El atardecer mediterráneo es del colour de la ceniza, de la brasa todavía encendida sobre el agua. Este juego de colores se disfruta más de vacaciones, desde la decimoquinta planta de una ciudad flotante con una copa de champagne entre los labios. A lo lejos suena un hilo musical de los 70 y las burbujas del jacuzzi hierven en tu corazón. No hay lugar para la prisa, la ansiedad o la urgencia. Aquí la vida pasa lento.
«Queríamos desarrollar algo especial, algo que no se hubiera visto antes en el mundo de los cruceros», afirma para la prensa el multimillonario Richard Branson, que está de vacaciones. Azorado por toda esta belleza, observa Barcelona desde el ático del Valiant Woman, el segundo crucero de su compañía, que pasará el verano realizando diferentes rutas por el Mediterráneo con la Ciudad Condal como base en alguna de ellas. «El resultado es algo de lo que me siento bastante orgulloso, y espero que pronto el público español sepa apreciarlo», explica.
Y es que han pasado más de 50 años desde que el magnate británico fundó en Londres su primera tienda de música. Ahora la marca Virgin es un imperio que abarca desde los gimnasios hasta los viajes espaciales, pero no ha perdido nunca la esencia ‘rockera’ que la hizo crecer. Es por eso que, en el año 2011, cuando Branson ideó su propia línea de cruceros, quiso adaptarlos a la thought de su marca y convertirlos en la referencia del ‘lujo rebelde’. «En Virgin no nos tomamos demasiado en serio ni siquiera nosotros mismos», bromea antes de saltar a la piscina.
¿Pero qué ofrece este barco que no tengan los demás? ¿Qué diferencia al Valiant Woman de su competencia? El director comercial de Virgin Voyages, Nirmal Saverimuttu, atiende a ABC en el ático de este coloso de los mares para explicar que el principal activo de la compañía es que sus cruceros no admiten niños. «Que no haya menores a bordo ayuda a desconectar”, afirma. También aclara que, en este sentido, las actividades del barco pueden ir orientadas mucho más hacia el disfrute y el placer adulto.
Ese es, precisamente, el atractivo de este barco, la tranquilidad, el deporte y la gastronomía. «Sin olvidar el ocio, por supuesto», afirma Saverimuttu, que se ríe explicando que el Valiant Woman es en realidad un yate muy grande, «no un crucero convencional». También cuenta que uno de los detalles que más le gustan es que el cliente puede agitar su teléfono móvil y, automáticamente, un camarero le traerá una copa de champagne esté donde esté. «En Virgin queremos que todo el mundo pueda sentirse como una estrella del rock», afirma orgulloso.
En cuanto a la estructura, el Valiant Woman es un crucero de tamaño medio, lo que le permite acceder a puertos remotos y poco convencionales. Cuenta con un whole de 1.330 camarotes, 78 habitaciones de lujo y dos ‘Suites Masivas’, con jacuzzi, cubierta propia, y hasta una habitación dedicada exclusivamente a las guitarras eléctricas. En este barco, además, la gran mayoría de camarotes dan al mar, y cuentan con un balcón y una hamaca para relajarse al ultimate del día.
Centrado en la gastronomía y el deporte, el crucero incluye en los precios del viaje la gran mayoría de actividades que se pueden realizar a bordo. Tiene gimnasios, pista de atletismo, cancha de baloncesto, spa y hasta un ring de boxeo. Todo esto para disfrutar del propio cuerpo antes de bajar al sol de la piscina, ducharse en el hidromasaje y vestirse como uno guste para salir a tomar algo a los diversos bares de copas, disfrutar de un espectáculo en el teatro, salir de fiesta a una discoteca de dos plantas y desgañitarse en el Karaoke.
El barco oferta veinte restaurantes distintos, alguno soluciona un apuro puntual porque está abierto 24 horas; sin embargo, cabe destacar que se ha eliminado el buffet y en todos se puede pedir la comida a la carta y recién hecha. El transatlántico cuenta con seis restaurantes de alto nivel, ambientados en temáticas distintas, como un mexicano, un coreano, una marisquería, un italiano, un restaurante de comida vegetariana y hasta una cocina de experimentación en la que el camarero te presenta el plato antes de servirlo.
«Queríamos ser un poco diferentes», afirma riendo Saverimuttu al ser preguntado por el salón de tatuajes a bordo. Explica que es una atracción bastante well-liked y que siempre hay muchísima gente dispuesta a llevarse un tatuaje de recuerdo de sus vacaciones. En cuanto al itinerario previsto y las distintas rutas que tomará el barco a lo largo del verano, explica que el Valiant Woman permanecerá en el Mediterráneo, donde recorrerá la costa española, francesa, italiana, así como las islas griegas.
Otros barcos de la compañía son el Scarlett Woman, que desde 2020 navega por el Caribe, y en el futuro tienen pensado estrenar otros dos barcos, el Resilient Woman y el Good Woman. «A los cruceros de Virgin no pueden entrar menores, pero los adultos disfrutan como niños», afirma Branson antes de marcharse hacia Miami. Después, el barco zarpa rumbo a Italia, Francia e Ibiza, y como cada semana este verano, abandona el puerto silencioso como una ola de mar, que siempre vuelve.
Los precios de los camarotes parten de 1.114 euros para viajes de siete noches por el Mediterráneo.
” Fuentes www.abc.es ”