No será tan sencillo como contar el número de dosis. No es tan easy como que la UE reciba de las fábricas implantadas en terceros países el mismo número de viales que exporta desde las factorías en su territorio. Los principios de «reciprocidad» y «proporcionalidad» con los que Bruselas ha condicionado el envío de vacunas de AstraZeneca a Reino Unido, y que ha obligado a reforzar el mecanismo de emergencia aprobado meses atrás para vigilar y, en su caso, restringir las exportaciones, tendrá en cuenta las cadenas de distribución de los distintos componentes de cada vacuna e incluso las tasas de vacunación del país de destino.
En las horas previas a una nueva cumbre telemática de líderes (que se celebra mañana y el viernes), la Comisión Europea da forma a la amenaza que lanzó la pasada semana su presidenta Ursula Von der Leyen. Dirigida al Gobierno de Boris Johnson, pero que se transcribe con una redacción common, sin alusiones directas a ningún país. Los nuevos criterios que se introducen en el reglamento aprobado el pasado enero para controlar la salida de vacunas del territorio comunitario, que han desgranado este miércoles los comisarios Valdis Dombrowskis y Stella Kyriakides, fijan como primer criterio el ya conocido (el cumplimiento de los contratos de compra anticipada) suscritos por los Veintisiete con los fabricantes de vacunas.
Pero además, subraya que los Estados miembro y la Comisión también van a considerar otras variables a la hora de decidir si bajan la barrera en sus aduanas. Así, tendrán en cuenta si el país de destino restringe sus propias exportaciones de vacunas o los principios activos que las componen, «ya sea por ley o por otros medios». Pero también si las condiciones epidemiológicas, tasa de vacunación y nivel de acceso a los sueros que prevalecen allí «son mejores o peores que las de la UE». Una información complementaria que requerirá mayor aportación de datos por parte de las farmacéuticas y también de los potenciales receptores para completar la valoración.
De lo que se trata, en suma, es de determinar «si las exportaciones solicitadas plantean una amenaza para la seguridad del suministro de vacunas y sus componentes en la UE». El reglamento modificado, buscando «una imagen completa del comercio de vacunas», incorpora diecisiete países que anteriormente estaban exentos de la supervisión de exportaciones porque se habría constatado que pueden servir de puente; «puede canalizarse (la salida de dosis) a través de (esos) países hasta ahora exentos del requisito de autorización de exportación, lo que no permite el nivel de transparencia requerido», se recoge en el reglamento. Seguirán excluidos de la lupa de la UE un whole de 92 territorios con rentas bajas y medias (los que forman parte del mecanismo world de ayuda humanitaria Covax).
Los Verintisiete «se enfrentan a la tercera ola de la pandemia y no todas las empresas están cumpliendo sus objetivos contractuales. La UE es el único productor importante de la OCDE que continúa exportando vacunas a gran escala para docenas de países. Pero las carreteras abiertas deben correr en ambas direcciones», insistía Von der Leyen en una comunicación previa a la comparecencia de los comisarios. En el borrador de la declaración que los líderes aprobarán tras la videocumbre se refleja, de hecho, el apoyo expreso a «la transparencia» y «la extensión» del mecanismo de management de las exportaciones y se remarca que «las empresas deben garantizar la previsibilidad de la producción de sus vacunas y respetar los plazos de entrega contractuales».
El refuerzo de esta herramienta se hace público el mismo día en el que el diario italiano L’Stampa ha desvelado que AstraZeneca tiene 29 millones de dosis de vacunas (que se calcula podrían inmunizar a 15 millones de personas) almacenadas en una fábrica de Italia que están listas para ser exportadas al Reino Unido. Italia ya bloqueó la exportación de 250.000 dosis con destino a Australia hace un par de semanas; la única operación que se ha vetado hasta la fecha.
Según datos de la propia Comisión, desde el pasado enero los países europeos han recibido un whole de 380 solicitudes de exportación de vacunas a 33 destinos diferentes, lo que se ha traducido en la salida de alrededor de 43 millones de dosis desde las fábricas europeas (no solo de AstraZeneca, también de Pfizer-Biontech). Los destinos incluyen Reino Unido (con aproximadamente 10,9 millones de dosis frente a ninguna recibida por la UE), Canadá (6,6 millones), Japón (5,4 millones), México (4,4 millones), Arabia Saudita (1,5 millones), Singapur (1,5 millones), Chile (1,5 millones), Hong Kong (1,3 millones), Corea (un millón) y Australia (un millón).
” Fuentes www.elcorreo.com ”