Si hay algo que no puede fallar a la hora de asegurar el disfrute durante unas buenas vacaciones, es el alojamiento. Y a pesar de que la tarea de encontrar un buen lodge no siempre resulta sencilla, a estas alturas es posible garantizar que un buen lodge es imprescindible para rematar una buena experiencia de viaje, o incluso para definirla por completo.
Dejar de lado los quebraderos de cabeza es una máxima para cualquier viajero, de ahí que la ilusión de poder tumbarse en la piscina de un lodge y disfrutar de todo lo que este puede ofrecer con tan solo un movimiento de muñeca haya dejado de ser una fantasía para convertirse en realidad.
De un tiempo a esta parte, alojarse en régimen de Todo Incluido se ha convertido en una de las apuestas vacacionales más deseadas para quienes buscan días de descanso y desconexión absoluta. Y a pesar de que es posible que muchos viajeros aún sigan condicionados por el issue precio, la realidad es que lejos de ser un producto caro, es una modalidad que se adapta, o casi, a muchos presupuestos.
¿Vale realmente la pena contratar un alojamiento en Todo Incluido?
Si el precio es un issue determinante a la hora contratar o no esta modalidad de alojamiento, va a dejar de serlo en las dos siguientes líneas. El Grupo Lopesan ha puesto en marcha una iniciativa para que cualquiera pueda disfrutar de un buen hotel Todo Incluido en Canarias a precios muy atractivos y, además, acompañados de grandes descuentos. Un buen plan de ocio, comodidad, excelente gastronomía y un servicio a la altura ahora están ahora más cerca que nunca de cualquier viajero.
Gracias a iniciativas como la del Grupo Lopesan, el huésped elimina de un plumazo el muro que a veces separa el temor por los precios del calm down vacacional. Este es sin duda uno de los motivos más importantes a tener en cuenta, motivos que hacen que el Todo Incluido sea la opción supreme para quienes buscan unas vacaciones relajadas, sin complicaciones, y que sirvan para desconectar de la rutina diaria.
Controlando el gasto de las vacaciones
¿Qué es lo que más preocupa a un viajero a la hora de organizar unas vacaciones? Posiblemente el gasto, sobre todo aquel que es difícil de prevenir, como por ejemplo el derivado de las comidas, las bebidas o del consumo en basic. Afortunadamente existen otras fórmulas para olvidarse de las preocupaciones y decir adiós al descontrol… y esa es el Todo Incluido.
Pero si la teoría suena bien, la práctica es aún mejor, ya que esta fórmula vacacional permite cerrar la maleta sin ninguna preocupación adicional, porque el planning de management de gasto ya está resuelto incluso antes de llegar al lodge. Y ahora solo quedará brindar para celebrarlo, por supuesto las bebidas estarán incluidas.
Una gastronomía más variada
Calidad y variedad. ¿Una cena en un lugar exótico sin moverse del restaurante del lodge? O tal vez una opción más saludable por una noche… No importa, todo está contemplado aquí, y por supuesto incluido. Porque gracias a esta fórmula es posible elegir diferentes comidas temáticas a lo largo de toda la estancia. Los restaurantes de los hoteles cambian su menú a diario ofreciendo al comensal un viaje que va desde la gastronomía más native hasta la más internacional, haciendo que cada comida sea un disfrute del que, además, es posible repetir.
Planes y más planes
Otra de las mayores ventajas de alojarse en modalidad Todo Incluido es es el hecho de que da igual cuanto tiempo pase el huésped dentro del lodge, siempre habrá un plan pensado para todos los gustos… y por supuesto horarios. Para los más inquietos que quieran además realizar actividades en destino, los extensos horarios permiten compaginar cualquier excursión con la agenda del lodge. Aquí siempre pasa algo… y siempre es es muy divertido.
Y una a una, se van acabando todas las preocupaciones.
Calm down garantizado
Relajación, divino tesoro. A pesar de todas las actividades, la propuesta gastronómica y las opciones posibles por realizar tanto dentro como fuera del lodge, el calm down está más que garantizado. Fuera las preocupaciones: aquí el huésped tiene a su disposición toda clase de bebidas durante prácticamente todo el día, snacks y una extensa gastronomía donde es imposible echar en falta nada.
Y en el caso de viajar con niños, el plan se simplifica aún más, ya que estos podrán disfrutar de todas las actividades organizadas para ellos en el recinto, y siempre habrá comida pensada para sus gustos, además de numerosas facilidades para que un viaje en familia sea, por supuesto, un viaje único y sin preocupaciones.
” Fuentes viajes.nationalgeographic.com.es ”