Luego de 19 meses desde que se prohibió la entrada a Estados Unidos para viajes no esenciales, alcaldes texanos reconocieron que esta situación no solo le pegó a su economía, sino que también separó familias.
En entrevistas por separado, Armando O’Caña, alcalde de Mission, y Javier Villalobos, de McAllen, reconocieron que las restricciones de cruces les trajeron cambios en las costumbres, pues bajaron de forma importante las celebraciones de familias de ambos lados de la frontera.
“La gente de aquí de Mission tiene mucho tiempo sin ver a su familia por la pandemia.
“Antes del covid-19, la gente iba a ver a su familia el fin de semana a México, especialmente las ciudades de la frontera, porque muchos de los tíos, primos, hermanos y sobrinos los divide el río, solo el agua, porque las familias quedaron de los dos lados”, reconoció O’Caña.
Agregó que incluso se cambió la dinámica en la ciudad, pues al no poder recibir a sus familiares, la gente de Mission dejó de hacer bodas y fiestas de quinceaños.
“También afecta a la cultura, porque en los últimos meses no ha habido quinceañeras, ni bodas, esos eventos en los que se invitaba a las familias de los dos lados.
“Todavía hay mucha reserva (ante contagios), entre las familias”, agregó el alcalde de Mission.
El alcalde de McAllen, por su parte, dijo que está muy contento de que los mexicanos podrán pasar hasta su ciudad a partir del 8 de noviembre para viajes no esenciales.
“Teníamos más de un año pidiéndole a los gobiernos la reapertura. Nos ha afectado mucho, en los ingresos de los puentes, y además estaba separando a las familias.
“No nada más nos afectó en la economía, tenemos muchas familias que están entre Estados Unidos, en la frontera, y en Monterrey. Ya tenían más de un año y medio distanciados, pero estamos muy contentos de que ya se va a poder pasar”, señaló.
Seguir como favoritos
En cuanto a los destinos fronterizos que más visitan los mexicanos que entran a Estados Unidos por tierra, confiaron en que serán Mission y McAllen.
“Nos sentimos muy alegres de la reapertura, porque hemos tratado de promover la reapertura de los puentes internacionales desde hace mucho tiempo.
“Sabemos que tradicionalmente la gente de Tamaulipas, Nuevo León y el resto de México vienen a Estados Unidos, especialmente a McAllen y a Mission, y por eso estamos muy alegres”, dijo Armando O’Caña.
Por su parte, el alcalde Villalobos expresó que la relación entre estas ciudades texanas y Monterrey es muy fuerte, por lo que espera que esto así siga cuando se reactiven los cruces.
“Siempre queremos que vengan y ahorita parece que somos la ciudad que más les llama la atención, no buscan San Antonio, tampoco Laredo, dicen: ‘McAllen’.
“Porque hay una relación muy buena entre McAllen y Monterrey. Tenemos muchos regiomontanos que viven aquí.
“Hacemos lo necesario para todos los turistas, sin importar si son mexicanos o estadunidenses, queremos que todos vengan”, refirió.
El pasado 12 de octubre, el gobierno de los Estados Unidos anunció que la reapertura de la frontera para viajes no esenciales sería a partir del 8 de noviembre y que para hacerlo los viajeros tendrían que estar vacunados con esquema completo.
Por salud
Aunque se les entrevistó de forma particular person a los alcaldes texanos, coincidieron en que es necesario que los ciudadanos, tanto estadunidenses como mexicanos, se cuiden para evitar contagios con la reapertura de los puentes internacionales para cruces terrestres no esenciales.
“Le pedimos a los ciudadanos, no solo a los de Mission, sino también a los mexicanos, que se protejan”, dijo O’Caña.
Ambos hicieron la invitación para usar cubrebocas, aunque aclararon que no es obligatorio.
“Nosotros lo que queremos es que ya comience a venir la gente, a pasar.
“Les pedimos a todos si pueden usar sus máscaras (cubrebocas), aunque no sea algo obligatorio”, dijo el alcalde de McAllen.
Ambos texanos dijeron que han buscado al gobierno federal para saber cómo pueden apoyar a los mexicanos, incluso con vacunas, a fin de impulsar la economía.
” Fuentes www.milenio.com ”