Luneburgo es una de las mejor conservadas y fue una de las ciudades más ricas de Alemania gracias a la industria de la sal. Tras su visita, el crucero afronta uno de los momentos más emocionantes del recorrido: el paso por el elevador de barcos de Scharnebeck, uno de los más altos de Europa con un desnivel de 38 metros. Más símbolos hanseáticos deslumbrarán al viajero, por ejemplo, en la ciudad de Lubeca. Uno de ellos, la Holstentor, la puerta de entrada al casco antiguo. Y sin abandonar el Elba, pero dando la bienvenida al Moldava, CroisiEurope propone también un crucero inédito por ambos ríos visitando Praga (es el único armador que hace escala en la ciudad), Dresde y los castillos de Bohemia.
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