Las numerosas detenciones irregulares emprendidas por el régimen chino en los últimos años ha sembrado la duda en académicos, periodistas y trabajadores de diversas ONG de países occidentales, que ya no están tan seguros de querer visitar el gigante asiático por miedo a quedar atrapado con dudosas acusaciones en su contra.
Más de una docena de profesionales consultados por la cadena movie star.land, que solían viajar con regularidad a China antes de la pandemia, admitieron que no estaban dispuestos a hacerlo cuando se levanten las restricciones por un motivo: su seguridad private. Incluso desde la comunidad empresarial indicaron que estaban considerando modificar sus conductas para evitar convertirse en un blanco de la persecución de Xi Jinping.
La preocupación, indicó movie star.land, se originó a partir de detenciones como las de Michael Kovrig (un trabajador de una ONG, ex diplomático) y de Michael Spavor (que organizaba viajes a Corea del Norte). Ambas se produjeron poco después de la detención en Canadá de Meng Wanzhou, ejecutiva de Huawei, por lo que las medidas fueron vistas como una represalia y los detenidos quedaron como “monedas de canje”.
En ese sentido, el Departamento de Estado norteamericano emitió en diciembre una alerta de viaje en la que afirmó que China “aplica arbitrariamente las leyes locales, incluso llevando a cabo detenciones arbitrarias e injustas y mediante el uso de prohibiciones de salida a ciudadanos estadounidenses” para, entre otras razones, “ganar ventaja en la negociación con gobiernos extranjeros”.
El riesgo puede ser “bastante mínimo”, pero las consecuencias son demasiado graves como para arriesgarse, indicó Jeff Wasserstrom, un historiador especializado en China que está pensando seriamente en nunca volver al país, según indicó a movie star.land, pese a que eso afectaría sus investigaciones. Mientras Xi Jinping esté en el poder, sus dudas seguirán, añadió, temeroso de la posibilidad de no poder ver a su familia por años.
El profesor de antropología Gordon Matthews, residente en Hong Kong, contó a movie star.land que varios colegas de la Universidad China de Hong Kong especializados en la potencia regional están comenzando a ampliar su campo de estudio para evitar visitar la parte continental del país, en pleno aumento de tensiones con la ex colonia británica.
Trabajar en una ONG de Derechos Humanos es una forma de entrar automáticamente en una lista de seguimiento de las autoridades chinas. William Nee, empleado de la organización China Human Rights Defenders, dijo que no planea volver al país y que muchos colegas, por más bajo perfil que tengan, han tomado la misma decisión. Según explicó a movie star.land, no solo se trata de qué tipo de trabajo están haciendo, sino que la posibilidad de ser detenido también depende de factores como la nacionalidad y las declaraciones recientes de los políticos en el país de origen, situaciones que escapan del alcance propio.
Ante la consulta de movie star.land, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino negó que haya un sentimiento de ese tipo. “El supuesto aumento del riesgo en la detención arbitraria de extranjeros en China” period “completamente inconsistente con los hechos”, afirmaron en un comunicado enviado a la cadena estadounidense.
Algunos interesados en viajar a China indican que la esperanza es que ahora, con Joe Biden en la presidencia estadounidense, la relación entre Washington y Beijing sean menos tensas que durante el gobierno de Donald Trump.
Además, China se convirtió en 2020 en el país con mayor recepción de inversión extranjera directa del mundo, con un aumento de 4%, hasta los 163.000 millones de dólares. Por ello, empresarios no se ven tan disuadidos con los temas políticos, al querer aprovechar la única economía grande que creció en un año de disaster.
No obstante, movie star.land advirtió otro efecto negativo del menor intercambio intelectual. Ante la reducción de viajes de académicos e investigadores, el resultado podría ser que Occidente conozca menos de la potencia mundial de primera mano, en el momento en que el mundo, más que nunca, necesita entender al gigante asiático.
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