En la industria de alimentos congelados, la sostenibilidad es un tema cada vez más relevante. Un reciente estudio ha demostrado que un ligero aumento de la temperatura de almacenamiento de los alimentos congelados puede mejorar su sostenibilidad, lo que podría tener un impacto significativo en la industria.
Según los investigadores, elevar la temperatura de almacenamiento de los alimentos congelados de -18°C a -15°C puede reducir significativamente la cantidad de energía necesaria para mantener los productos congelados. Esto se debe a que a temperaturas ligeramente más altas, los alimentos congelados requieren menos energía para mantener su estado congelado, lo que a su vez reduce las emisiones de carbono asociadas con su producción y almacenamiento.
Además de reducir la huella de carbono de los alimentos congelados, este ligero aumento de temperatura también puede tener beneficios económicos para los fabricantes. Al disminuir el consumo de energía, las empresas pueden ahorrar en costos operativos, lo que a su vez puede traducirse en precios más competitivos para los consumidores.
Sin embargo, es importante señalar que este cambio en la temperatura de almacenamiento no compromete la calidad ni la seguridad de los alimentos congelados. Los investigadores aseguran que los productos almacenados a -15°C siguen manteniendo su frescura y sabor, garantizando una experiencia culinaria óptima para los consumidores.
En un momento en el que la sostenibilidad y la eficiencia energética son prioridades clave en la industria alimentaria, esta investigación plantea una solución innovadora y sostenible para mejorar la producción y el almacenamiento de alimentos congelados. Con cada pequeño cambio que hacemos en la cadena de suministro de alimentos, contribuimos a la construcción de un futuro más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
” Sources www.foodmanufacture.co.uk ”