por sí sola. El árbol de Trafalgar Sq., la pista de hielo bajo el London Eye o el mercado navideño en el corazón de Hyden Park son otros de los rincones que no debes perderte en Navidad.
Por supuesto, tampoco debes faltar a tu cita con Winter Wonderland, la feria de Navidad más famosa de Londres. Se instala cada año en el famoso parque del centro de Londres Hyde Park. Winter Wonderland es una feria de Navidad gigante como nunca has visto antes. Repleta de cabañas de madera y miles de luces de Navidad.
Covent Backyard es un imprescindible siempre que se visite Londes pero, si es en Navidad todavía más porque la decoración dentro del antiguo mercado de manzanas suele ser espectacular. Aquí también está uno de los árboles de Navidad más grandes de Londres. Figuras navideñas de Lego gigantes y un reno enorme adornan ésta fantástica plaza durante éstas fechas.
” Fuentes www.libertaddigital.com ”