Cuando Holger Franz, un turista alemán, se encontró hace tres años con las impresionantes imágenes de Caño Cristales en web, la decisión estaba tomada, tenía que conocer ese lugar al que han llamado el río más hermoso del mundo, gracias a la paleta de colores que parecen brotar de su lecho: el rojo de la Macarenia clavigera –la planta que florece en el fondo–, el amarillo de la area, el verde de la vegetación, el negro de las rocas y el reflejo azul del cielo cuando está despejado.
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El problema fue que, cuando finalmente dispuso todo para hacerlo, una pandemia se lo impidió. “Quería venir el año pasado, pero por el coronavirus no fue posible, y ahora que estoy aquí ha sido algo grande porque hay pocos lugares con ríos coloridos como este. Creo que en Venezuela hay otro lugar, pero el más famoso es Caño Cristales”, cube el alemán después de bañarse en las aguas de ese río del que planea llevarse a casa las mejores capturas para enseñárselas a sus estudiantes de fotografía.
Como Franz, poco a poco los turistas internacionales y nacionales han vuelto a recorrer este destino desde que se anunció su apertura el 18 de junio, después de un año y medio de cierre a causa del covid-19. Un conteo que siguen de cerca los habitantes de La Macarena, municipio del Meta donde se encuentra Caño Cristales, por donde ya han pasado 776 visitantes, aún lejos de las 12.208 personas que ingresaron en el 2019 al destino durante la temporada en que el río florece y aumenta su caudal con las lluvias, que es en la segunda mitad del año.
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Sin duda, el principal atractivo es la posibilidad de acercarse a la naturaleza y a los imponentes paisajes que ofrece esta región en la que se cruza vegetación de la sabana, la Orinoquia y la Amazonia. Con el fin de preservar esta riqueza y de hacer de este un destino de ecoturismo sostenible, antes de ir a Caño Cristales todos los visitantes deben asistir a una reunión informativa que brindan los funcionarios de Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN) y Cormacarena.
Prohibidos el ingreso y uso de bloqueadores solares, cremas y cosméticos para quienes quieran nadar en las aguas del río, pues pueden afectar el bienestar de las plantas que crecen en su inside. Cero tolerancia a los plásticos de un solo uso, por lo que se recomienda llevar agua en recipientes reutilizables para la hidratación, y lo más importante: nadie va al caño –porque en esta zona así es como son llamadas las quebradas o ríos pequeños– sin un acompañante de la región.
El turismo se ha convertido en los últimos 10 años en una alternativa para la región, cuya economía se basa principalmente en la ganadería. Un nuevo capítulo en la historia del municipio de La Macarena, un pueblo que primero recibió el nombre de El Refugio, cuando se originó hacia 1953 como resultado de la colonización de familias que llegaron huyendo de la violencia y siguiendo la bonanza de la madera, la pesca y la caza de animales por su piel, y que a finales de los años 90 hizo parte de la zona de despeje donde se intentó adelantar el proceso de paz con las Farc-EP durante el gobierno de Andrés Pastrana.
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Paradójicamente, el conflicto armado que durante años mantuvo cerrado Caño Cristales para potenciales turistas abrió también los caminos por los cuales hoy se realizan los recorridos. Después de cruzar el río Guayabero, el camino es una trocha que fue abierta por las Farc , esta conduce a los visitantes hacia el río, un sendero atravesado por vegetación endémica como la Vellozia tubiflora, planta que no solo es capaz de resistir al fuego, en una zona que es propensa a los incendios, sino que crece sobre las rocas del escudo guayanés, una inmensa formación que se extiende por Colombia, Venezuela, Brasil, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, una de las zonas más antiguas de la Tierra.
Planear el viaje
Aunque llegar a La Macarena por tierra no es imposible –está comunicado con San José del Guaviare, San Vicente del Caguán y Vista Hermosa–, sí puede ser toda una odisea debido a la condición de las vías. Por eso lo recomendable es hacerlo en avión, programando el viaje a través de los operadores turísticos registrados y autorizados por Parques Nacionales y Cormacarena, quienes brindan a los visitantes información sobre recorridos, seguros y los derechos de ingresos a esta área protegida, además de contar con guías capacitados para acompañarlos.
Uno de ellos es Wílmer Peralta, un joven de 25 años que asegura que ser guía turístico en Caño Cristales es algo mágico porque, aunque su trabajo consiste en hacer en repetidas ocasiones el recorrido, cada vez encuentra algo nuevo que lo sorprende, ya sea porque su nivel de agua cambia o porque los colores del río se hacen más o menos intensos. Por eso, si bien durante el cierre se vio obligado a buscar otras formas de ingreso en Villavicencio, no dudó en regresar con la reapertura.
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“Aunque el turismo es estacionario, es una actividad que beneficia a muchas familias directa e indirectamente”, explica el guía. Y es que son muchas las personas involucradas en brindar diferentes servicios para la atención del turista, desde transportadores, cocineros y meseros, cantantes y bailarines de joropo, artesanos hasta el private de los hoteles, que ofrecen opciones de hospedaje dentro del casco urbano o en la zona rural, con experiencias más cercanas a la naturaleza.
Este es el caso del hospedaje Makalombia, de Luz Marina Betancourt. Un conjunto de cabañas en medio de árboles en los que juegan familias de pequeños monos que bajan de vez en cuando para robarse los trozos de plátano y banano que les dejan los trabajadores.
“Es un alojamiento ecológico que está en medio de la naturaleza, son unas cabañas de madera, y tenemos un glamping”, comenta Luz Marina, y añade que este último se construyó en el proyecto ‘El círculo de la vida’, del gobierno departamental y con la cooperación suiza, para apoyar el turismo en la región.
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La oferta en hospedaje es amplia y los atractivos de La Macarena, también, más allá de Caño Cristales, con amaneceres llaneros, los petroglifos del raudal Angosturas I y la calidez de su gente, que tiene las esperanzas puestas en este comienzo.
*Invitación de la Gobernación del Meta
ALEJANDRA LÓPEZ P.
Enviada especial de EL TIEMPO
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” Fuentes www.eltiempo.com ”